XXIV

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Narra Natalia
Abri los ojos poco a poco, mientras me estiraba en aquella cama. Pero hacer esto libremente me resultó un poco raro, así que mire a mi derecha encontrándose una cama vacía.

¿Qué hora era?

Me levanté y cogí mi móvil y vi que eran las 14:00. Dios mío cuando había dormido, aunque realmente me parecía normal después de aquella noche. No pude evitar sonreír al recordarlo.

Me meti en el baño y me arregle un poco para bajar a bajo con todos, pero antes de salir de mi habitación encontré una nota en la mesilla.

"Dormilona no he querido despertarte, de verdad estabas tan adorable que no he sido capaz. Hemos salido a visitar el pueblo de sabela como hablamos ayer, volveremos a la tarde. Echame un poquito de menos porfi.

Con un desastre como tu querria destruirme para siempre.

Te quiero morenaza mia"

Un corto circuito. Eso es lo que se produjo en mi interior.

Era increíble como habían cambiado las cosas, que yo ahora estuviese aquí en un pueblo de Galicia perdida, que ayer pase la noche con el amor de mi vida y que ni si quiera sepa expresar ahora mismo lo que siento.

Simplemente cogí el móvil y le mandé un mensaje, para que supiera que ya me había levantado y que yo también la queria.

Baje a bajo y me preparé algo de comer. Era un poco triste estar sola en esa casa inmensa, pero en realidad me sentía bastante a gusto así, me sentía poderosa y arropada por aquellas paredes.

Al acabar de comer, cogí la guitarra de mi habitación y me propuse componer una canción para Alba. Iba a ser una especie de regalo, o realmente una declaración de mi amor ya que la noche que intente hacerlo, me callo a besos, aunque no voy a negar que me encantó.

Entre melodias sueltas y letras de canciones que deseche, conseguí crear algo decente, pero cuando me quise dar cuenta ya había caído la tarde y estaban a punto de regresar

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Ya habían llegado todos hace un buen rato, pero no veía a Alba por ningún sitio y eso me parecía muy extraño. Tenía muchísimas ganas de verla y comermela a besos, pero primero tenía que encontrarla. Le pregunté a un grupo que había en el salón pero estaban entretenidos guardando unas cosas asi que no se enteraba de nada.

Todo me resultaba tan extraño en esos momentos.

-Oye Miki ¿sabes donde está Alba?-dije cuando lo vi salir del baño

-Pues creo que está fuera, donde las tumbonas-dijo un poco dudoso

-Vale muchas gracias-dije un poco más alegre mientras lo abrazaba

Rápidamente recorrí prácticamente la mitad de la casa ya que estaba en la otra punta. Llegue y hay estaba ella, con su librito en las manos y con su carita de niña buena.

-Buu!-dije por detrás suya provocando un gran susto en Alba

-Ayyy, joder Natalia!-dijo asustada

-Mi rubia pobrecita, ven aquí-dije ofreciéndole mi mano para que se levantara

-Estoy un poco cansada-dijo ella arrascandose el cuello

-¿Quieres que te de un masajito?-dije sonriendole

-No te preocupes si ya me iba para dentro a... a prepararme algo de comer-dijo ella no muy convencida de sus propias palabras

-¿Estas bien Alba?- dije ya un poco mosqueada

-Si si, luego en la cena nos vemos-dijo marchándose y perdiéndose en el interior de la casa

Yo me quedé hay sentada en la tumbona, como una imbecil. Alba me ha mentido en la puta cara, me está evitando después de todo, ¿qué mierda está pasando?

Lo que más me jode es volver a intentarlo otra vez cuando ella sólo me ofrece rechazo. Pero es que con ella me sale ser así y no lo puedo controlar, me sale ser una cursi de mierda y así me va.

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A lo largo de toda la noche ni si quiera tuvo valor a mirarme, me esquivaba. Era una situación super incómoda, pero que además dolia y mucho. Y mira que lo intente todo; intente sentarme a su lado a lo que respondio con una escusa barata para cambiarse de sitio, buscarla a cada momento con la mirada, hablar sobre algún tema relacionado con ella para que interviniese, incluso contaba chistes malos que le encantaban. Pero nada.

Ni una risa, ni una palabra, ni una mirada. Es que todo el mundo se percato de aquello, pero ella volviéndose a salir con la suya, se inventó una escusa y desapareció para aislarse en su cuarto.

Mi mente se debatia entre si ir y encerrarla hasta que abriese la boca o irme a mi habitación y olvidarme de todo. Demasiado tentador.

Tempting love on blurry friday nights.

Narra Alba
Llegué a la casa e intente aislarme de todos y pensar, así que cogí mi libro y me fui al jardín a tumbarme en una tumbona.

Todo estaba tranquilo hasta que apareció Natalia. Tenía muchísimas ganas de verla y de besarla y de contarle lo increíble que era ese pueblo. Pero todo se me vino encima en ese momento, no entendí muy bien el porque. Quizas el miedo de hacerle daño a Miki, o por la reacción de Natalia.

No lo se.

Quizas parezca demasiado, pero no sabéis como es Miki y la de locuras que hace cuando sufre o se enamora;que realmente es lo mismo. Además es mi amigo, necesito hacer las cosas bien ya que tenía que contarle demasiadas cosas tanto de Joan como de Natalia.

Así que intente esquivar a Natalia y me fui, pero todavía quedaba la cena. Natalia se pasó toda la noche buscandome con la mirada, o intentando mantener cualquier contacto conmigo pero no lo consiguió. Me sentía como el culo viendo así a Natalia, pero necesitaba tiempo, aunque suene muy egoísta.

No se de que manera lo hice pero me libre del resto de la noche y me fui a mi habitación dejando a todos un poco confusos, pero es que lo necesitaba.

No voy a negar, que tenía una pequeña esperanza de que Natalia entrase por esa puerta, aunque no quisiera hablar con ella, aunque no me lo mereciera, pero soy así de masoca.

Y siempre necesito de ella.

Lo necesito todo de ti, Nat.

She knows she's toxic| AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora