🌹 Quito presente 🌹

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Maratón 5/5


Narra (TN)


Bien el camino hasta el altar comenzó. Según mi percepción eran unos quince pasos, si calculé la cantidad de pasos para ignorar totalmente mi ansiedad y nerviosismo que me estaba matando por dentro. Sentía que en cualquier momento me iba a desmayar por la cantidad de emociones que rondaban mi interior a la vez.

Los primeros pasos tres pasó fueron principalmente para observar todo el lugar, habían organizado la boda en la parte delantera de la mansión, donde los árboles daban un aspecto acogedor porqué rodeaban el pequeño claro que habían utilizado para ordenar el altar y las sillas dónde estaba los demás. Todo estaba delicadamente decorado, el camino de en medio, que daba al altar, estaba  adornado con flores de colores rojizos y anaranjados, que recorrían todo el trayecto dando un lindo detalles, mientras que las sillas estaban envueltas en telas negro con un listón bordó en la parte de atrás, mientras que el altar, tenía el mismo estilo un mantel negro con una gran cinta de tela bordó y dos floreros grandes, llenos de una variedad inmensa de flores.

Del cuarto al sexto paso hable en susurros con Nina, quien caminaba a mi lado solo para hacerme sentir un poco más tranquila, lo cual funcionaba bastante bien. Lo primero que pregunté fue quién era el sacerdote o cura que estaba al frente del altar y ella me contesto que era de una iglesia ocultista, y que era un conocido entré los creepys, fue raro escuchar eso, me sorprendió bastante pero le reste importancia, ya estábamos aquí no iba a cambiar nada y sobre todo no me importa por quien juré este amor, lo amo y es lo único que tiene importancia.

Del séptimo al noveno paso los nervios comenzar a subir por mi cuerpo y apreté con fuerza el ramo de flores rojas que llevaba entre mis dedos y roce ligeramente mis dientes tenía pánico. Nina lo notó y comenzó a murmura lo bien que me quedaba el peinado, el maquillaje y el vestido con lo pensé en Jason, quien lo había confeccionado aunque en mi opinión lo hubiera preferido en otro color, negro, que en este color, blanco. Según mi querido Jason blanco marfil, no blanco. En otras palabras me estafó usando la ambigüedad de la palabra, maldito, pero bueno no me quejo mucho porque el vestido es bonito y me gusta.

Decimo tercer paso, cada vez estaba mas cerca de estar al lado de Tim, de mi hermoso enmascarado, estaba tan tierno y seductor con el traje negro que llevaba puesto, que me hacía morder ligeramente mis labios. Después de esto lo voy a obligar a usar traje todos los días es bellísimo verlo así vestido, es un deleite para la mirada.


Y por fin décimo quitó paso, el último movimiento. Tim no me había quitado la mirada en ningún momento, mientras sonreía, pues si estaba sin su máscara se podría decir que iba a ser la única razón y el único instante en que el estaría así enfrente de tantos espectadores. Extendiendo su mano hacía mí, la cual acepté con mucho gusto después de haberle dado el ramo de flores a Nina. El roce de su mano hizo mover todo mi interior en una oleada de calor desde mis dedos hacía todo mi cuerpo.

Me paré a su lado sin querer soltar su mano y él solo me sonrió mientras se paraba a mi lado, quizás un poco más cerca de lo que tendría que estar pero no me intereso porqué así podía seguir acariciando su mano. Siendo sincera no me pude concentrar en lo que decía el supuesto cura, estaba tan perdida en mis pensamientos que sus palabras hicieron el clásico viajé de pasar por un oido y salir por el otro.

Pero a diferencia mía, Tim estaba atento lo notaba en su mirada, en su postura y diría que hasta en su respirar, estaba mas tranquilo de lo que estaba esperando.

Todo sucedió rápido, o esa fue mis percepción de este acontecimiento. Acepté estar al lado de mi enmascarado en las buenas y en las mala, en la pobreza como en la riqueza... tanto como él aceptó estar conmigo en la salud y en la enfermedad, y hasta que la muerte nos separé. Intercambiamos anillos y después de escuchar la típica frase del cura, de "puede besar a la novia", me acerqué los poco centímetros hasta Tim y tomando con una de mis manos su mejilla lo besé tranquila y dulcemente, él sonrió durante el beso y susurro— podemos hacerlo mejor.

Tu Cordura No Volverá || Creepypastas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora