She knows she's toxic| Albalia

XXVII

Narra Alba
Desde aquel día en el que casi me da un coma etílico por tener tanto alcohol en vena, todo ha ido a mejor con Natalia. Es como un sueño hecho realidad, porque si es verdad que he estado en muchas relaciones e incluso me he enamorado, pero nunca de esta manera.

Ni siquiera se expresar adecuadamente lo que siento, porque creo que es imposible expresarlo con palabras. Lo único que deseo es que no se desvanezca.

Natalia y yo pasábamos casi todos los días juntas; salíamos a tomarnos algo, acabábamos en casa viendo una peli o simplemente salíamos todo el grupo. Es sin duda la mejor etapa de mi vida, Natalia me ha cambiado la vida.

Narra Natalia
Todo era jodidamente increíble al lado de Alba. No quería ponerle nombre a esto que tenemos, porque creo que no hace falta, las dos sabemos lo que sentimos la una por la otra y no nos hace falta nada más.

Hoy es jueves, y como sabía que hoy no tenía que ir a la universidad me acerqué a la cafetería y compre unos churros con chocolate. En menos de veinte minutos ya estaba tocando la puerta de su casa.

-Hombre como tu por aquí!-dijo Marta ironicamente.

-Pues ya ves-dije levantando los churros y el chocolate.

-Esta en su habitación frita, parece un bebé pequeño-dijo Marta haciendo cara de bebé

-Ayyy-dije soltando los churros y dirigiéndome a la habitación.

Esa imagen era demasiado tentadora, así se cogí el móvil y le saque una foto. Poco a poco me fui acercando hasta quedar tumbada a su lado para llenarle la cara de besos.

-Mmmh-dijo todavía dormida

-Mi vidaa-decía sin dejar de besarla

Poco a poco fue abriendo los ojos hasta que me vio, y una sonrisa se le dibujó en esa preciosa cara.

-Nat que haces aquí?-dijo alegre pero un poco confusa

-He venido a traerle de comer a mi chica-dije yo picante

-Mmm ¿Así que tu chica eh?-me decia Alba mientras pasaba sus manos por detrás de mi cuello para pegarme más a ella

Estaba claro que Alba se había levantado juguetona, y a mi me encanta jugar para ganar. Le empecé a besar suave y lento como a ella le gusta, pero necesitaba más, así que introduci mi lengua en su boca encontrando la suya.

Como la había echado de menos, aunque sólo llevase 1 día sin verla, pero se me hacía imposible y eso en realidad me acojonaba.

Nos separamos por falta de aire y no pudimos evitar sonreír como dos tontas enamoradas.

-Vamos que se enfría el chocolate churri-me dijo Alba levantándose

Pero cuando se levantó, dejó al descubierto sus piernas desnudas acompañadas de un tanga rojo que para que mentirnos, le hacía un culazo impresionante.

-Tu que me quieres matar o que?- dije prácticamente imnotizada ante aquella diosa.

-Anda no seas tonta-dijo sonrojada-anda sal tu, yo me pongo algo y voy- se despidió con un pico.

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Por fin Alba salió y pudimos desayunar con el solecito en la terraza de la casa. La verdad es que pagaría lo que fuese por pasar mañanas así.

-Nat venga vamos a echarnos una foto-dijo con entusiasmo Alba cogiendo el móvil.

Cogio su móvil, pusimos nuestra mejor cara y nos hicimos probablemente nuestra primera foto oficial.