Cebollita

2.☄

El pequeño consultorio estaba repleto de afiches de fetos en distintas etapas de gestación, algunos hablaban de la prevención del SIDA y anticonceptivos. Con la mirada llena de odio, escudriñaba todo el lugar, en definitiva iba a castigar a Jimin cuando sus pies estuviesen tocando las suaves sábanas que su suegra les había regalado a ambos en su primer aniversario juntos.

—¿Señor Park cuántos...

— Tengo tres meses, —gruñó con todo el desprecio posible.

El doctor sonrió avergonzado, y bajó su mirada al formulario comenzando a anotar los datos.

— Lo siento, pensé que...-

—Las apariencias engañan doctor Jang, créame,—lo interrumpió por segunda vez con el mismo tono de voz.

A su lado, Jimin le tomó la mano lanzando una pequeña mirada de súplica. Era a la tercera clínica al que iban en el día y el menor esperaba que este último doctor tuviese la paciencia suficiente para lidiar con el humor "especial" que traía consigo Yoongi, desde hace exactamente dos meses.

— Reconsidere mis disculpas. —el chico de piel nívea hizo un vago ademán con su mano y al doctor no le quedó de otra que seguir con la consulta sintiéndose un poco mal haberse confundido,— ¿desde cuándo lo sabe?

— Anteayer. - asintió ante lo que oía, anotando todo. —Había tenido mareos, vómitos e intolerancia a ciertos alimentos y olores. —siguió informando Jimin.

— Aún no puedo creer que haya vomitado el helado de maracuyá, con lo que cuesta encontrarlo.
—se lamentó Yoongi de pronto, olvidando toda su actitud hostil siendo reemplazada por una triste.

— Los primeros síntomas tienden a variar en cada persona, lo normal es que los síntomas desaparezcan al cuarto mes.

— Ya no lo soporto, doctor. -reclamó Yoongi gruñendo,— debe haber un medicamento, para casi todo lo hay.

El doctor le sonrió negando suavemente con la cabeza.

— No hay tal medicamento, señor Min, de hecho, lo único que puede consumir en su estado es paracetamol, ya que no es tan dañino para el feto.

Jimin sacó una pequeña libreta de su bolso y apuntó lo que había dictado el profesional, casi se había olvidado de hacerlo.

— Paracetamol. —reafirmó el menor en un susurro remarcando esa palabra en un gigantesco circulo.

— Nada de medicamentos sino son recetados, voy a prescribirte unas vitaminas que ayudarán al bebé a crecer fuerte.

— Mi bebé ya es fuerte. — afirmó Yoongi posando una mano sobre su vientre plano.

— Al menos de carácter ya es asegurado.... —susurró el chico a su lado, arqueó una ceja ofendido y no le importó darle una palmada en la cabeza enfrente del doctor—.¡Auch!

— Vamos a hacer la ecografía. _
—anunció el doctor sumamente divertido por la pareja tan exótica que ambos conformaban.

Yoongi había seguido cada paso al pie de la letra, desde recostarse en la camilla, hasta subir su camiseta negra, descubriendo su vientre. El doctor Jang le colocó un poco de gel para facilitar el movimiento y pronto se encontraban observando la pantalla del aparato de ecografía.

— Ese de allí es su bendición. —señaló algo que Yoongi no pudo encontrarle sentido alguno, a diferencia suya, Jimin se encontraba aguantando las lágrimas.

¡Já! ¿Ahora quién era el llorón?

Un sonido ahogado le hizo dar un respingo en la camilla, la mano de Jimin se envolvió con la suya.

— Son sus latidos.

Oh, no, no. ¡Lágrimas fuera! Maldición, no.

Ya era muy tarde, había vuelto a transpirar por sus ojos.