Cuarenta y siete
Habían acordado de sacar a pasear al bebé,
Jimin no tenían la intención de volverlo un ermitaño como su papá, no quería otro oso gruñón a la hora de salir.— Mi madre ya nos está esperando, —informó Yoongi con Haeri en brazos.
— ¿Estamos llevando todo? ¿Seguro?
— Lo revisé tres veces, no falta nada, — colocó al bebé en la silla, su pequeño rostro se arrugó listo para lanzarse a llorar—, Jimin te necesita Haeri.
Se hizo a un lado y dejó que su novio atendiera el creciente llanto. Cerró la puerta para ir él lugar del piloto.
Llegaron luego de unos cuarenta minutos. Haeri no se había portado bien, lloró la mitad del viaje, Yoongi no entendía de dónde sacaba tanta energía para llorar con esa fuerza, igual estaba orgulloso de la capacidad que tenía los pequeños pulmones.Su padre ya los estaba esperando con los brazos abiertos hacia su nieto.
Jimin bajó y le entregó la criatura a su suegro, pronto Yoongi llegó a su lado con el bolso.— ¡Oh, mira al pequeño! ¡Pasen!
Entraron y tomaron asiento en el sillón, la madre de Yoongi apareció después de unos segundos.
— Oh, ambos tienen el rostro de haber muerto hace años.
— Gracias mamá.
— Es verdad, tu tienes dos sacos de carbón debajo de tus ojos.
— Tener un hijo recién nacido no es fácil, Dios, apenas puedo dormir cuatro horas, — se quejó moviendo su cabello un poco incómodo al reconocerlo en voz alta.
— No lo han estado llevando bien entonces.
— O sea, no, no, — Jimin se exaltó, pero trató de recomponerse antes de seguir—, es difícil porque no estábamos acostumbrados a levantarnos cada dos horas o cuando se pone a llorar. Pero lo estamos manejando de la mejor manera posible.
La madre de Yoongi escuadriñó a ambos de manera cautelosa.
— Si necesitan algo no duden en llamarnos, el padre de Yoongi tiene experiencia con la crianza de bebés tercos.
Yoongi rodó los ojos, su padre apareció con el bebé y una bolsa de tela.
— Tu madre y yo encontramos ropa para Haeri, — le pasó la bolsa de tela a Jimin.
— Muchas gracias papá, pero no era necesario.
— Quiero consentir a mi nieto, déjame hacerlo, —se quejó, Haeri arrugó su rostro avisando que se venía con todo—, no, no, no llores, —volvió a llevárselo.
Los padres primerizos necesitaban observar que su bebé estuviese bien, pero tampoco lo querían tan cerca porque por su culpa no dormían ni tenían acción por la noche.
— Revisen la ropa, —les alentó la madre.
Jimin lo abrió con su habitual entusiamo y sacó un mono que obtuvo dos tipos de reacciones. La primera un tierno jadeo de adoración, la segunda un chasqueo de lengua acompañado de ojos en blanco.
— ¡Que hermoso! —chilló.
— Mamá, ¿mi hijo se parece a un plátano?
— Sh, es un lindo disfraz, además estaba en oferta, ¿quieres uno también?
— No, no quiero.
— Mi bebé va a ser un plátano en Halloween, —Jimin se giró hacia su novio con una sonrisa enorme—, ¡vamos a ser la familia plátano te guste o no!
— Yo seré la abuela plátano, —apoyó la madre burlándose de su hijo—.
— Mamá no, eso, eso es muy ridículo, — se quejó.
— Min Yoongi harás cosas más ridículas que está, además es para un recuerdo con tu bebé de pequeño, así que no sigas la cantaleta.
Yoongi no tuvo de otra que aceptar, su madre daba miedo cuando se enojaba.
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Cebollita
FanficMin Yoongi es todo un hombre duro y fuerte, con los brazos más cálidos para proteger a su novio del malicioso mundo, hasta que por la culpa de su mismísimo querido novio, Jimin y su jodida insistencia, cambian de posición. De ahí aparece una Cebolli...