Capítulo 35

632 55 18
                                    

Narrador omnisciente

Se cumplió una semana más en la cuál (TN) se la pasaba mayormente fuera de su casa, estaba aburrida y bastante cansada de pasarse todo el día encerrada en ese lugar donde solo se sentía sofocada por la soledad, asi que para contrarestar eso sentimiento, se la pasaba afuera en el algún parqué sentada, o en una biblioteca pública porqué a pesar de todo era una linda escapada de sus monótona vida, o había días en la que Jonathan la invitaba a cualquiera lado a pasar el rato juntos y hoy no era la excepción, él la había invitado a un ensayo de la banda, ella solo los observaba sonriendo mientras ellos acomodaban las últimas cosas para comenzar.

Dicha sonrisa era solo una simple mascara que utilizaba para aperentar que todo estaba bien y evitar molestas pregunta del porqué estaba así, tampoco era tan raro todos alguna veces a fingido una sonrisa para evitar esas pesadas pregunta o insinuaciones algunos utilizaba máscaras reales, como el maquillaje o una careta pero otros solo dedican una dulce sonrisa con la mirada perdida, y esa pequeña habitación había mas de uno que fingia su felicidad, solo había que saber bien como mirarlos para darse cuenta de quienes simulaban sonrisas pintadas sobre lienzos vacios y tristes.

Jonathan: ¿Todo en orden?— preguntó sacandola de su transe, mientras que ella solo asintió sonriendo.—ya vamos a empezar— sonrió, consiguiendo otra afirmación de ella.

Comenzó con una dulce melodía al piano tocada por uno de sus compañeros, mientras que a los pocos se le sumaron sus amigos y al tiempo Jonathan comenzó a cantar, sinceramente no cantaban mal y tampoco era la primera vez que ella los escuchaba cantar, pero esta vez fue diferente para ella pues sentía tanto sentimiento en cada estrofa, hasta que por su mente se cruzó el recuerdo de que la novia de Jonathan había fallecido en un accidente, respiró profundo y los escuchó atenta esa letra, aunque no era escrita por él, era perfecta para esa ocasión y por un lado entendía ese sentimiento de pérdida. (Es la canción de multimedia)

Dejó caer su espalda en el sillón dónde  estaba sentada y con su pié comenzó a marcar el ritmo, era muy dulce y a la vez tan doloroso escucharlo parecía o mejor dicho se notaba que estaba sufriendo y que el duelo a pesar de los meses que habían pasado continuaba bastante latente, él la seguía considerando viva.

Al paso de una hora habían practicado unas seis o siete canciones las cuáles relataban mediante versos  sentimiento pero todas entonadas con una melancolía que llegaban a cualquiera a sentir lo mismo.

Después de haberse ido sus amigos, Jonathan y (TN) decidieron en salir a caminar un rato por la ciudad, era de noche y hacía bastante frío pues estaban entrando otoño, y pronto comenzaría la temporada de tormentas que en los últimos años habian sido bastante agresivas, pero esa noche tenía un limpio cielo repleto de estrellas y la luna en cuarto menguante.

Jonathan: ¿En que piensas tanto? ¿O será en quien?— preguntó al verla con la mirada perdida.

(TN): en mi novio—sacudió levemente la cabeza— o ya no se como llamarlo

Jonathan: ¿por que? ¿Terminaron?

(TN): no pero hace mucho que no nos vemos y lo extraño eso es todo.

Jonathan: sabes una cosa, a veces la distancia es buena te das cuenta en quienes necesitas de verdad y quienes son los que apesar de todo siguen a tu lado, al resto hay que dejar ir— esas palabras hicieron eco en su cabeza.

(TN): sabes tienes razón, pero no cambia mucho la situación ver quién esta de tu lado si al final solo quieres tener a una sola persona que no esta.

Jonathan: entonces tienes que ver bien a quien quieres, quizás no sea el adecuado si te deja sola no merece estar a tu lado, las personas que se preocupan por ti saben estar en todo momento y nunca desaparecen—ella se lo quedó mirando tenía algo de razón pero había que resaltar que él no sabía del todo lo que estaba sucedió.

(TN): eres demasiado bueno, lo sabías— sonrió.

Jonathan: solo quiero verte sonreír que para las lágrimas ya me conozco— sonrió.

(TN): ¿Hoy fuiste a verla?

Jonathan:si, si fui tampoco es como si faltaría además hoy se cumplen siete meses desde que se fue es raro y aún creo que no lo logró asimilar—mira al frente mientras continúan caminando— sinceramente nunca creí que fuera tan difícil de despedirse de alguien sabiendo que no lo volverias a saludar nunca más.

(TN): entiendo como se siente, es como ver que todo se vuelve oscuro y que esa persona que tanto querías se pierde en esa oscuridad llevandote consiguió— se detuvieron en una esquina.

Jonathan: si pero hay que aprender a salir de esa oscuridad.

(TN): o que te salven

Jonathan: Hay veces que no existen caballeros lo suficientemente fuerte para luchar y rescatar a una princesa—luego de que el semáforo cambiar cruzaron la calle— además si así fuera estarías dependiendo de esa persona, no es tan malo hacerlo pero si él se va tu vuelves a caer porqué no aprendiste a salir sola por lo que no conoces como hacerlo— se detuvo en secó eso era tan dolorosamente cierto que la hizo recapacitar todo.— ¿dije algo malo?

(TN): no para nada— sonrió y se le acercó hasta su lado para continuar caminando. Continuar un par de cuadras más hasta que al ver la hora ella quiso volver a su casa era bastante tarde, él aceptó pero la iba a acompañar a lo que ella tuvo que aceptar, de igual manera no sería mala idea tener un rato mas de su compañía. Luego de haber cambiado el tema aparecieron las risas y leves empujones que solo causaban gracia entre los dos hasta que llegaron a la entrada de la casa de ella— bueno Jonathan la pase muy bien hoy—sonrió.

Jonathan: yo también la pase bien—sonrió— nos vemos la próxima— se despide con un pequeño beso en la mejilla izquierda de ella— y espero verte mas sonriente la próxima que para caritas triste no hay tiempo.

(TN): esta bien y eso va para los dos, nos vemos—sonrió.

Jonathan: trato— hablo dándose la vuelta para irse— adiós (TN).

(TN) ella solo sonrió agitando su mano para después ingresar a su casa y luego de haber cerrado con llave la puerta subió directamente a su habitación para quitarse toda su ropa y colocarse una mas cómoda para terminar acostada en su cama y quedarse dormida rápidamente.

Despertó teniendo las mantas sobre su cabeza, las cuáles con fastidio las quita, para darse cuenta de que todavía era de noche algo confundida solo se dio la vuelta para volver a dormir pero el sonido de unas llaves girar en la cerradura de la puerta principal la hizo sentarse rápidamente. Sin mucho remedio sacó el cuchillo que guardaba bajo su almohada y se levantó de la cama para a paso lento comenzar a acercarse hasta el comienzo de la escalera justo en el mismo momento que la puerta principal se cerró, lentamente se acercó sin quitar la vista de la silueta negra que resaltaba de la entrada, la cual deja caer una mochila mientras que una mano deja las llaves sobre un pequeña mesita que estaba al lado de la misma.
Mientras tanto ella comenzó a bajar las escaleras sin quitarle la mirada para una vez estar abajo.— ¿Quién eres?— pregunto bastante tranquila con su chiquillo en mano.

Le causó un susto a sus invitado el cuál solo se dio la vuelta para encontrarla ahí parada— ¿no me recuerdas?

Tu Cordura No Volverá || Creepypastas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora