I found you (TERMINADA)

Capítulo 30.

Miércoles, 17 de Julio.

*Narra Sole*

<<… sus ojos, esos ojos azules… Y su sonrisa. Él era mi Peter Pan, el único que me entendía de una forma completa, el que se reía cuando nadie más lo hacía… Ahora, sus labios estaban peligrosamente cerca de los míos. Me miraba serio, cosa no muy común en él. Tenía miedo… No, no podía ser. A él no podía tenerle miedo, era mi mejor amigo, ¿por qué…?>>

- ¡Ah!- me incorporé en la cama sobresalta, algo había saltado encima de mí. Estreché los ojos intentando ver en la oscuridad de mi habitación-.

Un tímido rayo de sol comenzaba a entrar por la ventana, yo estaba durmiendo en ropa interior, como siempre, y la puerta de mi habitación estaba entreabierta. Fruncí el ceño, ¿qué había sido…? Entonces lo vi, Food estaba tumbado al lado de mi cama, moviendo el rabo juguetón. Reí cogiéndolo en brazos.

- Hola, pequeñín- le saludé-. Gracias por despertarme de ese horrible sueño… No debería volver a soñar con eso… Nunca- suspiré y me acerqué a la ventana. <<¿Qué hora es?>>-.

Dejé al perro en el suelo y cogí mi móvil, el cual estaba entre las sábanas. Eran las siete de la mañana. <<¿Qué hago yo despierta a estas horas?>>. Hice una mueca de asco y entonces lo recordé, ayer me había dado cuenta que desde mi habitación y la de Ana se veía la casa del vecino; reí como una imbécil y subí la persiana. ¿Estaría durmiendo? <<Hm… Sospechoso, no está en su cuarto.>>.

Fue entonces cuando la puerta de su casa se abrió y…

- ¡JODER!- me tapé la boca, se me había escapado, pero es que no era para menos-.

Eso de ver a un tío de unos veintitantos, sin camiseta, petadísimo e increíblemente guapo, bebiendo agua mientras que se echaba el resto por encima. Dios mío, qué bueno estaba… ¿Se lo decía a las demás? Sonreí malévola, mejor no, sería mi secreto.

Estuve observando a nuestro vecino, hasta que se fue corriendo. Suspiré y decidí volverme a dormir, total, no sabía cuándo volvería. ¿Sería así todos los días? Reí entre dientes, ya tenía plan para las siete de la mañana de cada día. Eché a Food de mi cuarto cerrando la puerta. Bajé la persiana del todo y me metí en la cama.

<<A dormir, Soledad.>>

*Narra Ana*

Abrí los ojos sobresaltada. ¿Qué había sido eso? Me incorporé y miré a mi alrededor, estaba en mi habitación, en la casa de Londres que Niall me había regalado, entraban débiles rayos de luz por la ventana y la puerta de mi cuarto estaba cerrada.

Un ruido.

Pegué un brinco en la cama, sobresaltada. ¿Qué era aquello? Mis amigas estaban durmiendo, eso era seguro, porque no se escuchaban ni sus voces, ni la tele. Sonaba como si estuviesen intentando forzar una puerta. <<Ladrones.>>.

Cogí mi almohada, si eran ladrones tenía varios motivos por los que bajar. A) Mi perro seguía suelto por la casa, y b) Tendría que llamar a la policía.

Abrí silenciosamente la puerta de mi habitación y salí al pasillo, todo estaba oscuro, pero aquello no me impedía oír los ruidos, que venían de abajo. Tragué saliva y me aferré aún más fuerte a mi almohada, reuniendo todo el valor que pude.

Comencé a bajar las escaleras mientras que me repetía una y otra vez que sabía hacer kárate; leí en algún sitio, que si te concienciabas de algo al final podías hacerlo, así que si me creía que sabía defensa personal podría darle una buena patada a quién fuera que estaba entrando en mi casa.