The Red Pawn~ Segunda Temporada <TERMINADA>

Un Peón Normalmente Espectacular

Capitulo 14 ~ Un Peón Normalmente Espectacular

Un peón rojo, en una partida de peones Blancos y Negros. Eso era lo que yo era, no era más que un extraño peón rojo, que nunca cambiaría de color. No pertenecía a ningún lado, y yo lo único que quería era ser normal, posibilidades. Pero la única posibilidad que tenía, era ser un vampiro, y eso era todo. No más, no menos. Algún día me convertiría, contra mi voluntad, en un chupasangre asesino...

¿Cómo es que llegué a esto? ¿Porqué aceptar un trato de sangre, para ser una verdadera Bestia? Esas eran las preguntas que quizás, algún día alguien me haría, si es que alguien llegaba a entender mi situación. Y la verdad, es que la respuesta era simple: ¿Qué haces cuando realmente te sientes un peón rojo? ¿Un árbol rojo en una pradera de Pinos? Por instinto, buscas pertenecer a algún lado, y si son peones rojos como tú, es aun mejor. Y yo pensé que lo había encontrado...

Tenía apenas 12 años el día en que mi tío Yuro, el extraño hermano de mi mamá que casi nunca estaba en la ciudad, y se la pasaba viajando de costa a costa, llegó a la casa. Desde que atravesó el umbral de la puerta, sentí que algo sucedería sobre él, simplemente no me daba buena espina. De hecho, recuerdo haberme ocultado en el estudio de papá todo el tiempo, mientras veía como el y mi hermano mayor hablaban de tantas cosas que no alcanza a comprender. Pero siempre, siempre me miraba a mí, y me buscaba.

En aquella época, tenía muchos problemas en el colegio; era extraño, no tenía amigos, y realmente siempre estaba solo. Sentía que había algo mal conmigo, ¿Por qué no le agradaba a nadie? ¿Por qué todos huían de mí? No me sentía normal, me sentía una abominación de Dios. Y me sentía una bestia, ya que todos me odiaban. Y entonces, una noche, mi tío me levantó en medio de la madrugada, y me dijo que tenía que acompañarlo. Yo no quería, pero él me llevó casi a rastras. Dijo que no tardaríamos, y tenía razón, la verdad era que tan solo iríamos a un callejón a unas cuantas cuadras de la casa. Yo iba con mi pijama, y tenía miedo. Mucho, mucho miedo. Y en ese instante, fue la primera vez que vi a Baltazar. En aquella época estaba más joven, no tenía canas, y era más fuerte, tanto que no tenía guaruras, como ahora al contrario está rodeado de ellos. El hombre notó mi presencia, mi pequeño yo oculto detrás de mi tío extraño.

- Es el. - dijo Yuro, tartamudéate. Baltazar levantó el mentón mientras me examinaba, y yo lo miraba con mis ojos pardos temblorines. El rió.

- Serás un gran miembro, Justin. - un escalofrío cruzó mi espina dorsal; ¿En qué momento se enteró de cómo es que me llamaba?

La voz de otro señor detrás de el, dijo "Traemos a la Chica", y justo después, una niña de unos 14 años apareció, callada, triste, sumisa. Su pelo rojizo estaba corto hasta debajo de la oreja, y sus ojos cafés estaban expresivos y brillante. Ella me miro, y yo hice lo mismo.

- Josephine, tiempo sin vernos. - habló Baltazar, tomando un mechón de cabello corto y rojo y acariciándolo. Ella cerró los ojos, y suspiró. - ¿Al final accediste a venir con nosotros? ¡Qué felicidad! - dijo él, sonriendo sínicamente. Yo miré otra vez a Jose, y se veía insegura y miedosa.

- Creo que no tenía opción. - susurró la niña. Todos los presentes permanecíamos serios, pero Baltazar reía a carcajadas.

- No, recuerda siempre que tú tomaste la decisión. No nosotros. Tenías dos opciones, y tú nos elegiste. - alzó los brazos extendiéndolos, como si fuera a dar un afectivo abrazo. - Tú y Justin harán un gran equipo. - dijo él, provocando que ella así como yo también levantáramos la mirada, y nos viéramos intrigados. ¿Equipo? ¿De qué era todo eso? - claro, Si Justin decide unírsenos. - comentó después, como si fuera una insignificancia, como si supiera de antemano que eso ocurriría...