I found you (TERMINADA)

Capítulo 24.

Lunes, 8 de Julio.

<<¿Esa es la voz de Zayn? ¿Qué hace Zayn en mi cuarto? Espera… ¿Está cantando? ¿Por qué tengo a Zayn Malik en mi cuarto cantando?>>

Abrí un ojo y pude ser testigo de cómo la pantalla de mi móvil iluminaba el techo de mi habitación. Tardé unos segundos en darme cuenta de que me estaban llamando y de que la voz de Zayn era debida a mi tono de llamada. Descolgué justo antes de que se cortase.

- ¿Diga?- pregunté con voz ronca, cualquiera hubiera notado que me habían despertado-.

- Good morning, my princess. I’m Niall- un escalofrío reocrrió mi espalda al escuchar su voz, y al momento una sonrisa se dibujó en mis labios-.

- ¡Ni-Niall! Buenos días, ¿qué ocurre?

- ¿Podemos ir a dar un paseo por Madrid? Tengo ganas de verte, cariño.

Sabía que había algo más que las simples ganas de verme, aunque era obvio que ninguno de los quería hablar del tema. Mañana ellos se irían, y sólo dios sabía cuándo volveríamos a vernos.

- ¿Ana?

- S-sí- musité-, sigo aquí. ¿A qué hora?

- Pues teniendo en cuenta de que son las once y de que te acabo de despertar…

- ¿Cómo sabes que me acabo de despertar?

- Tu voz te delata- <<Capullo.>>-.

- ¿Te parece bien que pase a recogerte a las doce?

- Vale, te quiero.

- Y yo.

Silencio y la línea se cortó.

Me levanté rápidamente de la cama para ir a desayunar. El efecto secundario de no cenar es levantarte con demasiada hambre, eso es lo que me había pasado aquel día a mí. Food estaba deambulando por el pasillo, moviendo su cola juguetón. Le acaricié su cabecita a modo de saludo.

En la cocina mi madre estaba preparando tostadas; me faltó tiempo para acercarme y, prácticamente, engullir dos de ellas. Antes de ir a arreglarme le rellené los cuencos de comida y agua a mi cachorrito, y recibí la petición de ‘’si vas a salir llévate al perro’’ de mi madre.

Después de darme velozmente una ducha, y de tropezarme varias veces con el perro; acabé enfrente de mi armario, como cada día, debatiendo acerca de qué ponerme. Terminé con unos vaqueros cortos algo desgastados y con una camiseta blanca en la que ponía ‘’eat me’’ con letras que simulaban a un donut (llevaba con esa camiseta desde que tenía catorce años); en los pies me puse mis, ahora babeadas, converses blancas. Fui a peinarme al cuarto de baño y dejé a Food entretenido con su siniestro muñeco de Harry.

En timbré sonó justo cuando me estaba echando colonia. Corrí hacia la puerta lo más rápido que pude, para que quién recibiese a Niall no fuese mi madre, sino yo.

- ¡Yo abro!

Mi madre, extrañada, me miró desde la ventana de la cocina, pero no dijo nada. Desapareció en cuanto abrí la puerta y vio quién era.

- Hola, pequeña.

Sonreí al ver a Niall, el simple hecho de que estuviese en mi casa para dar una vuelta ya me hacía feliz. Le di un abrazo y él a mí un beso en la mejilla. Saludó a Food cogiéndolo en brazos, mientras que yo entraba para despedirme de mi madre y coger la correa del perro.

Bajamos, como siempre que él venía, por las escaleras; le dimos un larguísimo paseo a Food, durante el cual Niall le tiraba palos para que fuese a cogerlos. La gente nos miraba, pero creo que si Niall no hubiese sido miembro de una de las boybands más famosas del momento también lo hubiesen hecho; porque, ¿acaso tú nunca te has quedado mirando a una pareja feliz y joven por la calle? ¿Soñando con ser ellos, recordando viejos momentos, o deseando ver a tu pareja para disfrutar como ellos lo hacen?