Narra Alba
Una luz atravesaba la ventana de mi habitación, eran las 9 pm. Me desperté bastante cansada ya que lo note por la pesadez de mis parpados. Pero todo esto desapareció cuando me gire y al otro lado de la cama se encontraba Natalia.Hay estaba ella, desnuda, con las sábanas cubriendo su cuerpo mientras el sol se reflejaba en sus mejillas. Creo que jamás había visto una escena más bonita. Tampoco recuerdo aver pasado una noche tan increíble como aquella, en la que Natalia borro y beso casa una de mis inseguridades y de mis miedos. Todavía me resultaba imposible.
Como la vida había dado tantas vueltas en ese tiempo, tan confusas pero a su vez tan satisfactorias. Quizas a veces tan sólo hay que dejar que el tiempo pase, y que las cosas vuelvan al sitio donde les pertenece.
Saliendo de mis pensamientos, recordé que ayer hablamos de ir a otro pueblo que quedaba al lado, el pueblo de Sabela. Pensé en despertarla porque me moría de ganas de pasear de su mano, pero es que estaba dormida y jodidamente preciosa, que romper aquella imagen era un delito. Así que me levanté me arregle y deje una nota en la mesilla para cuando despertara, después de eso baje al salón.
Ya estaban todos esperando y un poco impacientes.
-Madre mía, porfin te dignas a aparecer-dijo Maria
-Perdón perdón-dije angustiada
-Ahora sólo falta Natalia-dijo África suspirando
-No no, Natalia no va a venir, esta durmiendo-dije un poco nerviosa
-Bueno pues vamonos ya!-dijo Julia echándome una mano
-Si!-dijo una Sabela impaciente- ya vereis os va a encantar
Y con un jaleo impresionante abandonamos la casa para poner rumbo al pueblo de Sabela
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Ya nos encontrábamos paseando por las calles de aquel pueblo y la verdad que era una pasada. El simple echo de respirar aire puro mientras observaba todo aquello era malditamente increíble, ya que puede que Madrid estuviese muy bien y fuese muy céntrico, pero no hay nada como un pueblo del norte.
Todo era muy antiguo y muy caracteristico. La gente en su mayor parte eran ancianos, y los pocos jóvenes que habían tendrían más o menos nuestra edad. En las calles había muchos puestos de comida y demás, como solian haber hace unos años, pero se ve que aquí no perdían las costumbres.
Todos estábamos impresionados y Sabela muy orgullosa de sus raíces. Yo me lo estaba pasando muy bien, pero para ser realistas, me faltaba Natalia conmigo. Pero como no quise darle más vueltas al asunto decidí dejar de pensar y disfrutar el momento.
-Venga chicos vamos a echarnos una foto en este puente!-dije super emocionada
-Si, venga vamos-dijeron la mayoria
Entre risas y fotos, llegamos a la casa de la familia de Sabela. Todos nos presentamos y más tarde pasamos al salón donde nos acomodamos frente a la chimenea
Estuvimos un rato conversando con sus padres que realmente eran estupendos, por no hablar de su abuela que a pesar de ser bastante mayor tenía un sentido del humor muy caracteristico. Toda esa situación me recordó a mi infancia, cuando estaba en casa de mi abuela y me pasaba horas y horas en el jardín. Así que decidí salir al exterior de la casa para investigar un poco.
Encontré una especie de huerto abandonado detrás de la casa. También encontré una especie de casa en un árbol y un montón de nidos de pajaros. Vi una especie de muro y me senté para encenderme un cigarro cuando me llegó un mensaje.
~Buenos días pequeña guerrera, me hubiera encantado dartelos mientras te comía a besos, pero esta tarde no te escapas, pásatelo bien. Este desastre te quiere✨~
Ella y su maldita costumbre de hacerme feliz con un simple mensaje.
Oi unos pasos detrás de mi y por intuición me gire y hay estaba Miki. Bloqueé el móvil y me levanté de aquel muro para abrazarlo.
-Amigoo!-dije feliz mientras lo abrazaba
-Hola Albita-decía el riendose mientras me daba un toque en la nariz
Desde el día en el que lo invite a aquella fiesta, se ha echo un hueco en nuestro grupo por eso mismo decidimos invitarlo con nosotros. Por mi parte estoy muy feliz de volver a retomar contacto con el después de tanto tiempo, siempre hemos sido como hermanos y parece que eso nunca a cambiado.
-¿Que pasa vienes a fumarte un cigarro o que?-dije divertida
-No, realmente te estaba buscando a ti-dije el cambiado su rostro a uno un poco más serio
-¿A mi? ¿Porque?- dije ya un poco confusa
-Mira seré rápido y breve, antes de que esto me supere
Suspiro y yo me asusté un poco
-Desde que volví a verte, todo lo que pensé que había superado volvio otra vez a aflorar, y se que no soy nadie para pedirte nada, además que se que lo estabas pasando mal por Natalia y estas con Joan y no quieres dejarlo por nada del mundo , pero si tu quieres podemos intentarlo- dijo Miki
Yo me quedé impresionada. Realmente Miki se había perdido muchas cosas de mi vida estos últimos meses. Pero jamas me hubiera imaginado que esto iba a ocurrir.
-A aver Miki, lo que tuvimos cuando éramos mas jóvenes fue una tontería...-dije pero me interrumpio
-Alba yo me enamoré de ti, y pensé que todo paso, pero volverte a ver otra vez y tu tan bonita como siempre...-dijo mientras me acariciaba la mejilla
Miki y yo estuvimos juntos hace 5 años, y realmente eran cosas de críos, pero jamas me imaginé que el llegará a sentir esas cosas por mi. Para mi en este momento y realmente siempre, ha sido un amigo o más bien un hermano, y nunca volvería a tener nada con él. Pero me toca bastante esto que está ocurriendo porque me da mucha pena hacerle daño, no después de todo lo que paso.
Miki se enamoró de una chica, Helena, era una chica preciosa, prácticamente perfecta. Hacían una pareja increíble y se les veia muy felices pero ella le arruino su vida laboral, le separó de su familia y luego lo engaño, pero el ciego de amor la perdonaba, hasta que ella se cansó y lo abandonó dejandolo sin un mísero euro.
No sabía realmente como reaccionar en aquella situación.
-Miki yo...-dije super afectada
-Ey Alba, mira mejor si hablamos en otro momento ¿vale? Piensalo- Me dio un beso en la mejilla y se marchó
Yo me quedé petrificada y muerta de frío, pues había caído la tarde.
Cada vez que pensaba que mi felicidad junto a Natalia estaba más cerca, siempre habían factores que se lo cargaban.
Que complicado es todo.
Que complicado es tenerte.
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She knows she's toxic| Albalia
Fiksi PenggemarEran dos chicas, Alba una rubia de metro sesenta, a la cual le encantaba cantar y dibujar, es más estudiaba Bellas Artes, y por otro lado Natalia, una chica de pelo negro de metro ochenta la cual tenis una personalidad un tanto peculiar. Era muy con...