Yoongi estaba acostado sobre el sofá, su vientre estaba más que hinchado y se sentía a punto de estallar. Su novio dejó las latas de pintura sobre la mesa de café, se arrodilló con una sonrisa pintada en sus labios.
— Hola Gasolina, ¿qué tal va todo por ahí? ¿La materia oscura de tu padre no ha llegado a tí? Espero que no, — susurró dejando pequeños besitos desordenados.
— Imbécil te estoy oyendo, ¿trajiste del color que te dije? — su dedo índice hincó su frente—, si te atreviste a desobedecer vas a tragarte esas dos latas.
— Sí amor, son de color rosa, —contestó calmadamente, ya acostumbrado a las amenazas diarias.
— Sabes, he leído que escuchar música hace que los bebés se desarrollen mejor o algo así.
— ¡Oh, si! Tengo una buena lista de reproducción.
Su novio arqueó una ceja, se acomodó para quedar sentando y encararlo mejor.
— No voy a soportar toda la mierda chillona que escuchas por horas.
— ¡Oye! Tenemos gustos diferentes, y ya sabes que los gustos son subjetivos.
— No me vengas con esas jodidas frases filosóficas.
— ¡Yoongi! —refunfuña apretando los puños—, ¡No vas a hacer que mi hija escuche rap, el pop es más suave!
— Que es niño, y le pongo rock para que salga toda una rompe hue-
— ¡No digas groserías delante de ella! — chilló interrumpiendo a Yoongi, su rostro se tornó serio—, amor, no voy a obligar a que escuches mis canciones, pero no vas a ponerle nada tuyas, y menos esas gánsters.
De pronto, herido, Yoongi se siente muy desanimado y se odia por sentirse así.
— Ninguna mierda entonces contigo Jimin, joder, siempre eres tú.
— Estoy tratando de encontrar un punto medio.
— Ahora me estás tratando como un jodido prepotente, — sus ojos se aguan—, ve a devolver la pintura rosa y trae azul, jodido sexista.
— ¿Puedo devolverla? — ya estaba a punto de tomar las latas cuando Yoongi lanzó una patada a su espinilla—, ¡Auch! ¿¡Por qué fue eso!?
— ¡Porque tenías que darme la razón, y decirme que el color estaba bien!
Jimin sonríe conmovido, más que acostumbrado, lo abraza escondiendo su rostro en el nacimiento del cuello, mientras una mano acaricia el vientre de su novio.
— El color que has elegido es muy hermoso, estoy seguro que a nuestro bebé le va a encantar.
— Pero no lo estás diciendo en serio.
— Claro que sí.
Yoongi lo empuja lejos de él visiblemente sensible y lloroso.
— Mentiroso, ¿ahora me quieres mentir?
— ¡Yoongi! — se queja—, voy a pintar la habitación.
— Bien, avísame cuando termines, mentiroso.
ESTÁS LEYENDO
Cebollita
FanfictionMin Yoongi es todo un hombre duro y fuerte, con los brazos más cálidos para proteger a su novio del malicioso mundo, hasta que por la culpa de su mismísimo querido novio, Jimin y su jodida insistencia, cambian de posición. De ahí aparece una Cebolli...