Capitulo O5 ~
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Entré al estudio, y Josephine, Erick y Yuro callaron inmediatamente. Algo estaba ocurriendo, y por sus expresiones faciales no era una buena noticia.
- ¿Pasa algo? - pregunté acercandome hacia el escritorio.
Una ligera capa de lluva comenzó a caer, provocando que el cielo se obscureciera notoriamente.
- Mierda... - Masculló Josephine entre dientes al observar el cielo por uno de los dos grandes ventanales al fondo del estudio, los unicos espacios en la pared sin libros. Ella odiaba el frio, y con lluvia solamente hacía que ella deseara esta enterrada a tres metros debajo de la tierra.
- Nada. - dijo Erick inflando su pecho. Le regaló una mirada de pocos amigos a Yuro, y salió de aquella habitacion sin inmutarse ni siquiera en decir adios. Josephine tan solo miraba hacia la lluvia, mientras que Yuro se encontraba inmerso dentro de sus pensamientos.
- Yuro...
- Necesito hablar con Josephine, Justin. Dejanos solos. - pidio seriamente, sin levantar la mirada del escritorio. Jose seguía mirando por la ventana. Salí de la habitacion con el puño cerrado, y la quijada forzada.
...
Algo sucedía, y algo muy, muy extraño. Yo era parte de todo, es mas, yo era el actor principal, pero ni siquiera sabía en que obra estaba participando, ¿Que juegos sucios se traian entre manos?
Aquella mañana, me había levantado con una sola meta en la mente: Descubrirlo. Y como primer paso, entré al estudio de Yuro, viendo si me encontraba con algo util para saber el porqué actuaban de aquel modo tan extraño. Lo unico que encontré, fueron unas Coordenadas... «Las mismas donde Josephine y Erick estaban ayer.» pensé. Si estaba en lo cierto, quizas aquella direccion me llevaba directamente hacia el meoyo del asunto. Sin avisar a nadie, salí de la casa. No pensaba pasar por Perklin ese día.
Manejé por varios minutos (exactamente 27) hasta llegar al recinto de casas que la pelirroja odiante del frio de Enero me había dicho inconsientemente el día anterior por telefono. Decidí estacionar el coche afuera de todo el recinto, para poder andar tranquilamente. Al fondo, se encontraba un gran lago...
Caminé por varias calles, hasta intentar hubicar la direccion que tenía escrita improvisadamente en un pedazo viejo de papel stick. Casas - la mayoría en color crema clara y leja verde como techos sobre las ventanas y toda la casa - se extendían calle por calle. «Si que debe ser aburrido vivir en un recinto...» pensé abrumado.
Un coche azul pasó por la calle que transitaba, y después de eso estaba totalmente vacio. Y en eso, llegué a la casa.
Una pequeña vivienda, al igual que las otras, sus colores eran color crema y verde pino fresco. Tenía dos grandes debajo de la ventana de enfrente, & estaba rodeada por una cerca de un metro de colr blanca.
Empujé la pequeña puerta de madera, de la misma altura de la cerca y caminé por el pavimento, hasta llegar a la casa. Subí el porche, y toqué la puerta.
El plan era simple, entrar - aunque la persona que habitara allí ni siquiera me diera permiso -, evitar que la persona se vuelva loca o intente llamar a la policia, investigar lo que sea que necesitase, y después quitarle la memoria, recojer los daños o pruevas eh irme.
Metí mi mano en el bolsillo; tenía el viejo frasco con aquella pildora que La Bruja Yurisel había creado hacía ya mas de mil años. El que toda esa secta tuviera sus cosas magicas y ridiculas, tipicas de una pelicula de Harry Potter, tenía sus ventajas.
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The Red Pawn~ Segunda Temporada <TERMINADA>
FanfictionA veces, morir no es un temor, es una opción. Pero para mí, es un destino que ni siquiera había firmado. Tenía miedos, preguntas, tantas preguntas que ni siquiera me había dado el tiempo de leerlas entre líneas, ya que estaban una sobre otra, amonto...