Narra Alba
Me desperté sobresaltada en la madrugada. Estaba sudando e hiperventilando, sentia una presión en el pecho que no podría describir con palabras. Algo no iba bien, todo en mi cabeza se tornaba negro, tenía un presentimiento de que todo se había jodido.-Ey Alba que te pasa-dijo Marta entrando en mi cuarto, supongo que por el ruido que he causado
-No se Marta, siento que algo ha pasado, me cuesta respirar-dije entrecortada
-¿Tranquila Vale? Mirame y respira-le hice caso- seguro que ha sido una pesadilla.
Quizas Marta tenía razón y todo había sido mi imaginación o simplemente una pesadilla, pero esque era tan real el sentimiento que sentia por dentro que incluso dolia.
Bebí un poco de agua y me acosté, pero le pedí a Marta que durmiera conmigo, necesitaba sentir a alguien conmigo, protegiendome.
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Me levanté a causa de unos ruidos ajenos, entonces decidí levantarme e ir al salón a ver lo que estaba ocurriendo. Estaban Marta, María, África y Julia. Todas estas hablando a su misma vez por lo que os podéis imaginar lo que yo entendía de esa situación
-¿Pero que pasa aqui?-dije curiosa
-Aver Alba tu tranquila, tu no te alteres, osea, no pienses cosas raras, pero aver, osea que le puede pasar a cualquiera Pero, aver...-cortaron a Marta
-Joder Marta estas entrando en bucle-dijo María
-Aver Alba, tu hermana está en el hospital, ella está bien ¿Vale? No le ha pasado nada, pero tienes que ir-dijo África intentando calmar la situación
-¿Qué mi hermana que?¿Pero que ha pasado? Joder!-dije moviendome por toda la casa sin entender nada.
-Es mejor que te enteres alli-dijo África
-Yo te llevo si quieres-dijo Julia ofreciéndose
-Vamos, vamos!-dijeron todos a la vez
No tardamos más de 15 minutos y ya estábamos dentro. Las chicas que ya sabían la habitación me guiaron hasta ella y efectivamente en la sala de espera estaba Marina, mi hermana.
-Nena ¿estas bien, que te ha pasado?-dije tocandole todo el cuerpo en señal se que estaba entera
-Si si tranquila, yo estoy perfectamente-dijo con una sonrisa un poco forzada
-¿Entonces todo esto?-dije bastante confusa
-Es que ayer alguien me salvó
Marina me contó toda la historia de lo que pasó anoche y yo simplemente la escuchaba con la boca abierta.
-Entonces no sabía que hacer y no la iba a dejar sola después de todo y tenía miedo y ..-dijo marina comenzando a sollozar
-Eh nena tranquila, ya estoy aquí-dije abrazandola
Todo esto había sido extremadamente raro. Me levanto y de pronto me encuentro aqui, con mi hermana llorando entre los brazos, mis amigas desde lo lejos observandolo todo y una pobre chica golpeada por el patetico de Joan.
-Pero bueno, ¿y como está ella? Hay que ayudarla y agradecerselo ¿no?-dije sonriendo- ¿se puede entrar?- dije mientras caminaba hacia la puerta pero alguien me agarro
-Eh Alba, creo que no es buena idea-dijo María
-No es el momento de...-dijo África viéndose interrumpida por Alba
-No puede ser, no!-dije llevandome las manos a la cara mientras comenzaba a llorar
No hicieron falta más palabras ni más explicaciones,sólo con ver sus caras me basto, era Natalia la que estaba hay dentro. Era ella la que había salvado a mi hermana como lo hizo conmigo. No se si lo hizo porque sabía que era mi hermana, porque era Joan el que lo estaba provocando o porque simplemente no tolera eso. Lo único que se es que es la mejor persona que he conocido en la vida, que es capaz de jugarse la suya por cualquier persona, que es capaz de joderse a si misma con tal de que todos tengan una sonrisa. Era ella, la persona de la que estoy completamente enamorada y no voy a dejar que se joda en la camilla de un hospital.
Forcejeandome con todas conseguí entrar y rápido cerre la puerta. Estaba de espaldas a la camilla pero no tarde en darme la vuelta. Hay estaba, después de tanto tiempo, en una camilla de un hospital llena de moratones y sedada.
Acerque una silla al lado de la camilla y me sente.
-Hola morena-dije sollozando mientras le agarraba la mano- ¿Sabes?-sonrei- nunca pensé que nos volveríamos encontrar en un sitio como este. Siempre pensé que sería en un lugar bonito, en uno de esos a los que estabas acostumbrada a llevarme. Y tampoco te imaginaba de está manera, tan débil, y con todo tu cuerpo hecho pedazitos-se me quebró la voz- pero ¿Sabes una cosa? Sigues igual se bonita que siempre. Y yo sigo igual de enamorada de ti como el primer dia. Y ni Joan ni ningún otro puede hacerme cambiar de opinión, y aunque tu no sientas lo mismo, me da igual, te quiero y sería capaz de gritarlo y que me oyera todo el mundo. Que quiero estar contigo y ser tu chica-sonrio- y que hagamos esas cosas que nunca pudimos hacer por miedo, o por equivocarnos o hacernos daño. Lo único que no sabíamos esque estar así, es la manera más jodida de hacernos daño.
Suspire
-Lo único que tu no sabías es que tengo mas de la mitad de tu gran amor, que no tienes que bendecir a nadie que me quiera por que me basta que lo hagas tú, y que si nunca consigo ser feliz es por el simple echo de que no estoy contigo.
Y volvi a llorar como una magdalena, y me derrumbe en aquella camilla. No podía verla allí, así en ese estado. Me levanté y me dirigí a la puerta y la abri.
-Oye y digo yo, ¿esto de ser heroina de Los Reche me tendrá que servir de algo no?-dijo una voz muy débil a mi espalda
Me gire rapidamemte
-Naat!-dije entre lágrimas y me lancé a la camilla a abrazarla
-Hola rubita-dijo ella sonriendo, sacando fuerzas de donde no las tenía
-No me asustes más jo-dije con una voz tierna
Me miró y me lo dijo todo, en aquel silencio. Todo estaba bien.
-Chiquilla que te ha pasao-dijo Marta entrando por la puerta
-Cabrona que susto nos has dado eh-dijo María
-Eres increíble Lacunza-dijo África
-Hola-dijo Marina un poco más tímida-Oye muchas gracias por todo
-A las chicas bonitas no se les pone una mano encima-dijo natalia
Entre risas y agradecimientos y reconciliaciones de amistad pasamos el día allí. Natalia debía quedarse unos días más, pero María y África se ofrecieron a quedarse y realmente crei que era lo mejor. Tenía que pensar.
Tenia que salir bien, ahora si.
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She knows she's toxic| Albalia
FanfictionEran dos chicas, Alba una rubia de metro sesenta, a la cual le encantaba cantar y dibujar, es más estudiaba Bellas Artes, y por otro lado Natalia, una chica de pelo negro de metro ochenta la cual tenis una personalidad un tanto peculiar. Era muy con...