Sabor a Mar [Completa]

Capítulo 32

Valentina Fuentes

La mejor versión de mi (Natti Natasha y Romeo Santos)

No sabía cómo había podido pronunciar esas palabras, pero parecía que por primera vez su mente había conectado al corazón, y simplemente habían descrito sus sentimientos a ese hermoso momento. Porque estaba demás decirlo, pero con Gaspar jamás había sido sólo sexo, siempre la había tratado mejor que nadie en la cama, se había preocupado de hacerla sentir especial, querida, apreciada, amada, admirada. Tenía pleno conocimiento que eso no se daba con cualquier persona, sólo con él, la persona correcta para ella.

Momentos después se quedaron recostados en la arena, y Gaspar se levantó riendo.

-¿Quieres bañarte desnuda?

- ¿Desnuda? ¿Estás loco? son casi las cuatro de la mañana... Gaspar... Gaspar no...- Fue tarde para terminar la oración estaba completamente desnudo frente a ella, con una sonrisa ensanchada y mirada desafiante. Claramente no se dejaría derrotar por una propuesta como esa, se levantó con una sonrisa nerviosa, y miró a su alrededor, no había nadie, además recién había estado haciendo el amor y gritaba como si nada, ahora no se podía hacer la tímida. Menos delante de ese hombretón, que sólo le daba palabras de agrado cada vez que la veía desnuda. Se desvistió rápido y corrió al agua. 

- Ésta es una locura.- le gritó pero chilló con más ganas cuando sintió el agua tocar sus pies.- ¡Está heladísima! ¡En ti no se nota eso!- Lo vio nadar sin inmutarse, pero ella era demasiado frío lenta, estaba comenzando a retroceder, cuando lo vio ir tras ella.

- ¡Ya estás dentro, osita!

Gritó cuánto quiso, pero en cada chapoteada que le daba fue acostumbrándose a la temperatura, y a pesar que los dientes castañeaban reía a carcajadas con Gaspar. Después ni siquiera se cohibió al estar su cuerpo por completo desnudo, de hecho la sensación fue muy estimulante.

-¿Te acuerdas cuando lo hicimos en la playa?- Le preguntó él mirándola coqueto.

- ¿Cómo podría olvidarlo?- Le dijo sonriendo.

- ¿Quieres repetir?- No fue necesario responder, sus labios se buscaron y lo volvieron a hacer, en la oscuridad de esa mágica noche y con el mar siendo su testigo.

***

Era casi el amanecer cuando llegaron a la casa, Diego aún estaba conversando con uno de los amigos de Gaspar, mientras que el otro dormía a su lado.

-¿Dónde estaban? ¡Vaya veo que alguien se ha divertido más que nosotros!- Diego les dijo eso en tono de broma, pero se notaba que había bebido suficiente.

- Iremos a dormir, como vi luces encendidas vine a mirar. Apaga todo, Diego. Y creo que es hora de dormir. En unas horas será de día...- Gaspar la tomó de la cintura y caminaron a la casa.