Narra Natalia
Llegué a su portal y le puse un mensaje de que ya estaba allí ya que no sabía cual era su piso. De mientras me fume un cigarro, cuando el sonido de la puerta llamo mi atención.Allí estaba ella
Llevaba un mono negro, unos pendientes dorados y su pelo recogido, dejando ver su cogote afeitado. Estaba preciosa, sus ojos esa noche brillaban de una manera diferente, su sonrisa era aún más perfecta y su blanca piel se veía aún más reluciente con las luces de Madrid.
-Estas preciosa rubia-dije abrazandola
-Tu también Natalia-dijo sonriendo-y bueno, ¿a dónde vamos a ir?
-Es una sorpresa, no se si vas a poder soportarlo-dije arqueando una ceja para retarla
-¿Por quien me tomas?-dijo revelandose
La agarre de la mano y empecé a correr. Me costaba un poco ya que prácticamente tiraba yo de ella. La pobre llevaba unos taconazos, pero seguro que merecía la pena.
Primera parada, el Restaurante Italiano por excelencia. 5 estrellas, toda la variedad de pasta que te puedas imaginar y el mejor vino de Madrid. No pude elegir mejor.
- ¿Comida italiana?-dijo con cara de "has ido a lo seguro eh"
-Llevarte a un sitio y que no te guste, no me la juego-dije un poco más cerca suya, mientras me separaba sonriendo
Acabamos de cenar, pero la noche sólo acababa de empezar.
Salimos del restaurante y volví a coger a Alba de la mano y empecé a correr.
Segunda parada, Heladería Tentaciones, la heladería más famosa de Madrid.
-De que lo quieres rubia? Tienes cara de que te gusta el helado de fresa-dije con toda seguridad
-Y eso porque-dijo haciéndose la enfadada
-Porque eres como una niña chica, adorable y refunfuñona-le di un toque en la nariz
-De kinder bueno y vainilla porfavor-dijo con una sonrisa de oreja a oreja
-Mmm buena elección-dije sorprendida
Nos acabamos el helado y seguimos corriendo hasta llegar a la fuente "magica" o asi la llamaban, ya que se suponía que si pedias un deseo y tirabas una moneda de espaldas a la fuente, el deseo se cumpliria. Sinceramente yo nunca he creído en esas cosas.
Llegamos y nos paramos en frente
-Woww- dijo Alba sorprendida- es increíble Natalia
La verdad esque nunca la había visto de noche. Era increíble ver la fuente rodeada de todas aquellas luces, pero lo que sí que era increíble es ver como se reflejaba en sus ojos.
-Venga va pide un deseo- dije ofreciéndole una moneda
Ella se colocó de espaldas y tiro la moneda y me sonrio.
Pero querida Alba todavía quedaba la última parada.
-Ayyy Nat me duelen los pies-dijo mientras corría agarrada a mi mano
-Venga que ya es la última, pero antes dejame taparte los ojos
Sentí como se sentía insegura, pero le di un beso en la mejilla y le dije que confiara en mi. Agarrada a su mano la lleve hasta mi lugar preferido.
Ese sitio siempre me ha parecido increíble, era la terraza del bar más alto de Madrid, ya podréis imaginaros sus vistas. Llegamos y le quite la venda de los ojos mientras la abrazaba por la espalda
-Dios Natalia es increible-dijo con la boca abierta
-Aquí venía yo cuando me sentia mal, cuando me sentia sola. Sabes, cuando me aleje de mi familia no fue nada fácil pero necesitaba escapar de allí. Al principio fue difícil pero aquí estoy- dije sonriendo aunque un poco triste
-Lo dura que pareces pero en realidad eres una blanda eh-dijo intentando alegrarme
Y la abrace, simplemente lo hice.
Lo necesitaba, sentía que era mi refugio
Después de hablar mirando Madrid, la acompañe a casa.
-Bueno rubia, que puntuación le das a esta super noche?-dije picaramente
-Mmm un 8.5-mintio
-Solo?-dije arqueando una ceja
-Quizás podrías mejorarlo-dijo con una cara piendome que me la comiera a besos
Me acerqué a ella, muy cerca, casi podía sentir su aliento, ella cerró los ojos mientras yo me aproximaba a su boca. Ella lo estaba esperando, todo su cuerpo estaba preparado, pero yo en el último momento desvie mi camino hasta su mejilla y deje hay un suave beso.
Me aproxime a su oreja y susurre
-Buenas noches rubia
Dejando a esta con mil sensaciones recorriendo todo su cuerpo mientras yo me marchaba por esa calle desierta con la mayor de mis sonrisas, pues no se hacer las cosas de otra manera.
ESTÁS LEYENDO
She knows she's toxic| Albalia
FanfictionEran dos chicas, Alba una rubia de metro sesenta, a la cual le encantaba cantar y dibujar, es más estudiaba Bellas Artes, y por otro lado Natalia, una chica de pelo negro de metro ochenta la cual tenis una personalidad un tanto peculiar. Era muy con...