XXXIV

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Narra Alba
Llevaba unos días bastantes complicados. Natalia regresó a Madrid pero yo me quedé en Pamplona para intentar arreglar lo del internado. Era una sorpresa, quería aparecer en casa agarrada de la mano de Helena, pero claro tanto secretismo hizo que Natalia enfureciera.

Era totalmente comprensible, pero su enfado seguramente valdría la pena. Tampoco me ha escrito, yo tampoco lo he echo, todo es demasiado confuso así que decidí dejarlo estar hasta que llegue el día de la sorpresa.

Todo en el internado es complicado. Su madre siempre esta por medio de las negociaciones y yo no tengo el suficiente carácter para imponerme ante ellos. Pero ya estoy harta, llevo varios días seguidos acudiendo a hablar con los directores y no consigo absolutamente nada, estoy perdiendo el tiempo.

Necesito algo ya, todo sea por Natalia.

Me di una ducha y me decidí por un vestido bastante elegante. Después de un rato maquillandome, me dirigí al internado donde me recibieron todos.

-Buenas tardes-dije cordialmente

-Buenas, adelante por favor-dijo el director dejando paso a la madre de Natalia y a mi

Una vez en el despacho mantuvimos un conversación tranquila aunque con temas bastante complejos, pero nunca perdimos la calma. Hasta este momento.

-Pero es que aquí Helena está perfectamente, bajo los cuidados de gente profesional. Si Helena queda bajo vuestros cuidados, ¿Qué futuro le espera? Con una mujer que va por ahí con su guitarra sin saber muy bien qué hacer con su vida y tu... pintando cuadros-dijo la madre de Natalia que acabo con una risa

Cada palabra que escupia por su boca me daba asco. No me imagino lo que ha pasado Natalia, y esto va por ella.

Me levanté de la silla y me puse delante de la mujer.

-Mira señora, tu hija es la persona con más talento que he conocido, y si, va por ahí con su guitarra pero con la mirada puesta en el mayor de sus sueños, que es triunfar y vivir de la cosa que más le gusta en esta vida. Si, yo también pintó cuadros porque es mi pasión y no pienso ganarme la vida con eso, pero tengo 20 años y una familia humilde que me apoya y me ayuda a conseguir las cosas que me hacen la vida más bonita. Y si puede que no sepamos que futuro vamos a tener, si nos va a ir bien o mal pero siempre vamos a estar juntas y siempre vamos a estar la una para la otra-dije con una lágrima recorriendo mi mejilla

Todo el ambiente se quedó en silencio, así que continue.

-Que yo no se si voy a estar con tu hija el resto de mi vida o si mañana cada una va a tomar un camino diferente. Pero lo que sí se es que es la mujer de mi vida y ojalá se quede para siempre, por que lo que si se de ella es que me hace sumamente feliz-suspiro- y estoy completamente enamorada de ella. No por su cara, no por su cuerpo, si no por lo increíble que es, porque no os podéis imaginar lo maravillosa que puede llegar a ser. Y yo nose si lo vamos a hacer bien o si seremos un desastre, pero lo que sí tengo claro es que Natalia quiere con toda su alma a su hermana y haría cualquier locura por ella- dije ya con un llanto considerable

Después de eso me senté de nuevo en la silla.

-Bueno,después de este espectáculo de esta impresentable, tome una decisión porfavor, no tengo todo el dia-dijo la madre de Natalia

Todavía tenía el valor de hablar así después de todo, de verdad está mujer no tiene corazón.

-Bien, bueno creo que es evidente que la relación de esta familia no es muy buena así que tome la decisión que tome, alguien saldrá mal parado-dijo seriamente

She knows she's toxic| AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora