Narra Natalia
Me sentía la persona más afortunada del mundo por tener lo que tengo en este momento. Nunca había podido llegar a imaginar todo esto, y es que realmente no me lo merezco. Pero como alguien me dijo una vez "Hagamos lo que podamos mientras podamos"¿Un tanto extraño verdad? Quien me lo dijo era un gilipollas sin duda, pero no le faltaba razón.
Y eso es lo que voy a hacer, voy a disfrutar y voy a hacer todo lo posible por hacer felices a las personas que tengo a mi alrededor, por que quizas algún día ya sea demasiado tarde.
Así que todo eso iba a empezar hoy, ahora mismo.
Cogí la moto, la cual realmente casi no había utilizado en Madrid, para ir a recoger a mi hermana al Instituto para llevarla a comer.
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-¿Natalia? Dios mío, ya casi no la recordaba-dijo flipando con la moto
-Pues si, papá lo dejo todo preparado para cuando se fue-dije sonriendo
-Pero bueno Helena vaya hermana tienes-dijo un chico a lo lejos
-Déjalo Marc-dijo mi hermana que al parecer estaba acostumbrada a esos comentarios
-¿Te molestan?-le dije bajito a mi hermana mientras hacía el amago de levantarme de la moto para encaminarme a ese tal Marc
Pero una mano sobre la mía me detuvo.
-No merece la pena-dijo mi hermana sonriendome
Y es que yo era una persona difícil de controlar en esos momentos, pero mi hermana se merecía una vida normal, sin peleas, sin drogas, sin cosas ilegales, por lo que ver a su hermana pelearse en su Instituto no le traería cosas buenas.
-Venga vamos pequeña-dijo tendiendole un casco
Ella lo cogio sonriente y se subió detrás mio. Tardamos unos 10 minutos y es que quería llevarla a un restaurante en condiciones, ya que supongo que las comidas de los internados no serían de su agrado.
-Ya estamos-dije frenando mientras señalaba en restaurante.
-Dios Nat, esto ni cuando estaba papá-dijo Helena con la boca abierta
-Es lo que te mereces-dije sonriendole.
Y así fue, pasamos una comida entre risas y cosas de hermanas supongo. Degustamos unos platos deliciosos y esque era un restaurante único. Por eso mismo mi mente se trasladó a Alba, me encantaría traerla aquí, ella también se moriría de ganas de probar todos estos platos vegetarianos y sin lactosa.
Cuando acabamos volvimos a casa, ya que ella tenía que hacer muchos trabajos para el Instituto y yo, yo sinceramente tenía la tarde libre por lo que llame a Maria.
Conversación telefónica
-Si dígamelo-dijo con voz de pija-¿Siempre eres así de gilipollas?-dije riendome
-¿Y tú siempre eres así de cariñosa con tus amigas?-dijo contratacando
-Oye te llamaba para hablar sobre una cosa, necesito que me hagas un favor-dije pasando de su comentario
-Recogeme en 10 minutos en ese pedazo de moto que tienes- colgo
Bufe cuando colgó, ¿Cómo sabía lo de mi moto?. Efectivamente me metí en Instagram y mi hermana había grabado un par de vídeos de mi moto.
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She knows she's toxic| Albalia
Hayran KurguEran dos chicas, Alba una rubia de metro sesenta, a la cual le encantaba cantar y dibujar, es más estudiaba Bellas Artes, y por otro lado Natalia, una chica de pelo negro de metro ochenta la cual tenis una personalidad un tanto peculiar. Era muy con...