Cebollita

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V e i n t i n u e v e

— Algunas veces siento que voy a explotar, y quiero irme lejos para estar tranquilo. No puedo estar calmado a su alrededor, todo parece molestarle, todo, absolutamente todo, — explica Jimin despeinando su cabello frustrado.

— También es difícil para él, ambos tienen que apoyarse.

Su amigo dió un pequeño apretón a su mano, tratando de traspasar un poco de calma.

— Lo sé, pero es que algunas veces es demasiado asfixiante que dan ganas de huir.

— Con Seokjin nos ha pasado, es algo que nos hizo crecer como pareja y persona. No es fácil, pero si ambos luchan, la carga es mucho más fácil.

Los ojos de Jimin inevitablemente estaban generando lágrimas.

— Me siento tan mal por decirlo en voz alta, —susurró con la voz entrecortada.

El rostro de Namjoon se contrajo en ternura y lo abrazó totalmente.

— Está bien decir lo que uno siente, sino nos comunicamos, ¿cómo sabemos lo que el otro quiere? No leemos mentes.

— Se siente mal de todas formas.

— ¿Hay aunque sea algo que no tenga un poco de malo?

— No salgas con esas preguntas ahora Namjoon, no estoy para pensar si fue el huevo primero o la otra, — se quejó.

— ¡Hey! Solo trato de ayudar, no me lances odio.

— ¿Yo era así con Yoongi?

Era difícil decir la verdad cuando esos ojos dulces miraban directo, eso mismo estaba pasándole a Namjoon.

— No quiero mentirte, pero no sucedía todo el tiempo, pero algunas veces Yoongi necesitaba despejarse un tiempito.

— ¿Ya no me quería? —, se mantuvo en silencio unos pocos segundos llamando al recuerdo—. Todas esas veces que decía que iba a tomar cerveza con ustedes dos días de seguido era porque estaba cansado de mí, ¿no?

— ¡No me metas en el problema, sabes como es Yoongi y de lo que es capaz!

— Ya soltaste la sopa, —lo recriminó—, no puedo creerlo, todas esas veces que me decía que iba a tomar con ustedes... Me mintió.

En un intento de arreglarlo su amigo negó y le tapó la boca.

— No sigas divagando, Yoongi sí estaba con nosotros, pero no estaba feliz, sino como más callado y pensativo, no te odia o te engaña, él te ama mucho. ¡Está esperando una cría juntos, en su vientre, él suyo, no el tuyo! — exasperado y iluminado con un brote de inspiración desparramó sus pensamientos—, ¿Cómo puedes decir que no te quiere si hizo tantas cosas por tí? Cuando fue a comprarte el álbum ese y tuvo que hacer cola desde la madrugada ó cuando quisiste ir a un concierto de un grupo estadunidense súper famoso e hizo todo a su alcance para ir. Ó cuando te peleaste con tu madre y él te consoló hasta que reconciliaron. Cuando te dañaron en tu trabajo y él fue a romper huesos, aunque no fue una buena solución, lo hizo por tí.

— ¡Ya, lo sé!

— Y esa vez cuando te compraste una moto, no sabías ni como usarla, te subiste y te quitaste todo lo que se llama dig... -

— ¡Ya entendí, gracias, voy a ir a prepararle carne de cerdo agridulce, adiós! —chilló alejándose de su amigo mientras sacudía su mano.