She knows she's toxic| Albalia

XVI

Narra Natalia
Desde que Alba desapareció de mi vida, no he sido capaz de pensar en nadie más. La Mari, África y demás siempre intentan que salga de fiesta y disfrute, y que folle todo hay que decirlo.

Pero en todo este tiempo he sido incapaz de tener algo con alguien, ni siquiera un simple lio de una noche. No he sido capaz de tocar a nadie que no sea ella, que no sea su dulce piel pálida. No soy capaz de mirar a nadie porque nadie se compara a ella.

Pero claro, me imagino a ese estúpido de Joan poniéndole una mano encima a mi rubia... bueno a Alba, y ella disfrutando entre sus manos que ya no son las mias y me jode tanto, que lo haría hasta olvidarme de todo.

Habia decidido salir a la calle a cantar con mi guitarra y así poder sacar un poco de dinero. Pero una vez allí y habiendo tocado sólo una canción, un hombre se me acerco.

-Hola Buenas, me llamo Manu y tengo una productora musical, y estamos buscando a gente con talento para dar pequeños conciertos en un bar muy conocido de aquí, se que no es mucho pero si todo sale bien podrías triunfar-dijo con una sonrisa

-Emm bueno, estoy un poco impresionada ahora mismo-dije con los ojos muy abiertos y el me corto.

-Perdona he sido demasiado directo, mira tomé mi tarjeta y ya me llama con lo que decidas-dijo ofreciéndole una tarjeta de identificación

-Vale, muchas gracias por esto, por cierto me llamo Natalia- dije nerviosa, aún seguia sin creerme que alguien se había fijado en mi

-Es un placer Natalia, tienes una voz increíble, nos veremos pronto te lo aseguro-dijo marchándose y señalandome con un dedo

Esto no podía estar pasando era increíble, nunca me imaginé poder cantar delante de una gran masa de gente, no era mucha, pero a mi me basta.

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Después de contarle la noticia a María y África, dijeron de salir a celebrarlo, aunque sabía perfectamente que era una excusa para que saliese de casa, y aunque no tenía muchas ganas de fiesta decidí salir porque estaba muy feliz y quería celebrarlo.

La noche fue como otra cualquiera, me acabe cansando y me fui mucho antes que todo el grupo. Ya no era aquella Natalia que salía a triunfar, pues ahora su triunfo sería tenerla a ella.

Cuando salí de la discoteca note como alguien me seguia, lo sé porque notaba como los ojos de esa persona se clavaban en mi nuca, hasta que se acercó a mi y me agarró la cintura

-Ostias!-me sorprendi- Hola peque

-Hola cariño- dijo Julia riendose

La verdad es que después de todo lo que paso, Julia y yo estabamos super unidas, yo le conte todo lo que paso y ella se sorprendio bastante y hasta me pidio disculpas, cuando en realidad la culpa la tenia yo. Me soportaba cada vez que estaba de bajón, me acompañaba en esas madrugadas donde sólo te apetece ver películas de amor y comer helado de chocolate, era como una hermana para mi.

-¿Otra vez te vas en mitad de la fiesta?-pregunto como siempre hacia

-Ya sabes nena-dije agachando la cabeza- esto me supera, y aunque lo intente no puedo.

-Te entiendo-dijo mientras me paraba en seco y me miraba fijamente- pero no puedes seguir así mirate

Me observe

-¿Qué pasa conmigo? ¿Qué tengo?- pregunté super confusa

-Dirás que no tienes-dijo arqueando una ceja- creo que te falta una sonrisa preciosa en esos labios mi amor.

Y ese comentario sin duda me hizo sacarla, y también una risa un poco triste, pero era unas de las pocas veces que lo había echo en estos meses

-Oye-dije

-Dime

-Te quiero gracias por todo-dije tierna mientras la abrazaba

Por lo menos tenía a gente a mi lado que me apoyaba.

Narra Alba
Pronto sería el cumpleaños de Marta, entonces estuvimos preparando una fiesta sorpresa, en realidad tampoco sería nada fuera de lo común, empezariamos en nuestra casa y más tarde acabaríamos en un bar donde daban un concierto.

Íbamos a ir todas aunque no sabía si Natalia iría. La verdad es que no tenía ganas de verla aunque algo en mi interior, me decia que necesitaba volver a ver su sonrisa.

Ese mismo día fuimos a comprarle un regalo a Marta. Al fin nos decidimos por unas vacaciones en un pequeño pueblo de Galicia por que además de que era precioso, también le haríamos un gran favor a Sabela que como ella dice tiene "morriña"

Además así por lo menos también me despejaria un poco de todo esto aunque todavía tenía la duda de si invitar a Joan. A ellos no les hacía mucha gracia ya que sabía que Joan no era muy agradable conmigo pero lo dejaron a manos de la rubia.