Cebollita

44💥

Cuarenta y cuatro

— Muy bien Hyung, solo tienes que relajarte y todo estará bien.

— Tu futuro no está dependiendo sobre unos resultados.

— Créame que no fue muy grato enterarme de que estaba embarazado, ni siquiera lo estábamos buscando. Al menos yo no.

— Tu hijo te está oyendo.

Yoongi rodó los ojos y acomodó mejor al bebé en sus brazos.

— La honestidad ante todo.

— ¿Cómo hiciste que Jimin se fuera al trabajo? Por lo que me contaba Namjoon no se quería despegar de Haeri, — preguntó curioso y a la vez cambiando de tema.

— Digamos que es fácil amenazarlo.

— ¿Con qué exactamente? — interrogó arqueando una ceja divertido.

— Lo primero es esconder todo su mercancía de Taemin, realmente ni yo puedo entender porqué le gusta tanto, o sea, tampoco es tan atractivo, ¿verdad?

— Uhm, a mi también me gusta Taemin.

— No puedo creerlo, ¿qué le ven? Es un chico normal, — suspiró indignado.

— ¿Has visto cómo mueve sus caderas?

— Yo no me ando fijando en las caderas de las personas.

— Entonces te fijas en otra cosa, ¿qué cosa exactamente? — preguntó con picardía.

— Hyung, no voy a decirte qué porque sé que se lo dirás a Jimin, y luego hará un alboroto que prefiero evitar.

— Que aburrido.

— Ajá.

— Eres un pesado.

— Ajá.

— ¡Hey, no sigas diciendo ajá porque a vas a arrepentirte!

El nombre de Seokjin sonó por el altavoz, este tragó en seco y fue a buscar el resultado. Regresó en unos pocos minutos con un sobre blanco en manos.

— ¿Ya lo ha leído?

— Uhm, no, ¿puedes hacerlo tú?

Yoongi le tendió el bebé y como un niño arrebató el resultado de la mano de su amigo, sin esperar mucho lo abrió, y leyó.

— Todavía no hay pan en el horno.

— Dios Yoongi déjate de joder.

— Significa no preñado.

— ¿Puedes ser más delicado?

— Claro. Usted no está esperando ningún parásito con la cara de Namjoon.

Eso sí hizo reír a Seokjin, los pequeños ojos de Haeri se abrieron, soltó un bostezo que provocó la ternura en ambos adultos.