Capítulo 17

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Este mes estuvieron de cumpleaños tres de mis primeras lectoras. 

mavian72 micky y Pallydesigner Felicidades!!!!!!!!!

Gaspar Ferrada

Subió las escaleras con una rapidez apremiante, suspiró tres veces fuera de su puerta, antes de llamar. No quería parecer desesperado, sólo quería tocarla, verla. Besarla. Por lo que la decepción lo sosegó, no abría, ni siquiera estaba. Estuvo durante dos horas esperando que llegara. Apenas eran las diez de la mañana, había hablado con ella el día anterior, no podía ser que en tan poco hubiese encontrado trabajo, imposible.

Iba a ir a comprar algo, cuando marcó su celular. Estaba bajando el primer peldaño de las escaleras, cuando escuchó la canción de Camila Gallardo, que tenía en el tono de llamadas. El celular estaba dentro del departamento, tuvo esa esperanza, que estuviera mirando por la puerta y no quisiera abrir su puerta, pero ella no era así. Estaba a poco de tirar la puerta, cuando Don José llegó a su lado.

-No está, hijo. Ayer salió, doña Flora me lo dijo... pero ya era tarde.

- ¿A qué se refiere?- De pronto la voz del hombre, lo sofocó. Algo había pasado.

- Dígame... ¿Qué pasó?

- Su padrastro, él se la llevó. Me comentó de él, me dijo que no lo quería cerca, pero al parecer subió hasta acá, y la esperó en penumbras.

- ¿Cómo sabe eso? ¿Y no hizo nada?

-Estaba mi compañero, hijo. No sabía nada... estoy muy preocupado...

- Llamó a los carabineros.

- Ni siquiera sé cómo se llama...

- Gerardo.- Dijo seco, con el nudo presionar su garganta.

- Ni tampoco sé su dirección...

- Cuando yo llegue allá, se la envío. Por favor don José, apenas lleguen los carabineros les da la dirección. Si es lo que creo que está pasando, no pueden demorar.

- Usted cree que la...

- Mejor no digas nada...- Bajó las escaleras como loco. El dolor penetró sus entrañas. Entonces su voz apagada, y llena de emoción pareció repetirse en su oído.- ¡Maldita sea... maldita sea! Lo siento... lo siento, Valentina. Debí estar acá. Para ti.- Todo su cuerpo estaba oprimido por los nervios de la situación. No quería pensar lo peor, pero la imagen de Valentina en el piso, le aparecía una y otra vez.

Intentaba sobrepasar los vehículos, pero le era casi imposible, parecía que el minutero avanzaba a velocidad agobiante, e intentaba una y otra vez no pensar mal. Entonces se le ocurrió llamar a Lucía, un día Valentina lo había llamado desde ahí, y guardó el número.

Sabor a Mar [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora