She knows she's toxic| Albalia

LV

Narra Alba
Después de haber salido a comer con mi padre, María estuvo toda la tarde lanzandome indirectas para que la acompañará a una fiesta. Sinceramente no tenía muchas ganas de salir por ahí, pero como Natalia estaría fuera de casa le dije que si.

La fiesta comenzó siendo bastante cutre, en un bar bastante viejo o bueno "vintage" como decian alguno de ellos, chorradas.

Pero gracias a Dios eso sólo fue el calentamiento. Bebimos cada uno un par de copas y una vez íbamos más bien contetillos nos fuimos a la gran fiesta.

Al parecer el que organizaba la fiesta era un joven multimillonario que tenía un gran mansión.

Y así era, me encontraba en uno de los grandes salones de la casa con una copa en la mano mientras charlaba con algunos amigos de María.

-Por eso mismo pienso que Vox como el concepto de partido no debería ni existir-dijo un chico moreno.

-Pero ¿Por qué no? A mi me parece el partido más coherente, es que lo que no se puede hacer es convertir a España en un país lleno de negros y maricones-dijo un chico rubio

-Pero menudo gilipollas, anda tira que te meto una hostia que te vas calentito ¿eh?-dijo María.

-¿Tu y cuantas feministas más?-dijo el mismo chico cachondeandose.

No pude aguantar más y salte.

-Mira pedazo de energumeno, ¿de que puta cueva has salido tu chaval? Encima querras que te aplauda por votar a un partido que oprima las libertades de las personas es que manda cojones-dije cabreada

-Tio pirate ya, sobras-dijo el chico moreno.

Y el rubio hizo lo pertinente.

-Menos mal, ya le iba a partir la boca-dijo María con gracia.

La noche transcurrió tranquila sin más percances. Nos encontrábamos bailando en el jardín cuando una melodía hizo que la imagen de Natalia se me viniera a la mente.

Joder, no la había avisado. Por eso mismo en ese instante le mandé un audio explicandoselo.

Una vez se lo mande, continúe bailando junto a María y un par de amigas suyas aunque ahora con una sonrisa en la cara pues la imagen de Natalia permanecía en mi cabeza.

Eran las 4 de la mañana y la fiesta ya había acabado para mi. Un chico bastante majo me llevo a mi casa cosa que agradecí, ya que volver desde allí andando habría sido un auténtico coñazo.

Que varapalos te da la vida a veces.

Que jodido es todo.

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Natalia era luz.

Natalia era una persona increíble y eso no lo voy a olvidar nunca.

Cuando una persona se olvida de si misma y pierde su tiempo en hacerte feliz, eso, eso es realmente maravilloso.

Era lo que quería todos los días de mi vida.

Era el único motivo de mis sonrisas.

Era, ella.

Y ojalá todo esto hubiese durado toda la vida, ojalá mis días estuviensen bañados en su sonrisa. Ojala tus besos insaciables hasta altas horas de la madrugada.

Ojala caricias, siempre de tu piel.

Ojala tú, ojalá todos los días de mi vida.