Sabor a Mar [Completa]

Capítulo 30

Valentina Fuentes

Los días con esa familia, pasaban volando, veía a todos organizar su cumpleaños como si fuera la boda de una de las hijas de la casa, cuando era una recién conocida. Ya había cumplido un mes en esa casa, y parecía ser parte de ese núcleo. Y le encantaba.

Con Gaspar todo estaba mucho mejor, aunque siempre lo notaba ansioso, ahora sus ojos le decían algo, pero que sabía jamás le diría, aquello le calaba el corazón, pero la hacía pensar que algún día pasaría. Porque ella se sentía igual, a veces deseaba gritarle cuán enamorada estaba de él, cuánto amaba cada detalle. Pero al parecer eso no bastaba.

Con Emilia hicieron la lista de invitados, a los que la mitad no conocía, y ella le sugería por la cercanía con la familia, cuando le preguntó si invitaría a Camila, se lo pensó pero dijo un rotundo "No", que todos entendieron, con Hugo fue diferente porque era invitado con Emilia, no le podía negar eso. Gaspar le dijo de algunos amigos de surf, que quería que conociera, pero no eran muchos. Así que el círculo se cerraba más en cercanos. Y eso le agradó, aunque la emoción que sentía con hacer por primera vez una fiesta de cumpleaños, era lo que la hacía casi chillar de alegría, y todos se daban cuenta de eso.

Al día siguiente sería su cumpleaños, y no veía a Gaspar para ir a dormir, estaba agotada. Cuando estaba saliendo a la terraza lo escuchó hablar con Diego, pero se iba a retirar cuando escuchó su nombre y se interesó por la conversa.

-No puedo dejarla, Valentina aún me necesita...

- Gaspar, pero estoy seguro que ella entendería, es una marca que te quiere, no es algo para tomar a la ligera, es lo que siempre soñaste, viajar y poder grabar tus experiencias en diferentes playas, y todo pagado. Hermano, piénsalo...- Valentina retrocedió y cerró las mamparas, se quedó ahí apoyada hasta que Isabel la habló.

- Hija ¿Te pasa algo? Estás pálida...- Asintió a Isabel que estaba bien y siguió caminando, subió las escaleras con las piernas adormecidas, la sensación de mareo no la dejó hasta llegar al baño de la habitación de Gaspar, se metió y vomitó lo poco que había comido en la tarde. Se lavó la cara, y se miró al espejo. Siempre que hablaban de eso con Gaspar, él decía que nada lo amarraba a estar con ella, ahora se daba cuenta que sí, él estaba atado a tener que cuidarla, protegerla de todo, y de todos.

Ni siquiera era capaz de seguir sus sueños ¿Por qué? ¿Por ella? ¿Por lo que tenían? No lo entendía, se suponía que su relación se basaba en la confianza y la amistad más fuerte que los unía, y no sólo la responsabilidad del uno con el otro. Cuando se sintió mejor, y trató de manejar con más tranquilidad la situación o cómo le diría a Gaspar que ella no era "Su" responsabilidad. Se sentó en la cama, para esperarlo.

Siempre había querido sentirse como estaba con esa familia, segura, feliz y tranquila, pero siempre se veía opacada por situaciones que recordaba del pasado. Ahora sin darse cuenta era el propio Gaspar quién la hacía sentir mal.