PRÓLOGO
Gaspar Ferrada
Pichilemu, Región
10 de Septiembre 2018
Miraba pensativo el mar que lo rodeaba, sintió que se ahogaba. Hacía dos noches venía soñando el mismo acontecimiento, se veía encima de la tabla y se caía, la cuerda que sujetaba su tobillo se atascaba en una piedra y no podía escapar. Y luego todo se volvía demasiado oscuro.
Esa mañana se había sentido inquieto, su madre como si lo presintiera lo quedó mirando pensativa, y le preguntó dos veces como se sentía. La respuesta de parte de Gaspar era la misma.
"Bien"
Pero como siempre tan perspicaz su madre, detuvo su quehacer del desayuno, y se acercó. Y no sólo eso, sino que acarició su mano tiernamente, y él sintió un nudo apretarle la garganta.
-Nadie te está obligando a casar, hijo...- Su comentario lo impresionó. ¿Tanto se le notaba? Tragó saliva y no le dijo nada.
Pero ahí estaba, mirando esas enormes olas, que sólo Pichilemu le podía entregar, una ciudad de veraneo, pero que cada vez era más habitada por residentes con dinero.
Tenía que reconocer que tenía más ganas de huir que volver a casa. Sacó una goma de mascar y la llevó a su boca. Entró al mar surcando las olas, y se deleitó en esa libertad que lo inundaba cada vez que estaba ahí. Su lugar favorito en el mundo, lamentablemente ni eso logró tranquilizar, su estado mental. Salió a la orilla después de algunas horas, comenzó a quitarse el traje, paró la tabla en la arena, y suspiró mirando la inmensidad del mar. Estaba por esconderse el sol, durante esos días no era muy transcurrida esa playa, y no había más que otro surfista, y hombres pescando con su caña en la orilla. Tomó la mochila que había dejado junto a la toalla y sacó su celular.
"18 llamadas de Camila"
"2 llamadas de Mamita"
"3 llamadas de Diego"
Prefirió llamar a su hermano, y esperó pacientemente la respuesta.
-¡Mierda Gaspar! Ésta mujer está como loca, lleva buscándote por horas. ¿Dónde estás? Saliste temprano de la casa.
- Donde siempre.
- Ya... pero ¿ahora te vienes a la casa?
- No lo sé Diego...
-Mi mamá me comentó algo, que te vio un poco extraño en la mañana. Y no sólo eso, sino que un poco arrepentido. ¿Te quieres casar? Quedan dos semanas todavía, para que lo pienses.- Gaspar respiró profundo dos veces antes de contestarle a su hermano menor.
- Me siento extraño, ya sabes con esa sensación que no estoy haciendo algo bien. No sé si es el matrimonio u otra cosa. Pero así me siento.
- Ven a la casa, nos tomamos una cerveza y conversamos, puede que así pienses con más tranquilidad.
ESTÁS LEYENDO
Sabor a Mar [Completa]
RomansaPorque en la vida nunca bastaba, Gaspar creía conocer la felicidad plena junto a su novia, pero un día se da cuenta que nada de eso es real, anhela nuevamente esa libertad, ese deseo de volver a ser como antes. Dejando atrás una ciudad que lo vio na...