Cebollita

22☄

A la mañana siguiente Yoongi bajó al salón. Se encontró con la imagen de su novio durmiendo enredado entre varias mantas.

— Tu papá necesita varias dosis de madurez, —murmuró mientras se dirigía a la cocina a por un vaso de agua.

Retornó al salón, inclinó el vaso lo justo para que el agua cayera sobre el rostro de Jimin, éste se levantó de golpe jadeando, como si se estuviese ahogando. Yoongi tuvo que retener sus ganas de reír, debía ponerse serio.

— Ya son las doce del mediodía, es una vergüenza que aún sigas durmiendo.

— Yo, he lo siento, no activé la alarma, —murmuró apenado—, ¿ya estoy perdonado?

— Olvida eso Park, tu perdón está fijado para el próximo año bisiesto,  —dejó el vaso sobre la mesa de café y tomó asiento a su lado, enlazó sus manos sobre su regazo tomando una actitud seria—. Necesito que comiences a confiar en mí, que esté embarazado no significa que sea inútil, ¿entiendes eso? Yo no haré algo que nos arriesguen a los dos.

Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas a los pocos segundos, tomó las manos de su novio tratando de buscar su mirada.

— Es difícil para mí, es la primera vez que experimento esto y me tiene aterrado. Sé que estoy paranoico, pero necesito que me comprendas, —su voz se fue apagando cada vez más por el esfuerzo de tragar los sollozos, carraspeó su garganta y secó descuidadamente con una mano sus lágrimas—, no puedes tomar nada de medicamentos, no puedes alzar cosas pesadas, un paso en falso y puedes caer. No me odies por tener miedo, por favor.

Decir que las palabras de Jimin no tocaron alguna fibra sensible en él sería una gran mentira, además hay que agregar que sus emociones últimamente han estado pendiendo entre el equilibrio y el desorden.

— ¿Crees que yo no siento miedo? ¿Crees que no pienso en que quizá algún día me atropelle cualquier mierda en el camino ó que muera en el mismo parto?

— ¡No diga eso! —gritó temeroso—, no soportaría perderte, —masculló enredando sus brazos alrededor de su cuello uniendo sus cuerpos en un abrazo.

— Jimin lo único que nos queda es vivir el día y al final de esta agradecer, yo podré hacerlo, pero te necesito a mi lado, Cebollita te necesita también.

Una risas mezcladas con sollozos invadieron el salón, Jimin besó el comienzo de su cuello subiendo lentamente por su mandíbula hasta atrapar con fiereza sus labios.

— Lo siento tanto amor, yo debería ser tu soporte en estos momentos, no estoy se... —la boca de Yoongi fue más rápida en silenciarlo, devolviéndole el beso.