LII

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Narra Natalia
Me desperté y prácticamente no podía moverme a causa de una rubia que me tenía agarrada. Y os juro que es una de las sensaciones más bonitas de que te puede dar la vida.

Yo nunca he sido de creer en el destino ni en las casualidades, siempre he sido más de pensar que cada uno se trabaja su propio camino y que si al final consigues las cosas es por tu propio mérito.

Pero esta rubia se colo en mi vida y ni si quiera me percate de que, de manera irracional, también se hizo un enorme hueco en mi corazón. Y aunque ahora haya que luchar, nada es mejor que hacerlo con ella a mi lado sujetandome la mano para no caer.

Comencé dejando besos muy suaves por su cara, haciendo un recorrido con destino a su cuello. Se notaba que ese era su punto débil porque nada más rozar mis labios comenzaba a despertar.

-Mmm Nat..-dijo despeetandose

-Mmm cat-dije ronroneandole como un gatito

-¿Podrías despertarme así todos los días?-pregunto ella rodeando mi cuello con sus brazos

-Todos los días de mi vida-dije sabiendo lo que eso suponía.

Poco más tarde nos levantamos y fuimos a desayunar encontrándonos con una situación un tanto extraña pues todavía seguíamos en casa de mi padre.

-Buenos días Natal... ¿Alba? ¡Pero que haces aquí!-dijo mi hermana emocionada

-Ay Helena-dijo Alba acercándose a ella y dejando un beso sobre su cabeza

-Helena hay mucho de lo que hablar, acaba de desayunar y nos sentamos a hablar-dije yo un poco más seria

Ella asintió y continuó comiéndose su tostada. Mientras tanto nosotras dos fuimos a la cocina y preparamos nuestro desayuno.

Parecíamos la misma pareja de hace unos años, como si no hubiese pasado el tiempo.

-Albi si piensas que por llevar sólo una camiseta y unas bragas me vas a calentar lo llevas claro-dije mientras pegaba un sorbo al café, al percatarme de cómo se había levantado la rubia

Ella se miró a si misma y se dio cuenta de la situación.

-Vaya... mi técnica no funciona...-dijo mientras tiraba una cuchara al suelo- vaya se me a caido, que torpe-dijo agachandose dejando su precioso culo a la vista.

No pude resistirme y la agarre de las piernas para acercarla a mi y darle un bocado en una de sus nalgas

-Uff Natalia-dijo Alba

-Ufff Alba-dije yo

Ella ya estaba de pie delante de mi, clavando su mirada en mi. No aguante ni un segundo más, me levanté de la silla, me acerqué a ella y la bese con ansias. Agarre sus muslos y la subí a la encimera sin dejar de besarla.

Ella sonrió en mitad del beso y a mi se me paro el mundo.

-Te quiero rubia-dije finalizando con un suave beso

-Te odio, acaba lo que empiezas-dijo intentando agarrarme con sus piernas aún sentada en la encimera.

Y yo me deje agarrar pero para poder acercarme a ella y susurrarle al oído.

-Vamos a hablar ya con mi hermana por favor-deje un beso debajo su oreja

Ella asintió, pues sabía que era algo que no se podía retrasar más.

Y así fue, ambas nos dirigimos al salón donde se encontraba mi hermana sentada viendo la tele. Quizas va a ser a la persona a la que más me cueste contárselo, pero merecía saberlo.

She knows she's toxic| AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora