— ¿Le ocurre algo señor Min?
— ¿Uhm? No, no. ¿Qué tal está el bebé?
La sonrisa del doctor era muy contagiosa, por lo que tuvo que hacer un esfuerzo para no contagiarse.
— Está muy fuerte y sano.
— ¿Puede darme dos copias de la ecografía?
— Por supuesto, ¿y el señor Park?
Una malévola sonrisa apareció en los labios del chocolate blanco.
— No pudo venir.
— Espero que en el próximo chequeo lo acompañe.
— Yo también espero lo mismo. — contestó con un poco de diversión, atascando una risa perversa.
Jimin le había suplicado de rodillas por favor que lo perdonara, bueno, al final tuvo que encerrarlo en departamento o sino iba a terminar yendo con él.
— Tiene que colocarse una inyección en la próxima cita, por lo que ese de suma importancia su presencia.
Arrugó su nariz, perdiendo la diversión—.No es necesario su presencia para tranquilizarme, no se confunda.
El doctor ladeó una sonrisa tratando de hacerle pensar que tenía razón.
Al salir de la consulta, tenía unas enormes ganas de comer sandía, y lo peor de todo es que era invierno, sinónimo de que no había nada de esa fruta aún. Se detuvo en un mini supermercado y entró, una idea se le cruzó por la cabeza, prácticamente cegado por la ansiedad que le provocaba la necesidad.Al llegar al pasillo de jugos instantáneos buscó entre las pilas, hasta que encontró lo que buscaba, observó una y otra vez a su alrededor en busca de alguien. Cuando todo estuvo despejado, rompió el sobre y vacío el contenido sobre su lengua.
— ¡Ugh! —jadeó apretando los ojos lo ácido y dulce que era.
Tomó unos cuantos sobres más y fue a pagarlo. Salió del supermercado retomando su camino. Demonios, tenía mucha vergüenza, suspiró aliviado, de todos modos nadie lo vio.
— ¡Min!
— ¿¡Ahora qué!?
Una sonrisa burlona se dibujó en los labios de su menor—. ¿Dónde está Jimin? Es raro no verlo pegado a ti.
— No te importa, —movió sus dedos sujetando con fuerza la bolsa—, tú... ¿Sabes dónde puedo conseguir semillas de sandía?
— Ehm, supongo que en las botánicas hay.
Curvó los labios—, ¿cómo no se me ocurrió antes? —dejó de lado a Jungkook cambiando de dirección, ignorando sus intentos para tomar su atención.
— ¡Min, espera!
— Ya estoy saboreando la sandía.
ESTÁS LEYENDO
Cebollita
FanfictionMin Yoongi es todo un hombre duro y fuerte, con los brazos más cálidos para proteger a su novio del malicioso mundo, hasta que por la culpa de su mismísimo querido novio, Jimin y su jodida insistencia, cambian de posición. De ahí aparece una Cebolli...