Hipocresía

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Capitulo 35 ~ Hipocresía.


Abrí mis ojos, sin ninguna clase de presión. El sonido del despertador no estaba, y tampoco había nada que hubiera perturbado mis sueños. Era tan solo el cuerpo indicándome que ya había sido suficiente descanso por aquella noche.

Me deslicé entre las sabanas de mi cama, y salí de esta misma levantándome sobre mis pantuflas. Caminé hacia la Puerta, y salí al exterior entre bostezos. Escuché leves voces provenientes del comedor, y caminé hacia allí extrañada.

- ¡Buenos Días Leah! - Sabrina saludó, con tenedor en mano, y en su plato huevo con jamón, y hasta jugo de naranja en un vaso de plastico transparente. ¿Sabrina había hecho de desayunar? Okey... ¡Sabía que era inteligente, pero no tanto!

- ¿Sabrina, Como...?

- Buenos Días Leah. - Su voz sonó proveniente de la cocina. Giré sobre mis talones, y lo encontré con un segundo plato de huevo sostenido por su mano. Justin me sonrió, y yo inconscientemente hice lo mismo. - ¿Estas mejor? - ¿Lo estaba? No lo sabía. Me sentía extraña, como cuando viajas a una ciudad desconocida, esa sensación de querer perderte y explorarla toda por ti misma. Como ese momento donde te das cuenta de que ese día, esa fecha jamás se repetirá igual, y que estas dispuesta a disfrutar cada segundo de tu día. Pero, si, tenía cierto deje de melancolía en mis pensamientos. Peter... Un dolor punzante sentí en el pecho; pero no me tiré a llorar, ¿Para qué? El no escucharía mis lagrimas jamás.

- No lo se. - admití, mientras miraba el plato que Justin sostenía. Ahí fue cuando me di cuenta de que no había ni comido, ni cenado absolutamente nada en el día anterior y que mis tripas rugían con gran furor.

- ¡Oh! Esto es tuyo. - sonrió, dejando el plato en la mesa detrás mío. - Te iba a ir a despertar justo antes de verte aquí para que desayunaras. - yo no hablé, tan solo me mantenía callada mientras que miraba hacia mi plato. Después levanté la mirada hacia Justin, y el sonrió cálidamente otra vez. En cierto modo, me daba una tremenda alegría el saber que ese Justin "Hostil y Frío" se había ido, y que había regresado el Dulce, aunque también me dolía ver que había regresado en base a la desaparición de Peter en mi vida. ¡Mierda! ¡Como quisiera poder tenerlos a ambos! Me senté al lado de Sabrina, mientras que Justin se sentaba del otro costado de la pequeña, quedando el y yo frente a frente. Tomó su tenedor, y enganchó un poco de huevo en el, llevándoselo hasta su boca. A los pocos segundos yo hice lo mismo, y nos encontramos con un silencioso desayuno.

¿Justin se había quedado a dormir? No le encontraba otra explicación. Inspeccioné en un momento inverosimil donde el veía detenidamente a su plato, su ropa. Ahí pude percatarme de que llevaba los mismos Jeans y la misma camiseta, todo igual al día anterior. Gracias al Cielo que mi papá estuviera en McAllen, y que no hubiera estado presente cuando fue la cosa con Peter, o cuando Justin llegó, mucho menos cuando me quedé dormida y Justin seguía aquí. Gracias, Cielo Santo.

- ¿Que hora es? - preguntó Sabrina dando pequeños saltitos estando aun sentada sobre su silla. Justin sonrió y la miró, después posó sus ojos sobre su reloj.

- Las Diez de la mañana. - estipuló con el ceño fruncido. Y en eso, todas las piezas encajaron: Diez de la mañana, en Jueves, en Marzo... ¡Debería de estar en la escuela!

- ¡Justin! - grité de repente, quizás mas exageradamente de lo que pretendía. - ¡¿Por qué no me levantaste a las seis?! ¡¿Apagaste mi alarma?! - Justin y Sabrina de quedaron impávidos mirándome, mientras que yo estaba a punto de saltar de la mesa y correr hacia mi habitación.

- Pensé que era lo mejor.

- ¡No decidas por mi! - grité otra vez, cuando el hablaba en un tono de voz tranquila (un poco asustado) y calmada.

The Red Pawn~ Segunda Temporada <TERMINADA>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora