Ellie llegó a casa dos horas después que Margot. Cuando entró el reloj marcaba las 16:00.
Subió a su habitación y cerró la puerta. Vio por la ventana y se cercioró nuevamente de que el cielo aún estaba gris. <<Quizá lloverá>>, pensó.
<<No, no quizá, lloverá>>.
<<¿Cómo lo sabes?>>.
<<Lo sé, y punto>>.
Pensó que no eran más que divagaciones, y dejó el tema, no quería discutir ahora con <<ella>>, como llamaba a esa voz de su mente que aparecía en ocasiones. A veces aparecía para decirle qué hacer en situaciones difíciles, y a veces sólo para molestar o indicarle que estaba equivocada.
<<Ella>> había existido desde que nació, pero Ellie pensaba que <<ella>> estaba desde antes. Lo que muchas personas habrían llamado <<la voz de la razón>>, Ellie le llamaba <<ella>> porque no pensaba que fuera <<la voz de la razón>> porque no siempre tenía razón. Se equivocaba. A veces se equivocaba, y resultaba contradictorio para Ellie. Como la ocasión en que se sentía enojada y quería gritar, y <<ella>> le había dicho que lo hiciera, que no había problema, y lo había hecho. Gritó <<¡mierda!>> a todo pulmón, y al final resultó que su madre estaba en casa, en la sala de estar, y lo escuchó todo a la perfección.
A veces <<ella>> le ayudaba, y también a veces <<ella>> se equivocaba, y a veces <<ella>> era una perfecta ca...
-...brona- terminó.
Se acercó a la ventana y tocó el cristal con el dedo índice y el medio. Comenzó a golpear levemente la ventana con su uña, cada vez más rápido. Después lo hizo con ambas uñas, con fuerza y rapidez.
Miró al perro sentado bajo el viejo el árbol, y a Ellie le pareció que esperaba algo.
El ruido que hacía el tacto de su uña con la ventana le tranquilizaba porque rompía con el silencio. El silencio que inundaba la casa la mayor parte del tiempo. Producía un sonido parecido a <<tit>>, un sonido relajante, tranquilizador.
<<Detente>> le dijo <<ella>>.
Lo hizo.
Y la primer gota de lluvia chocó contra su ventana.
ESTÁS LEYENDO
El Visitante Oscuro
Mystery / ThrillerEllie, una niña de apenas once años, despierta tras haber tenido una horrible pesadilla, la cual no recuerda con exactitud más que dos simples pero estremecedoras palabras: "sangre" y "algo oscuro". Tiene la absoluta certeza de que algo va a ocurrir...