Cebollita

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V e i n t i s i e t e

— Muy bien señores, ¿cómo han estado los síntomas?

— Todo normal, me han dejado respirar al fin, — respondió Jimin.

Yoongi entrecerró los ojos hacia él, sin embargo no hizo ningún movimiento que atentara al otro.

— Lo que dijo él.

— ¿Ningún resfrío o virus?

— Hasta ahora ha estado saludable, siempre trato de que tenga la ropa adecuada para cada día, no dejo que abandone la casa si hace frío.

— Entiendo su preocupación señor Park, pero tampoco aislar a su pareja es lo ideal, también tiene que estar en el aire libre. Ahora por favor Yoongi recuéstate en la camilla, vamos a ver a su pequeño retoño.

Yoongi hizo caso, se recostó y alzó su camiseta dejando descubierto el vientre abultado, pronto sintió el gel y al aparato deslizarse por su piel.
El sonido de unos latidos sonó en el consultorio, Jimin sostuvo su mano.

— Aquí está el bebé, —señaló la pantalla, — este es su brazo, ¡oh! esta chupando su dedo.

— Guau, ¿cómo ve todo eso ahí?

— La práctica, ¿ahora quieren saber cuál es su sexo?

— ¡No!

— Hemos decidido camino a la consulta que no queremos saber el sexo.

— ¿Están seguros? — el doctor Jang los observó minuciosamente, no iba a negar las ganas que tenía de revelarles qué sería el bebé.

— Si, estábamos muy emocionados sobre saber el sexo, pero luego recordé la apuesta y doblé la cantidad por la espera hasta que nazca, así que el Cabezón tiene que salir varón o nos hundimos en la quiebra, — explicó Yoongi.

— Si es niña, será mi esclavo por un año completo.

— ¿Quién dijo que no lo era? Solo porque estoy embarazado te has calmado, o sino me tenías colgado de la oreja.

El rostro de su novio se sonrojó fuertemente evitando mirar al doctor.

— Yoongi creo que estás exagerando.

— ¡Naaa! ¿Recuerdas cuando me hiciste formar una fila a las ocho de la noche y dormir allí solo para comprarte la primera edición de un disco de esos viejos?

— Los de Super Junior no son viejos, solo unos cuantos años mayores que nosotros, además fue de suma importancia.

— ¿Por qué? ¿Querías ganarle a Jungkook?

— Ese maldito siempre gana, y estaba seguro que yo no iba a resistir tantas horas allí por eso te pedí el favor.

— Me obligaste maldito.

— ¡Pero te lo recompensé! — chilló Jimin alzando las manos indignado—, no puedo creerlo Yoongi, patán.

— ¡Entonces! No quieren saber el nombre de su bebé, — cortó el tema el doctor—, pues el o la bebé está muy sano o sana.

— Gracias doctor.