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Jimin se había asegurado de llevar todo lo que su novio podía necesitar en un futuro, sobre todo; mucha comida.
En los últimos meses Yoongi había aumentado de peso, estuvo adquiriendo un apetito muy exótico y variado.

— ¿Ya lo tienes todo listo o falta algo más?

— No, eso es todo.

— Eso de no poder conducir, no me gusta para nada.

— Yoongi, es por seguridad, además el volante roza tu pancita.

— Dios Jimin, eres peor que una mamá osa, y eso que soy yo el embarazado.

Giró hacia su novio y lo observó indignado.

— Los dos estamos embarazados, no fuiste el único involucrado en la creación de Cebollita.

Yoongi sonrió divertido por el rostro rojo de cólera que tenía, se inclinó hacia él y le robó un beso.

— Tranquilo amor.

— Eres un maldito Yoongi, yo solo me preocupo por ustedes y me lo pagas de esta manera. Y luego te quejas que no te doy atención y me mandas a dormir en el sillón, —refunfuñó—, si yo pudiera te mandaría al sillón también, pero mi hija no tiene la culpa.

El embrazado arqueó una ceja incrédulo, cruzó los brazos tomando distancia, estaba levemente ofendido por las palabras de su novio, pero como era dramático iba a perdonarlo, bueno con unas condiciones.

— No te pases Jimin, antes del embarazo eras peor conmigo, ahora te lo aguantas como el hermoso novio y futuro padre que eres.

Jimin rodó los ojos y salió de la casa para verificar si las cosas ya estaban listas, por su parte, Yoongi se quedó riendo como un pequeño niño.

Cuando se reunieron todos en el lugar acordado, ni bien Jimin detuvo el coche Yoongi se lanzó para afuera dándole un mini infarto al primero.

— ¡Maldición contigo estúpido simio mononeuronal, tienes a mi bebé dentro de ti!

Taehyung le sacó la lengua corriendo detrás de Yoongi que reía como un pequeño niño mientras le mostraba en todo su esplendor el dedo del medio.

CebollitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora