Capítulo 36

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Narrador omnisciente

Al escuchar tales palabras, el cuerpo completo de (TN) quedo inmóvil solo sintió como su corazón por absoluto oprimirse contra su pecho, comenzó a temblar estaba sorprendida y a la vez asustada, tenía miedo de que no fuera verdad lo que estaba viendo enfrente de ella. Sus dedos  apretaron con fuerza el mango del cuchillo pero al verlo acercarse solo reaccionó soltandolo y dando un paso para atrás se sentía lo bastante aturdida para comprender lo que estaba viviendo.

Al ver la reaccionó él se quedó quieto no la entendía. Mientras tanto ella en un momento de lucidez por su cabeza solo cruzó una sola idea la cual fue llevada a cabo inconscientemente, con determinación camino los pocos pasos que los separaban y sin dudarlo ni un segundo le pegó una cachetada.

Él se llevó una mano a su mejilla y regresando la mirada a ella acotó— que bonita bienvenida— pero al encontrarla llorando solo sonrió melancólico— me lo tenía merecido ¿Verdad?— ella asintió— por drogarte y dejarte sola ¿Verdad?— volvió a asentir— ¿eso va a ser todo?—ella solo negó con la cabeza y salto para abrazarlo por el cuello.

(TN): te extrañe mucho— lo abrazaba con fuerza sin dejar de llorar.— eres un idiota Tim—se apartó un poco para agarrarlo de las mejillas y darle un beso.

Tim: yo también te extrañe mi princesa hermosa.— la abraza por su cintura atrayendo su cuerpo al de él sin separar sus labios.

Ella apartandose un poco lo observó pero solo lo abrazó para hundir su cabeza en el hombro de él, dónde continuó llorando estaba dejando salir todo ese sufrimiento que se había visto cargar en su espalda, carga que cada día se volvía mucho mas pesada pero en ese preciso momento en que sintió su calor fue lo suficiente para hacer desaparecer todo, todo el rencor, el dolor, la amargura que difícilmente estaba obligada a ver cada vez que se despertaba en esa cama. Sintiendo sus manos pasar por su espalda ocasionaron que sus lágrimas siguieran cayendo por sus mejillas, solo con él podía llorar de esa manera, solo estando a su lado era capaz de mostrarse así y lograr dejar salir todo el sufrimiento.

Tim: mi pequeña hermosa— susurraba cerca de su oído consiguiendo que ella lo abrazara com fuerza.—tranquila mi amor.

Al escucharlo hablar era como un paraíso se volvía a sentir viva, era como probar agua fresca después de todo un día en un desierto, no era la primera y mucho menos la última vez que lo haría pero la sensación de satisfacción era indescriptible, se sentía tan bien con solo sentirlo cerca que no se quería aparta ni un segundo de él, temía de que fuera un sueño, que fuera un sucio juego de su mente torturando su vida con lo que no tenía. En un momento su piernas se debilitaron quizás fueron los nervios, la ansiedad o simplemente su cuerpo le daba una mala pasada gracias a sus malos hábitos alimenticios que estaba llevando las últimas semanas. Termino por caer arrodillada a los pies de él quien al verla se quedó perplejo tanto que no reaccionó mas que para nombrarla con lástima, pero rápidamente la levantó del suelo y cargó en sus brazos, para despues llevarla al segundo pisó y entrar en la habitación dónde en la gran cama estaba. Tim se acercó a uno de los costados y la sentó, mientras que ella no le quitaba la mirada de encima, solo se quitó sus zapatillas y acomodarse a su costado ambos se mirar por un instante todo para terminar de nuevo besándose.

No hacía falta las palabras, porqué no existían tales palabras para lograr explicar el sentimiento que por sus cuerpo recorría, y no era nada referido con tener que sentirse mas y terminar teniendo sexo, porqué eso no ayudaría en nada ambos se habían extrañado tanto, había sufrido tanto solo por el hecho de estar lejos del otro que terminar teniendo relaciones no ayudaría ni en lo mas mínimo. Lo único que quería era sentirse cerca el uno con el otro, solo sentir el calor, la fragancia, las caricias, hasta los besos de su opuesto era suficiente para hacer desaparecer esa sensación de olvidó y lograr completarlos completamente.

Dicen que las miradas hablan mucho mas que las palabras, pues en ellas se puede ver el alma de las personas, y en estas dos almas no se reflejaba otra cosa que una inmensa alegría por el solo hecho de volverse a ver.

Al poco tiempo (TN) se quedo dormida entré los brazos de su amante, irónico soño tantas noches con volver a verlo que cuando lo consigue solo se volvió a quedar dormida. Quizás era por el cansancio que llevaba encima o que solo en los brazos de él lograba sentirse bien, pero no importaba el motivo a Tim le pareció de lo mas tierno verla dormir tan tranquila, tan dulce, que solo la apretó contra su pecho y se destino a dormir sintiendo el dulce aroma de su pequeña juntó a su sueva respiración.

Por la mañana siguiente (TN) se despertó con algo de migraña, pero le restó importancia quizás fue por haber llorado, y al recordar el motivó de sus lágrimas se sentó rápidamente en la cama para mirar a su costado, donde no encontró mas que las mantas y las almohadas, un sentimiento de abandonó la inundó  su pecho, pero no estaba conforme, no había sido un sueño, no era posible de que fue solamente una alucinación de sus inconciente, pues lo había sentido tan real. Algo desanimada se levantó de la cama, para salir de la habitación y bajar a la planta baja dónde el dulce aroma de café recien hecho la hizo cerrar sus ojos por un instante.

Con determinación camino hasta la cocina dónde al abrir la puerta, encontró la mesa puesta y a Masky de espalda acomodando varias cosas. Ella sonrió y lo fue a abrazar por su espalda.— Veo que ya despertaste nena— sonrió dándose la vuelta y dándole un beso en la frente— ¡Buenos días!

(TN): ¡Buenos Días!—sonrió sin soltarlo.

Tim: bueno ya que despertaste hay algo que quiero preguntarte— ella lo miro atenta pero al encontrar su expresión sería trago en seco— ¿Como es posible que no tengas nada de comida en esta cosas? Lo único que encontré fue café y como diez latas de atún y se perfectamente que no te gusta.

(TN): eso tiene una explicación a Vida si le gusta asi que le compré suficiente como para pasar unas semanas tranquilo.—sonríe.

Tim: ¿y tu no comes nada?— se apartó.

(TN): Ah eso pues— pasó una de sus manos por su cuello— no he tenido apetito por lo que he dejado esa necesidad en una segunda prioridad o tercera— lo escucho suspirar.

Tim: mira no voy a discutir por esto porque sería en vano, pero vamos a ir a comprar algo no puedes estar así, digo no podemos estar así.

(TN): ¿Podemos? Eso quiere decir que estaras aquí

Tim: si, va será por un tiempo—ella lo interrumpe.

(TN): ¿Que? ¿En serio?

Tim: si, ven nos sentemos así te lo explico— ella afirmó con la cabeza y ambos se sentaron a la mesa.— mira después de todo lo que sucedió y sumado a la inesperada visita de Offender, Slender me llamó y habló durante un rato para terminar en que me dejaría pasar un tiempo aquí contigo, mejor dicho hasta que pase la temporada de tormentas después tengo que regresar y ver como resolver esto

(TN): entonces prácticamente ¿esto son unas vacaciones?

Tim: de hecho no tan así durante el día sí pero me dejo varios mandados que tengo que cumplir.

(TN): ya veo, y me imagino que no puedo saber nada de esos mandados ¿Verdad?— el negó con la cabeza.

Tim: igual no afecta en nada contigo por lo que no te preocupes.

Tu Cordura No Volverá || Creepypastas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora