💥

2.5K 334 10
                                    

Cuarenta y tres

— Bien, esto es extraño.

— ¿Por qué?

— Porque todo el rostro de un cantante simétricamente perfecto está pegado a la pared de la habitación de tu hijo, aunque ya sé de quien fue la idea, me sorprende que lo hayas permitido.

— Larga historia, no me lo recuerde que me dan ganas de dibujarle un bigote.

— Vale, igualmente, venía para saber cómo van las cosas y preguntarte sobre algunas cositas.

— Uhm, — Yoongi acurruca al bebé y al darse cuenta que está dormido lo deja en la cuna con cuidado—, hasta ahora bien. O sea, en las noches casi no dormimos, intentamos que Haeri tenga un horario establecido, pero juro que es un jodido parlante, tiene los pulmones de acero el cabrón.

— ¡Yoongi! — reprochó Seokjin no pidiendo aguantar la risa al notar como el suave aspecto de su acompañante se ve contrariamente opacado por sus palabras mal sonantes.

— Es la verdad, — suspiró soñador acariciando la pequeña cabeza de su Cebollita.

— ¿Sientes que ser padre te cambió en algo?

Entre cerró los ojos analizando la pregunta, la primera opción fue decirle que qué clase de terapia estaba intentado en él, sin embargo, respondió correctamente, o eso era para él.

— Sí, el temor de que todo se vaya a la mierda se multiplica por el número de veces que Taehyung le ha insinuado a Jungkook de ser padres elevado por el número de veces que fue rechazado.

— Supongo que ahora debes pensar miles de veces las cosas, si lo estás haciendo para su bien.

— Ni siquiera llegó aún a la etapa de; ¿Papi por qué el cielo es azul? ¿El agua está hecha de hidrógeno y oxígeno? ¿Papi por qué papi Jimin llora por las noches? — su voz se agudizó en las preguntas intentado asimilar a la voz de un infante.

— Gracias a los cielos que no son mis padres.

— Qué dices, somos unos padres geniales del siglo veintiuno.

— ¿Vomitaste mucho durante el embarazo?

— No, pero si que tragaba mucho.

— ¿Cómo te diste cuenta que estabas esperando?

— Algunos cambios en el cuerpo y porque me había hecho un jodido chequeo para verificar que todo estuviera en orden. Me salió unas cantidades altas de ciertas hormonas y ¡boom! ¡Estás relleno amorcito!

Seokjin rio rodando los ojos, su amigo era todo un payaso.

— ¿El preparto?

— Fueron como miles de cuchillos en mi ingle y en la espalda baja. Doloroso, —frunció las cejas, sospechando—, espera, ¿a qué viene todas estás preguntas? No me diga que el pan está en el horno.

— Es un tal vez, — susurró sonrojado y avergonzado al ser descubierto, sus ojos posados lejos de Yoongi.

— Hyung, debe asegurarlo, una prueba de sangre es fiable.

— No quiero decírselo a Namjoon hasta estar completamente seguro.

— Puedo pedir una cita con el doctor Jang.

— Donde sea, pero debo solucionar esto rápido.

— Podemos ir a un laboratorio independiente y hacer el análisis de sangre.

Seokjin mordió su labio inferior analizando la situación.

— Es lo más sensato.

Yoongi se encogió de hombros, fue al armario de su bebé planeando qué ponerle.

— ¿Haeri ya puede salir de la casa?

— Él único restringido era yo, — tomó una camiseta manga larga con un enterizo con dibujos de autos.

— Oh, ¿puedo cambiarlo yo?

Apretó la ropa dudando, le echó una larga mirada y asintió pasándole todo lo que necesitaba.

— Cuidado con sus brazos, voy a cambiarme.

— No me mires así, sé cómo hacerlo, — se quejó Seokjin al ver que su amigo lo miraba fijamente y no se movía.

— Vale, vale, ya regreso, — le dio una última mirada y fue a su habitación.

— Tienes un papá que te llama cabrón, pero que no se puede despegar de ti, — mimó al pequeño que seguía dormido.

CebollitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora