—Madame Pink—
Sonrío viendo a ese par subir las escaleras tomados de las manos, sé perfectamente que Baby-Drac le entregará el anillo y le hablará del pacto. Yo estoy totalmente de acuerdo con eso.
Observo mi copa casi vacía y decido ir a la cocina por más, pero al girarme choco con el cuerpo de alguien lo que ocasiona que el poco de vino que me quedaba en la copa se derrame sobre ambos. Resoplo viendo mi blusa blanca manchada y luego miro a quien choqué, resulta ser Josh.
— lo siento mucho, Unfriendly Boy, no te noté.
— no es nada — murmura, pero niego.
— claro que sí, la princess me matará cuando vea esa mancha de vino en la camisa que te regaló — dejo la copa sobre la mesa y tomo su mano para caminar tirando de él — debo lavarla ahora antes de que se seque.
— no es necesario... — repite.
Abro la puerta del lavado — claro que sí.
Le quito los botones de la camisa y lo miro esperando a que termine de quitársela, cuando lo hace la entro en la lavadora para lavarla en seco con mucho cuidado de no arruinar el juego de brillantes que posee, de paso también me quito la blusa y la entro.
No digo nada mientras que, con una esponja, limpio los restos de vino en mis senos sin quitar mi sostén.
— ¿no te avergüenza estar así frente a mí? — pregunta luego de un rato.
Lo miro mientras tomo mi teléfono — para nada, es como desnudarme frente a un niño así que no te preocupes.
— ¿niño? — repite incrédulo — ¿crees que soy un niño?
— bueno, considerando el hecho de que te llevo cientos y cientos de años mientras tú apenas tienes veintiuno y esa horrible actitud de malcriado antipático que tienes... Sí, te considero un completo niño.
La incredulidad no se ha borrado de su rostro y yo le doy un guiño para luego subir de un salto a la meseta de lavado, fijando mi atención en mi teléfono.
— no soy un niño.
Asiento — sí, sí, lo que tu digas.
— voy a demostrarte que estás equivocada — su tono de voz demuestra determinación.
— ¿y cómo planeas hacerlo...? — no me da tiempo a terminar la pregunta cuando ya está justo frente a mí. Lo miro sorprendida mientras me quita el teléfono de mis manos para luego tomar mi rostro — ¿qué crees que haces?
— cerrar tu boca.
—Ivonne—
— ¿por qué quieres hacer ese pacto conmigo? — murmuro luego de analizar bien su pregunta.
— porque me he cansado de buscar y, aunque busque busque por miles de años más, jamás a alguien mejor que tú. Has hecho lo que muy pocas mujeres se atreven a hacer, has peleado por mí y te esfuerzas más y más en ser mejor aunque ya eres perfecta... todo eso lo valoro, Evie y no veo a nadie mejor que tú para confiarle mi vida.
Hago un puchero de emoción — ¿tanto así?
— por supuesto que sí, Candy — entrelaza nuestros dedos y ladea la cabeza — ¿aceptarías convertirte en la luz que me ilumine en la oscuridad?
ESTÁS LEYENDO
La Elegida de Drácula
VampireBienvenidos a mi mundo, un mundo donde los humanos viven bajo el régimen de los vampiros y ha sido así desde casi mil años. No me mal entiendan, si bien ellos son quienes tienen el poder, no vivimos bajo una tiranía, todo es pacífico... Aunque exist...