XIV

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Narra Alba
Se estaba acercando la hora y me puse a cenar junto a Marta con la cual no había hablado del tema ya que me pase todo el día en el cuarto llorando. No he podido dejar de hacerlo desde que salí de aquella maldita fiesta.

Tampoco he podido de dejar de pensar en Natalia y en lo que iba a ocurrir esa noche.

Acabe rápido, ya que Marta estaba intentando establecer una conversación que sabía por donde acabaría y no podía ponerme a hablar de ese tema ahora.

Me puse lo primero que pille y salí de casa. La verdad esque siempre que quedaba con ella me comia la cabeza por arreglarme y que me viese bien, pero hoy era diferente.

Iba de camino ya al lugar donde habíamos quedado, pero me encontré a alguien, la persona que menos me esperaba ver, no en ese momento.

-Hombre Alba-dijo Julia con la misma sonrisa de siempre

-Hola-me limite a decir con una sonrisa falsa

-El otro día no me pude despedir de ti ¿que paso?-pregunto curiosa

-Nada ya sabes cosas mias-menti-bueno oye te tengo que dejar que llegó tarde-dije un poco nerviosa

-Eh si claro perdona-dijo un poco confusa-ya nos veremos por ahí

-Si claro adios-me despedí mientras retomaba el paso

No quería verla, no ahora joder. Todo esto me estaba superando, parecía que la vida quería jugar conmigo.

Con ella no estaba enfadada, pues ella no sabía nada de la relación tan rara que manteniamos Natalia y yo. Pero era imposible mirarla a la cara después de todo.

Seguí caminando, ya estaba a pocos minutos de llegar y además iba tarde. Poco a poco me vinieron imágenes de Natalia y Julia en la cama, y besándose y desnudas y haciendolo y...

Mis lágrimas no tardaron en aparecer. Joder ya estaba subiendo a  aquella terraza, no podía verme así pero tampoco quería demorar más está conversación así que entre.

Con el rimel corrido, los ojos llorosos y el corazón en un puño echo mil pedazos esperando ser reconstruido por una Natalia que estaba sentada en el borde con la misma ropa de aquella noche.

Narra Natalia
Quedaban pocos minutos para que llegarán las 10. Era ese día o todo o nada.

Miraba el reloj y eran las 10:07. Nadie llegaba. Alba nunca llegaba tarde.

Volví a mirar el reloj y eran las 10:16, pero justo hay escucho una puerta a sus espalda abrirse mientras un escalofrío le recorría toda su médula espinal.

Hizo como que no lo escucho hasta que oyo una voz muy suave

-Hola-dijo Alba con un hilo de voz ya que el llanto no le permitía articular palabra

Me gire y la vi. Con todo el maquillaje corrido, los ojos más bonitos del mundo encharcados de agua y una Alba rota.

Rota por mi culpa.

-Ey rubia-dije lo más tierna posible acercandome a ella para limpiarle la cara, aunque no tenía ningún derecho a hacerlo

-No me toques Natalia!-dijo pegandome un manotazo- ni se te ocurra hacerlo nunca más-sollozo

-Joder rubia yo...-me corto

-Que no me llames rubia, que no te tomes esas confianzas conmigo, que no somos nada y nunca lo vamos a ser, porque tu lo has destruido todo!-gritó

-Alba...-me volvió a cortar

-No Alba no, ¿que pasa que te aburrias conmigo no? ¿qué has tenido que buscarte a otra a la que follarte verdad?-rio sarcasticamente- Joder, no éramos nada, no tengo el derecho de ponerme así porque no éramos nada joder, pero para mi lo eras todo, eras mi refugio, la única persona que quería a mi lado cuando no quería que nadie más estuviera, pero todo eso lo has cogido y lo has tirado a la basura, porque a ti te da igual todo, sólo te importas tu y después tu-escupio todas esas palabras por su boca

Sus palabras eran cuchillos que se clavaban uno a uno en mi piel.

Ni siquiera fui capaz de abrir la boca para hablar, por lo que continuo.

-Eres una basura de persona, no sabes lo que es querer a nadie por eso un día estarás sola!-dijo con todo el odio del mundo en sus ojos- ¿porque me besabas eh? Si sabías que esto no iba a llegar a ningún sitio, ¿porque me ilusionabas de esa manera Natalia?-Poco a poco hablaba con menos fuerza

Yo seguia petrificada en el mismo sitio sin poder abrir la boca.

-¿Porque Natalia? ¿Porque? ¿No soy suficiente?- Ya no le quedaban fuerzas- Contigo me sentía especial, porque tu me hacías verme como nunca nadie había echo antes, para ti siempre he sido una guerrera cuando siempre me he sentido una perdedora-sentí que en cualquier momento podía caer desplomada al suelo

Pero sin esperarmelo saco fuerzas y comenzó a empujarme

-¿Ahora no hablas no?-me empujo

-Pues para comerle el coño a Julia bien que habrias la boca-me empujo

-Que hables joder-me empujó mientras dijo eso gritando y desesperada

-¿Para ti sólo era un polvo verdad-me empujó- ¿Eh?- me empujó más fuerte

No podía soportar aquello, todo esto me estaba superando, su voz siempre había sido música para mis oídos pero esa noche, su voz me estaba matando por dentro. No quería escucharla más, me estaba destrozando escucharla.

La cogí de las muñecas y hable

-Si, sólo me servias para un polvo, pero perdiste el tiempo y me busque a una mejor-escupi con ira

Ella se quedó ahí, sin mover ninguna facción de la cara, como si eso le hubiera atravesado como una bala en el pecho

Yo sin embargo cogí la puerta y me fui.

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Mi padre siempre me decia que había dos maneras de hacer las cosas: Bien o mal.

Yo sin ninguna duda, hize lo segundo.

Nunca he echo las cosas bien, pero tampoco he tenido a nadie a mi lado para decirme como debía hacerlas.

Todo lo que sentía por Alba era mucho más que un polvo y eso me acojonaba.

Pero ahora la he perdido para siempre. Creo que será lo mejor.

Siempre he estado sola, ahora no es nada nuevo.

She knows she's toxic| AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora