Narra Alba
Pasan los días y sigo igual de enamorada de Natalia. Es algo que es inevitable. Hay noches que vuelvo a ese bar a verla actuar, y de verdad que es increíble todo lo que me hace sentir. Pero todo eso se destruye cuando llego a casa y hay está el, borracho en el sofá, viendo la tele mientras habla con Marta y Paco.Joan se había venido a pasar unos dias en mi casa, y aunque a Marta no le parecía muy buena idea, y a mi tampoco, era lo mejor.
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Pasaron dos semanas, dos semanas infernales. No podía seguir aguantando a aquel al que llamaba novio. Así que me fui, me fui con María y Pablo, unos días, los que bastaron para que Joan se fuese de mi casa. Tenía que parar todo esto, porque sólo me estaba haciendo daño aunque realmente era lo que me merecia.
Narra Natalia
Llevo unas semanas muy liada, casi todas las noches acudo a aquel bar a cantar, la verdad esque me relaja. Y luego cuando acabo, salgo de allí con Alicia, una chica que conocí una noche, la verdad esque es bastante simpática aunque creo que quiere algo, algo que yo no voy a ser capaz de darle.Llevamos días quedando, ella yo y sus amigos. He cambiado también en torno a eso, ya que mi grupo de antes estaba directamente relacionado con Alba y no podía permitirme aquello, aunque me doliese. Separarme de María creo que ha sido lo más doloroso.
Quiero olvidar todo, quiero que no me duelan las cosas, y Alicia sabe como hacerlo. Los porros que ella trae son increíbles. Perfectamente soy capaz de fumarme 5 diarios aunque si hablamos de los fin de semana, se suman otros 5 fácilmente.
Hoy tocaba salir, se lo había prometido a Alicia. Fuimos a la discoteca más importante de todo Madrid ya que estaría llena de gente, y así fue. Aquello era inmenso, pero aún así parecía que no entrábamos todos.
Baile, me rei, me bebi casi una botella yo sola y para mi gran suerte, esa rubia no aparecio esa noche por aquella discoteca aunque si lo hizo un par de veces por mi cabeza.
Alicia iba incluso un poco peor que yo, y se estaba acercando demasiado. Sentia su aliento sobre mis labios, mientras me acorralaba con sus brazos sobre mi cintura.
Alicia era preciosa, una pelirroja con los ojos claros y pecas, pero no era ella. Y aunque en mi cabeza sólo quisiera olvidarla, hacer cualquier cosa con otra persona, para mi sería como estar engañandola, aunque no seamos nada.
Entonces me aparte de ella, buscando cualquier excusa.
-Oye Alicia me encuentro un poco mareada-dije nerviosa mientras me separaba
-¿Vamos a los baños?-pregunto con una mirada complice
-Em no, prefiero salir fuera a fumarme un cigarro-dije evitandola
-Vale, vamos-dijo agarrandome del brazo
-Sola Alicia, sola!-dije seria
-Vale vale fiera-dijo un poco mosqueada.
No quise comportarme asi con ella, pero no quería hacer nada con ella, simplemente porque ni siquiera sería capaz de disfrutarlo.
Salí a fuera y me apoye en la pared mientras con mi mano derecha buscaba entre mi bolsillo un cigarro. Mierda, no tenía mechero.
Paso un chico con barba acompañado por una chica a la que no logre verla la cara, pero cuando lo hice me sorprendió.
-Pero Julia que sorpresa!-dije alegrandome
-Pues si, ¿qué haces aquí?-preguntó
-Aquí que he salido con una amiga, ¿y tu?-dije mirando al chico que la acompañaba
-Pues que hemos salido a dar una vuelta, este es Carlos, Carlos ella es Natalia-dijo mientras nos dábamos dos besos
-Si, creo que lo vi en una fiesta
-Si-confirmo el un poco timido
-¿Bueno tenéis un mechero?-pregunté-esque se me ha olvidado
-Claro-dijo Julia mientras me lo acercaba encendido al cigarro y me ponía ojitos
La verdad esque siempre ha existido esa conexión entre nosotras dos, no se como explicarlo, lo único que se esque me encanta ser así con ella.
-Bueno disfrutar bombones-Dije con una sonrisa mientras ellos se despedían con un movimiento de manos.
Volví a recostarme sobre la pared apoyando un pie en ella mientras fumaba. Necesitaba andar y que el aire fresco de aquella ciudad golpease mi cara y eso hice. Comencé a andar por aquellas calles oscuras aunque no del todo, las farolas la iluminaban lo suficiente como para poder disfrutar de un paseo agradable.
Sin darme cuenta llegue hasta la puerta de otro local pero pase de largo, hasta que vi a Joan hablando de una manera no muy educada a una chica rubia con los ojos azules. No pude entender muy bien lo que pasaba, pero la agarraba por los brazos como si quisiera forzarla.
Yo no tenía nada que ver por lo que intente seguir con mi camino, pero los gritos de Joan sobre esa chica cada vez eran más fuerte y a mi me hervia la sangre.
Conte 1, conte 2 y no me dio tiempo a contar 3 cuando me gire y fui en direccion a Joan.
-Sueltala gilipollas-dije apartando sus manos de la chica
-Pero mira a quien tenemos aqui, la puta lesbiana de mierda-dijo recalcando cada palabra
-Lo que tu quieras pero no la vuelvas a tocar-dije mirándole a los ojos- vete-le dije más tranquila a la chica
-Ni te muevas-dijo volviendo a agarrar a la chica-pero tu quien mierda te crees, que pasa que me quieres joder o que?
En un descuido suyo, conseguí pegarle una patada en su punto debil, con todas mis fuerzas recordando que ese gilipollas era el novio de Alba, pero eso no basto para reducirlo, eso sirvió para enfadarle aún más haciendo que me pegara una paliza de muerte.
No vi nada más, sólo sentia un pitido, escuché las sirenas de policia pero con el sonido distorsionado.
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She knows she's toxic| Albalia
FanfictionEran dos chicas, Alba una rubia de metro sesenta, a la cual le encantaba cantar y dibujar, es más estudiaba Bellas Artes, y por otro lado Natalia, una chica de pelo negro de metro ochenta la cual tenis una personalidad un tanto peculiar. Era muy con...