XXVIII

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Narra Natalia
Nos levantamos muy temprano para cojer el metro hasta Elche, todo paso muy rápido pero para cuando me quise dar cuenta ya estaba camino a conocer a la familia y el entorno de Alba.

Nos pasamos todo el camino escuchando la misma música ya que compartíamos auriculares, pero al poco tiempo sentí como la rubia se desplomaba en mi hombro en señal de cansancio. Se había quedado dormida y era normal después de habernos despertado a esas horas, pero mis nervios me mantenían despierta.

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-Cariño ya estamos aquí-dije intentando levantar a Alba

Se levantó a toda prisa

-Joder Alba me has asustado!-dije sobresaltada

-Perdona perdona-dijo mientras se reia de mi-vamos corre!-dijo tirando de mi como una niña chica el día de reyes

Salimos de la estación y pusimos rumbo a su casa. Casi podriais imaginar cómo me encontraba yo en ese momento y creo que Alba me lo noto.

-Oye Nat, que no tienes que preocuparte por nada, vas a estar super bien ya verás!-dijo feliz intentado tranquilizarme

-Ya pero...-me corto

-Ni peros ni nada, eres mi novia y te tienen que aceptar-dijo firme

-Mmm así que tu novia eh-dije jugando con ella mientras me paraba en medio de la calle para mirarla

-¿Qué haces ahí parada mirándome?-decía ella riéndose un poco confusa

Me acerqué rapido a ella y la bese, la bese porque me moría de ganas de hacerlo y porque la necesitaba cerca. Por la fuerza del beso acabamos apoyada en la pared de un edificio. Sentía como muchas miradas se clavaban en nosotras pero siendo sincera, nada me importaba en ese momento.

Nuestros labios se separaron en busca de aire y perfectamente coordinados, enmarcaron una sonrisa.

-Eres tonta Nat-dijo avergonzada pero feliz

-Iris tinti Nit-dije imitandola

-Ayyy que no me imites-dijo prácticamente con la voz de un bebe

-Que te quiero joder!-Dije con entusiasmo

-Shhhh-decía entre risas

- Te quierooo!-grite más fuerte

Se acercó a mi y me beso

-Yo también te quiero Natalia-dijo en un susurro en mis labios

Todo esto en mitad de una calle cualquiera de Elche. Eso era lo bonito de lo nuestro, que daba igual el sitio, el momento o las personas, simplemente éramos nosotras y hacíamos lo que sentíamos en cada momento.

-Anda vamos, que mi suegra va a tener una mala imagen de mi-dije graciosa mientras pasaba mi mano por su espalda continuando con el camino

No tardamos más de 10 minutos en llegar a su casa y otra vez todos los nervios se apoderaron de mi. Era un edificio bastante alto y al parecer un tanto lujoso ya que tenía portero y su estructura era bastante moderna. Nos subimos en el ascensor y Alba pulso el 7. Subimos y nos encontrábamos delante de la puerta.

Alba me miró, agarró mi mano fuerte y sólo con eso me lo dijo todo. No se como podía tranquilizarme tanto.

Tocamos al timbre.

-Marinaaa!-gritaba Alba abalanzandose encima de su hermana

-Gorditaa!-decía su hermana

-Hola rubia-dije saludando a Marina

-Cuanto tiempo Natii!-dijo feliz abrazandome a mi tambien- venga pasad, como si estuvierais en vuestra casa-dijo graciosa

Alba entró rodando los ojos aunque también se rio.

Observe toda la casa y realmente era preciosa, pero sin duda mi lugar favorito era el cuarto de Alba. No por nada, si no por la decoración que tenía en su cuarto, estaba claro que era de Alba Reche.

-Mama había salido un momento, no tardará mucho- nos aviso Marina

-Vale, y... ¿Queen?-dijo Alba con un tono preocupado

-Esta todavía en el veterinario la están mirando y comprobando que está todo bien-confirmo Marina

-Bien-dijo Alba

Después de aquello Alba no podía esperar más para enseñarme Elche así que decidió dejar las presentaciones para la cena familiar que había creado en ese mismo momento. No se si era mejor o peor lo único que se es que quiero disfrutar todo el tiempo que pase aquí.

Narra Alba
No podía esperar más para enseñarle cada rincón de mi barrio. Me sentía super rara al tener a Natalia aquí conmigo donde he vivido tantas cosas, pero es super especial volver a verlo junto a ella.

La lleve al parque donde pasaba mis tardes, la cafetería donde charlaba con mis amigas, donde me di mi primer beso...

Natalia parecía una niña chica observando todo con gran detenimiento e ilusión, y eso me hacía realmente feliz

-Es increíble Alba-decía Natalia impresionada

-Pues aquí pasaba yo todos mis dias-dije con añoranza

-Me imagino a una rubia enana corriendo por aquí-dijo Natalia

Me sonroje e intente taparme la cara para que no me viera.

Entre anecdotas y risas se nos fue la hora y debíamos volver a casa. Por suerte todavía no había llegado mi madre y podíamos arreglarnos tranquilas.

Yo opte por un vestido negro, que aunque era bastante simple sabía que a Natalia la volvería loca, sólo había que ver como me comia con los ojos cuando me lo vio puesto. Ella sin embargo, escogió un pantalón militar y una camiseta de rejilla.

Salimos hacia el restaurante junto a mi hermana, ya que mi madre mia estaría esperando allí. Efectivamente allí estaba la Rafi.

-Pero bueno que guapa porfavor, aver aver que te vea-decía mi madre dándole la vuelta a Natalia que se moría de la verguenza

-Mama dejala!-dije enfadada

-Oioioi niña, es tan increíble como me contabas-me dijo mi madre

Yo me puse como un tomate sin embargo Natalia me sonreia picaramente

-Venga tengamos una cena tranquila-dijo Marina tranquilizando pero riendose

Alfinal tuvimos una cena bastante bonita en familia. Que bien suena, pero es que para mi Natalia ya formaba parte de eso. Al momento captaba las bromas de la Rafi y aunque era increíble verlas juntas, sabía que juntas iban a ser insoportables.

La cena acabo y todas volvimos a casa. No tardamos mucho en irnos a dormir pero a nosotras todavía nos quedaba un rato más despiertas.

-¿Qué tal te lo has pasado?-dije preguntandole ya acostadas

-Son increíbles, ya lo entiendo todo-dijo sonriente

-Imbecil-dije riendome

Se acercó a mi dejando sus labios muy cerca de los míos mientras nuestras narices se rozaban. Podía sentir como se me salía el corazón por la boca, porque aunque sea lo normal, creo que nunca dejará de sentir esta magia que siento cuando estoy con ella.

Su respiración se volvió más pausada y sus ojos ya descansaban, se había quedado dormida a centímetros de mi.

Que bonito era verla dormida en mi cama con el reflejo de la luz de la ventana.

Que bonito es Elche.

Que bonito es todo contigo.

Que bonita eres.

She knows she's toxic| AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora