Narra Natalia
Me levanté y todo estaba en silencio. Era demasiado raro ya que mi hermana era un terremoto, así que salí y efectivamente, no había nadie.¿Dónde estaría la mocosa a estas horas?
La puerta se abrió sacandome de mis pensamientos, dejando ver una Helena sonriente
-¡Buenos días!-dijo ella nada más entrar
-Por dios que felicidad, ¿dónde estabas?-pregunte curiosa
-Ya sabes Alex me había dicho de ir a ver el amanecer y...-hizo una pequeña pausa
Yo puse una mueca para que continuara.
-¡Estamos juntos!-dijo saltando por toda la casa
-Ahora me tocará aguantar tu ecoñamiento y tus bajones, ¡¿Por qué dios mío?!-dije dramatizando
-Oye pues igual que yo contigo-dijo dándome un golpe en el brazo
Ambas reiamos felices. Y es que era así, estaba feliz por mi hermana. Había encontrado a alguien que la hacia feliz y verla así era increíble, sólo espero que no le hagan daño por que no me lo podría perdonar jamás. La vigilare de cerca aunque dejandole su espacio, todo ser humano debería vivir su propia historia de amor en condiciones.
-Todavía es temprano, había pensado comprar el desayuno y llevárselo a casa a mi churri-le dije a Helena
-Si si, voy contigo porfa, Marta me cae super bien!-dijo suplicandome
-Venga plasta, coge el casco-dije abriendo la puerta
Y así fue, fuimos a la primera churrería que había y compramos una buena garrafa de chocolate y churros para parar un tren, pero se que le encantaría.
Llegamos a casa de Alba y tocamos el timbre.
-Pero bueno ¿vosotras que hacéis aqui?-dijo sorprendida
-Martita-dijo mi hermana lanzándose a sus brazos
-Mira chica yo no se que le das a mi hermana, pero esta loca contigo-dije entrando a la casa
-Po' que tengo un arte que no puedo con el-dijo Marta con su acento andaluz
Todas nos reimos, yo dejé el desayuno en la encimera y me dirigí al cuarto de Alba. Abrí la puerta y me encontré la imagen más entrañable del mundo.
Estaba acostada en su cama con todos los pelos revueltos, con las sábanas cubriendole medio cuerpo y con una cara relajada. Podría quedarme así toda la vida, pero también tenía ganas de sentirla un poco.
Me subí a la cama despacio para no despertarla y me puse encima suya dejando caer un poco mi cuerpo. Una vez así empecé a besar su cuello lentamente.
-Mmm-dijo ella aún dormida
-Buenos días princesita-dije continuando con mis besos que ahora subían por su mandíbula
Pero esta seguía inmensa en sus sueños por lo que le di un pequeño mordisco en su mandibula
-Ayyy-dijo levantándose con cara de dolor- que bruta que eres-dijo nada más verme
-Yo también me alegro de verte eh-dije molesta levantandome de encima suya
-Anda ven aqui churri-dijo tirando de mi brazo para quedar otra vez en la misma posición.
Nos quedamos a una distancia muy corta, podíamos sentir nuestros labios rozandose, era una sensación indescriptible.
-Hola-dijo ella graciosa
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She knows she's toxic| Albalia
FanfictionEran dos chicas, Alba una rubia de metro sesenta, a la cual le encantaba cantar y dibujar, es más estudiaba Bellas Artes, y por otro lado Natalia, una chica de pelo negro de metro ochenta la cual tenis una personalidad un tanto peculiar. Era muy con...