Suiza

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Capitulo 44 ~ Suiza

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Despertar en sus brazos era un elixir personal. Sentir su piel ardiendo junto a la mia, un pecado que no me arrepentía de haber cometido. 

Con total gentileza abrí mis ojos, y me encontré a mi misma abrazada a un costado del pecho del chico que me hacía sentir de mil maneras, con mil formas. 

Justin Gruño bajo; lo supe al sentir cierta vibración en su pecho desnudo. Sonreí... Se veía tan niño, tan indefenso y angelical. 

Tan insalvable.

Tan Vulnerable.

Tan Dependiente.

Pero, sabía, Justin posiblemente era lo contrario a todo eso. Sin embargo no podía evitar no sentirme culpable, o al menos sentirme... Bah: ni se como me sentía.

Con los movimientos mas cautelosos me levanté de la cama, dejándolo aun dormido en el lugar. Lo observé un poco mas en su pacifico sueño para después poder continuar con mi plan: una refrescante ducha. 

Caminé hacia el otro lado de la habitación y tomé la maleta, aventándola sobre la cama vacía de Justin. La abrí, y examiné la ropa que Josephine había puesto allí para mi. La verdad es que estaba bastante linda, y no me podía quejar, sin embargo el perfume que tenían era un tanto embriagador... Pero nada que no pudiese soportar.

Tomé un short de mezcilla y unos calcetines, así como ropa interior. Una blusa sensilla tipo polo de color rosado fue lo que sostuve con mi otra mano, mientras caminaba hacia el la regadera.



...




Una vez totalmente cambiada, salí del baño. Aunque el cabello aun se encontrara un poco mojado, no me causaba tanta molestia, de hecho me agradaba. 

Cuando salí descubrí a Justin durmiendo boca abajo, con sus brazos y piernas extendidas a todo lo largo y lo ancho del colchón, sin desdén ni limitaciones. Recordé entonces la primera noche... Dios. Valla noche, esa y la que Justo acababa de vivir. 

Escuché entonces un gemido de buenos días de parte de Justin. Su voz carraspeó contra su garganta y se empezaba a despertar. Sin dudarlo corrí y salté sobre la cama, cayendo sobre su espalda. El hizo un deje de dolor mientras yo le besaba el hombro desnudo en su piel ardiendo. 

- ¿Buenos Días? – dijo con voz ronca mañanera. Yo sonreí y tan solo lo abracé estando a un sobre de él, pero en su espalda. 

- Tengo hambre. – le dije al ras del oído. El sonrió, lo noté gracias a una perturbación en su mejilla. 

- Cómeme. – sonrió un mas. Yo solté una fuerte carcajada desde lo más profundo de mi pecho, y me estiré un poco para alcanzar su mejilla. 

- Quiero comer, enserio. 

- ¿Insinúas que yo no soy comida de verdad? – dijo él mientras movía su cuerpo de modo en que me caía de su espalda al colchón. Y en uno de sus rápidos y audaces movimientos, el terminó sobre mi recargado en sus brazos a mis costados. Unió nuestros labios en un corto beso, y después se separó un poco para poderme ver todo el rostro. 

- Tu eres… otra clase de comida. – reí sigilosa mientras estiraba mi cuello para besarlo. 

Y otra vez, la temperatura tanto en el como en mi se elevó al máximo. Con sus brazos comenzó a acariciar mi brazo, y me tomaba del cuello, acción que provocaba en mi bastante cosquilléo. 

La pasión se apoderó de mi de nueva cuenta; era un modo bastante efectivo de mantener mi mente ocupada y de olvidarme del hecho de que tenía a Baltazar detrás de mi, un asesino que haría cualquier cosa para mantener a un Vampiro vivo solo para poder asegurar riqueza y bienestar de por vida a todas las generaciones que llevasen el mismo apellido. 

Aunque un escalofrío quiso cruzar mi espina Dorsal, Justin no le dio oportunidad, ya que en el instante en que sentí el inicio en la columna baja, fue cuando Justin acarició mi espalda entera con sus cálidas manos. Me colgué de su cuello mientras que acariciaba su marcado pecho y me impregnaba con su olor personal. Empecé a dar pequeños jalones a su cabello mientras que el reía sigiloso: que le hiciera esos mimos le causaba cosquillas en aquella parte trasera posterior del cuello. 

- ¿Si sabes lo que causas con eso Verdad? - Preguntó deteniendo sus ojos en los míos. Sin embargo después volvió a atacar mis labios. 

- Me encanta el efecto que causa. - sonreí entre besos para volver a retomar el oxigeno que el me robaba.

Pero Justo al momento en que Justin estaba a punto de quitarme la blusa, su teléfono comenzó a Vibrar en la mesa de noche. Yo lo miré inclinando mi cabeza hacia ella, y Justin aprovechó para besar mi cuello. Definitivamente, una debilidad mas. 

- Contesta. - dije con dificultad; sus caricias solamente me tenían como alguien que bebe agua salada: mientras mas bebes, mas sed te da. 

- Que deje un Mensaje. - dijo el mientras tomaba mi cadera y pasaba sus manos por mis glúteos. 

- Contesta, Justin. Puede ser importante. - separándolos con mis débiles manos en mi pecho, Justin suspiró enfadado. Sin quitarse de encima extendió su brazo, tomando el teléfono. Miró la pantalla, y por la mirada alarmada me di cuenta de que tenía razón: Podía ser Importante. 

- Yuro. - dijo el apenas contestó. 

Escuchaba lejos la pequeña voz de Yuro en el Teléfono, mientras que el rostro de Justin se mostraba serio y critico, analizando las palabras de su tío, mientras que miraba a algún punto invisible en la almohada. 

- Esta Bien. ¿Cuando sales para haya? - y la vocecita de la cual no identificaba palabras continuó hablando. Justin frunció la frente, y suspiró profundamente. Como canzado de todo. 

- Nos vemos haya entonces. - dijo para colgar, y justo después mirarme. - Tenemos que salir de aquí. Ahora mismo. 




...





Recorrimos todo el aeropuerto con rapidez, hasta llegar a la taquilla de Boletos. Allí Justin dió un Nombre, y una clave. La Mujer de tez rubia y ojos verdes sonrió antes de entregarle los Boletos Marcados. 

- Toma, Guardalos tu. - Dijo el colgandose su mochila. 

Cuando los tuve en mis manos, pude ver un Nombre: Suiza. 

The Red Pawn~ Segunda Temporada <TERMINADA>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora