Sabor a Mar [Completa]

Capítulo 4

Valentina Fuentes

¿Nada? ¿Realmente no le pasaba nada?

Se estaba mintiendo a ella misma, porque con el vecino le pasaba todo menos nada. Y aunque su presencia en su departamento la ponía de pelos de punta, le agradó su compañía. Se acomodó a su lado, y le pasó una copa con vino. Sin muchas palabras, comenzaron a comer, mientras veía como ese rubio de dorada piel, comenzaba a hurgar en su televisor y espacio. Buscó una serie que él veía, y que ella jamás había visto.

-¿Me estás bromeando que jamás has oído de "La casa de papel"?

- No.- Le contestó tranquilamente, mientras volvía a morder el trozo de pizza, y Gaspar sólo meneaba la cabeza.

- No sé en qué mundo vives, Valentina. Pero la veré por ti, nuevamente.

- Ya, aunque prefiero que sea una película. No me detengo hasta terminar de ver la serie.- Él la quedó mirando risueño, y levantó las cejas.

- ¿Me estás pidiendo que venga otro día?

- ¿Qué? ¡Yo no he dicho eso!- No quería impacientarse con el tipo, pero es que siempre lograba hacerlo.- ¡Dios es insoportable lidiar contigo!

- No todas dicen lo mismo.- Dijo socarrón. Valentina puso los ojos en blanco, y miró la pantalla.

- Me imagino, seguramente no les das tiempo ni para contestar. Ahora. ¿Me dirás porqué me hiciste creer que eras gay?

- Valentina, tú eres la que saca conclusiones apresuradas, yo no te lo confirmé ni lo negué. Pero es que saliste corriendo despavorida.

- Sí, es que me asusté.

- ¿Homofobia?- Valentina lo miró con el ceño fruncido, pero no sabía qué responder a eso. Podría decirle que se sintió muy decepcionada al creer su preferencia sexual, y no se trataba expresamente de discriminaciones.

- No, sólo que no creí...- No sabía ni cómo decirlo para que él no sacara provecho de eso.- No se notaba que fueras gay.

- Tranquila que no me molesta, de hecho me he divertido mucho con todo eso. Joaquín se ha burlado todo el día, y me ha enviado hasta memes al respecto.

- Hay memes para todo.

- Exacto.- Se rieron y volvieron su atención a la pizza, rellenaron sus copas, y Gaspar reprodujo una película de acción de Keanu Reeves, donde había demasiada sangre y muerte, algo que no le gustaba tanto. Pero su compañero le ponía su toque de humor a todo, y se burlaba de escenas. Valentina supo en el momento exacto que ya había tomado más de la cuenta, porque miró a su vecino y todo su cuerpo reaccionó, bebió el vino de la copa, mirándolo fijamente. Él estaba pegado a la tv, así que aprovechó de seguir observando sus bellos rasgos. Pero se quedó en una zona que le hizo agua la boca, sus labios. No eran grandes, ni tampoco tenían una línea, sino que la proporción exacta para un hombre que podría besar bien. Recordaba el topón de horas antes, y casi se atraganta con el vino.