I found you (TERMINADA)

Capítulo 1.

Sábado, 25 de Mayo de 2013.

Respiré hondo. Acababa de sonar mi alarma. ‘We are never getting back together’, cover de Fifth Harmony, se escuchaba por toda mi habitación. Llevaba despierta una hora, desde que había abierto los ojos había sido completamente incapaz de volver a cerrarlos. Al igual que anoche fui incapaz de dormir hasta que no me hube tomado dos tilas.

Miré al techo, mi póster de One Direction apenas se distinguía en la oscuridad del cuarto, aunque me daba igual, me lo sabía de memoria y no me hacía falta mirarlo para saber que Louis y Harry estaban sonrientes, mientras que Liam parecía que te miraba y Zayn todavía tenía su mecha. Por no decir mi Nialler, que en esa foto tenía pintas de ser un niño bueno.

Hoy era un día, muy, muy, muy especial. Hoy, 25 de Mayo, iba a cumplir mi sueño, mi sueño de ver a mis ídolos, a mis niños, a las mismas personas con las que llevaba obsesionada cerca de tres años. Me levanté de un salto de la cama y subí las persianas. La luz entró en mi habitación iluminando los casi cien posters que adornaban mi cuarto.

Salí con una sonrisa pintada en los labios. Eran las siete de la mañana, normalmente solía dormir hasta las doce los sábados, pero si quería coger un buen sitio tendría que salir en una hora como muy tarde. Necesitaba verlos bien cerca, y la cola ya era bastante larga.

Me metí en la ducha y me lavé mi largo pelo, no podía dejar de pensar en que sería increíble, una de las mejores experiencias de mi vida… Recordé las anécdotas de las chicas que fueron al concierto el día anterior, los chicos cogieron unos carteles en los que ponía ‘GRACIAS’.

Salí envuelta en el albornoz y con una toalla en la cabeza. La noche anterior había dejado perfectamente planeada la ropa que me iba a poner. Mi camiseta de tirantes blanca con un 1D muy tumblr y mis pantalones vaqueros cortos. Y en los pies me pondría mis converses blancas bajitas. Todo tenía que ser perfecto.

Me vestí y fui a secarme el pelo, mi reflejo en el espejo se veía radiante aquel día, parecía hasta más joven, sí, por dieciséis y medio pasaba. Sonreí, aquel año cumplía mis ansiados dieciocho, por fin.

Decidí no echarme maquillaje y cogí una gomilla, sabía que no resistiría todo el concierto con el pelo, o manta eléctrica (como Sole le decía), suelto. Miré la hora en el móvil, eran las ocho menos cuarto.

Fui a la cocina, pero tenía el estómago cerrado, seguramente si comiese ahora vomitaría. Me lavé los dientes y me eché mi colonia. Le envié un whatsapp a Andrea.

‘’¿Estás lista? Salgo a por ti.’’

Entré en el cuarto de mis padres. Mi padre roncaba levemente, pero mi madre se revolvió cuando abrí la puerta.

- Mamá- la llamé, mi madre entreabrió un ojo-, me voy, para lo que quieras llevo el móvil.

Mi madre gruñó como respuesta y siguió durmiendo. Cerré la puerta y salí de mi piso. Subí las escaleras, yo vivía en un segundo, y Andrea en un tercero, normalmente solía subir por las escaleras de incendios, lo cual era más divertido porque me colaba por el cuarto de su hermano, pero hoy no debía cansarme demasiado.

Toqué a la puerta con los nudillos, al momento se abrió y apareció ella con su camiseta de ‘’Tomlinson’’, sonreí. Andrea era mi mejor amiga desde… No recordaba desde cuándo, prácticamente nacimos a la vez, ella iba a cumplir diecisiete el mes siguiente, y yo los había cumplido en Noviembre, era cuestión de meses.

- ¿Lista?- le pregunté, ella asintió con una sonrisa enorme en su rostro-.

Las dos bajamos por el ascensor. No dejábamos de fangirlear, íbamos a cumplir nuestro sueño.