Capitulo 10 ~ Mi Ángel.
<<Justin Bieber>>
- Idiota. - mascullé entre dientes aquella palabra, mas bien la escupí. Si, Erick era un idiota confianzudo, y gracias a él, ahora los cuatro estábamos en riesgo. - ¿Usaste las pastillas de Clarissa solo para poder acostarte con una compañera de trabajo tuya, en lugar de dársena a Bree, Leo y Tracy? - pregunté casi esquizofrénico. El, avergonzado, miró hacia la alfombra.
Yuro respiraba enojado, sobresaltando sus fosas nasales, y Josephine solo lo veía con desaprobación. Chasqueé la lengua. - ¡¿Te das cuenta que me reconocieron?!
- ¡No esperaba que volviéramos! - exclamó asustado, mientras que intentaba excusarse. Yo bufé, y Josephine se acercó a mí tomándome del brazo; ella era la parte dulce y femenina - la única - de nuestra muy... Particular familia.
- Eso no es excusa Erick. - comentó Yuro a volumen bajo, raspando su voz con su garganta, efectuado un sonido grave. Los tres nos quedamos callados, mientras que Yuro caminaba de extremo a extremo por la habitación. - Aunque no hubiéramos vuelto, el que no les hubieras dado las pastillas en su tiempo, era peligroso.- colocó sus manos entrelazadas entre sí sobre su estomago. - ¿Que hubiera sucedido si ellos sospechaban algo? No es coincidencia el que Justin hubiera desaparecido mágicamente, en la misma semana en que Leah desapareció y reapareció milagrosamente en un hospital, y tampoco aparenta serlo. - yo lo miraba con desapruebo, mientras que tenía un enorme coraje atravesado.
El plan hace tres años era simple: Entregaríamos a Leah al hospital de manera "anónima", para mejor explicación, la dejaríamos en urgencias, obviamente con la pastilla ya en su organismo, sin recordar nada. Luego, Erick, se suponía, iría a buscar a los tres mejores amigos de Leah para borrarles de la cabeza lo ocurrido. Pero el muy idiota machista, se le ocurrió utilizarlas para poder acostarse con una mujer de su trabajo, y nos lo había ocultado. Por supuesto, no teníamos ni la mas mínima conciencia sobre ese tema, hasta que la mañana anterior me había encontrado con Leah, y las miradas de Bree no eran amistosas. Ella me había reconocido. Y ahora estábamos todos de vuelta en el estudio, haciendo una intervención contra Erick. Y eso que dicen que el inmaduro inconsciente, soy yo. - pensé mientras me sentaba en el sillón individual de la sala. Erick tan solo se mantenía callado, mientras que los tres lo matábamos con la mirada.
- ¿No hay algo que se pueda hacer? - preguntó Erick con mortificación en la voz. Tampoco era que no esperaba que estuviera así, era lo minino que podía hacer, ¿No? - ¿Y si les damos las pastillas ahora?
- No podemos localizar a Clarissa y preguntarle si nos da pastillas. - Josephine hizo un mohín. - si lo hacemos nos empezará a cuestionar, y llamaremos la atención. Lo que menos quiero, es una visita del consejo... Otra mas, y juro que tiro toda por la borda.
- Vamos Josephine... No es para tanto. - suspiré contradiciéndola. - Yo casi estallo cuando Barbará se apareció de la nada en mi habitación, pero...
- ¿Bárbara? - preguntaron Yuro y Erick al unísono. Inmediatamente supe que algo no estaba bien... ¿No sabían ellos que Bárbara estaba cerca? Más exactamente, ¿En Brownsville?
- ¿Bárbara esta aquí? - preguntó Josephine con un hilo de voz, quedándose sin aire por la noticia. Realmente no me esperaba aquella reacción.
- Si... - comenté mientras los miraba con confusión. - ¿No lo supieron? Entró hasta mi habitación, de hecho pensé que eras tú Josephine. - la miré a un costado de la puerta, recargada en el marco. Su rostro estaba aun mas pálido de lo que usualmente se encontraba, y sus ojos con la pupila dilatada.
- ¿Que te dijo? - preguntó Yuro.
- Nada, solamente se me insinuó de una manera... "No muy de amigos". - suspiraron los tres al mismo tiempo, mientras que yo no comprendía en lo mas mínimo que ocurría. ¿Porque Bárbara llegaría a Brownsville sin avisarle a Yuro? Por eso mismo es que no les había comentado nada del tema, porque no sabía que ellos no sabían de su visita. De hecho, hasta pensaba que me ocultaban algo, y que el consejo había venido para hablar con ellos. Esto solamente dejaba otra de millones de preguntas flotando en el denso aire lleno de partículas.
...
Leah giró levemente su cabeza, agitando así su sedosa y abundante cabellera castaña. Yo suspiré.
Estábamos en clase de Química; aquella era solamente una de las tres clases que me tocaban con la chica que me hacía suspirar con el solo hecho de saber que respiraba. Mierda de efecto que tienes en mi- pensé.
Solamente nos separaban 3 bancas, y el pasillo. Se veía tan perfecta, tan única, tan ella...
El timbre de salida sonó por todos los pasillos y aulas, provocando ya que los estudiantes se levantaran de sus asientos, apresurados por salir a sus casas.
Tomé mi libro sobre el escritorio, y lo aventé dentro de la mochila. Caminé por todo el salón, y salí desganado. Un gran flujo de gente había en aquel momento. Yo caminaba con total lentitud, como si no quisiera nada con la vida.
- ¿Justin? - mi piel se erizó, mientras que no sabía si voltear o no.
Esa voz para mí era el canto celestial de un ángel. Ella era Mi Ángel, la única que me motivaba a seguir luchando para al final poder volver con ella. La única que realmente me conoce, de adentro hacia afuera, aunque ahora no recuerde ni mi apellido. Leah es un Ángel, y no necesita alas para hacerme volar.
Lentamente di media vuelta, mientras que ella me miraba expectante. Era tan hermosa...
- ¿Me recuerdas? Soy Leah, con la que chocaste ayer. - sonrió. "Te recuerdo hasta dormido..." pensé.
- Ah, sí. - contesté indiferente. Ella se desanimó por el modo de mi respuesta, y miró hacia el piso apenada.
- ¿Podemos hablar?
C O N T I N U A R A ~
ESTÁS LEYENDO
The Red Pawn~ Segunda Temporada <TERMINADA>
FanfictionA veces, morir no es un temor, es una opción. Pero para mí, es un destino que ni siquiera había firmado. Tenía miedos, preguntas, tantas preguntas que ni siquiera me había dado el tiempo de leerlas entre líneas, ya que estaban una sobre otra, amonto...