Capítulo 46.

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Martes, 6 de Agosto.

Alguien me quitó las sábanas de golpe, haciéndome gruñir.

<<¿Quién cojones me ha despertado?>>

Abrí los ojos y me encontré con Andrea y Marta.

<<¿No entienden que estar despierta es doloroso?>>

- Levanta, tienes que comer algo- la voz de Marta no admitía quejas-.

- Joder, qué mala pinta tienes.

Gruñí al escuchar el comentario de Andrea e intenté coger las sábanas. No pude, las habían echado muy lejos. Las miré frunciendo el ceño y ellas me agarraron de los brazos hasta levantarme.

- No quiero comer- mascullé, con apenas fuerzas-…

- Vas a comer. Quieras o no- Andrea dijo aquello como si fuera lo más obvio del mundo-. Si no comes te mueres, ¿recuerdas? Así que venga, es hora de comer y ya está todo listo.

Me levanté de la cama. El cuello me dolía muchísimo, y creo que era debido a la postura en la que había dormido aquella noche.

Alguien subía las escaleras, Drea y Marti se habían dejado la puerta abierta, así que pude ver a Sole con un plato de comida en la mano. Se encerró en su habitación, dando un portazo. Abajo se escuchó otro.

<<Vaya, parece que no soy la única que está de malhumor.>>

- ¿Qué os ha pasado?- les pregunté mientras salía de mi cuarto-.

- Estamos peleadas, apenas nos hablamos. Pero no te preocupes, tú a comer- dijo Martita mirándome seriamente-. Bastante han hecho esas dos ya…

Cuando entramos en la cocina me obligaron a sentarme en una de las sillas. Apoyé la frente en la mesa, cerrando los ojos y respirando hondo. No tenía hambre, había perdido el apetito completamente.

Mis amigas pusieron delante de mí un plato con dos filetes de pollo. Los miré asqueada, para después alzar la mirada y clavar mis ojos en Martita, que me miraba con los brazos cruzados.

- No nos vamos hasta que te lo comas- me informó Andrea-. ¿Entendido? O te lo haremos tragar a la fuerza. Así que come, venga.

Miré cabreada a Andrea y a Marta y pinché un filete con el tenedor. <<Al menos tan sólo me han puesto dos filetes.>>. Lo corté en trozos pequeños, y comencé a masticarlos lentamente bajo la atenta mirada de mis amigas.

No me sentía ni bien, ni mal. Había llegado a un punto en el que no sentía nada.

Comenzó a sonar ‘wings’ y Martita salió apresurada de la cocina para contestar. Mi curiosidad me hizo preguntar.  

- ¿Quién es?

- ¿Qué te importa? Tan sólo come- contestó Andrea borde-.

Me estaba poniendo nerviosa. La única vez que había visto a Andrea tan cabreada conmigo fue cuando recaí por primera vez. Tenía suficientes problemas como para que mi amiga me mirase así, como por ejemplo, acabarme el otro filete… Aunque comerme uno me había abierto un poco el apetito.

Mi amiga no había cogido el teléfono, pero ver que me había terminado el primer filete en menos de quince minutos parecía haberla ablandado un poco.

- ¿Cómo estás?- acabó preguntándome-.

- Aquí. No sé qué decirte, simplemente estoy- me encogí de hombros y Andrea suspiró-.

Quizás me estaba cargando la vida de mis amigas, pero toda la culpa la tenía Niall, por todo.

- Ayer llamaron tus padres- me informó Andrea-, se van al pueblo. Preguntaban cómo estabas, les dije que resfriada y que estabas durmiendo. Cuándo vuelvan a llamar ya sabes, tose.

I found you (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora