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-¡Niño!

-¿Sí, señor Suga?

-Trae otro trago, por favor.

Eran al rededor de la ocho de la noche Yoongi o más bien conocido como Suga en esos momentos se encontraba en el local donde todos los ricos mafiosos llegaban hacer sus apuestas.

Suga era conocido como alguien que casi nunca perdía pues era muy bueno con las cartas entre otras cosas.

- Aquí está.-dijo el joven par darle el trago de whisky al pálido.

-Gracias.

Ese día era una pelea de gallos, él no era fan del maltrato animal, pero las apuestas eran muy buenas y él no podía desperdiciar tales oportunidades.

- ¡Yoongi! Este día vas a comer el polvo, he apostado tres de los grandes a garra y ese gallo nunca ha perdido una pelea.

Yoongi no estaba tan seguro de ganar  pero pensar positivamente era su don y aunque la dudas lo invadían nunca lo demostraba.

- Eunwoo, sabes que si estás tan seguro, ¿entonces porque estás aquí tratando de hacerme temer?

- Sólo quería venir a saludarte y para que no te sientas mal después de perder, el gran Suga no es tan bueno perdiendo, ¿o quieres que te recuerde lo que pasó la última vez?

Yoongi notó como un chico con unos ojos negros brillantes y redondos, cabello azabache, llevaba un pantalón apretado y una camisa que marcaba una hermosa cintura se posicionaba al lado de Eunwoo.

Eunwoo notó como Yoongi vio a su empleado.

-Es mi puta, solo mía así que cuida tu vista.

Yoongi sintió repulsión por su contrincante al referirse de esa manera con el chico el cual al oír estas palabras inmediatamente bajó la mirada con la misma vista triste de hace un instanta, se notaba su incomodidad a distancia.

Los gritos y las risas llegaron hasta Yoongi sacándolo de sus pensamientos, los tres volvieron a ver y notó la mirada de enojo que le dedicó su contrincante al ver que el gallo de Yoongi había vencido al suyo.

Yoongi mostró expresión alguna ya que era normal para el pero sin embargo eso molestó más a Eunwoo ya que lo interpretó como si el siempre perdía así que no era sorpresa.

Yoongi no estaba interesado en su gane, más bien su pensamiento estaba en el chico que en estos momentos estaba al lado de Eunwoo con la mirada triste.

Eunwoo estaba guardando a su mejor gallo para el día siguiente en una feria de apuestas pero la expresión de Yoongi le estaba fastidiando hasta los huevos.

Yoongi se dió la vuelta a reclamar su premio pero alguien lo detuvo.

Era Eunwoo tomándolo de su camisa.

-Exijo la revancha.

Yoongi seguía con su misma expresión seria pues sabía que esa misma había llevado a sus enemigos a la ira.

-¿No crees que ya ha sido suficiente? además no te quedan gallos.

-Claro que sí, es más, duplico la cantidad -dijo indicando a sus guardaespaldas que le dieran dinero para mostrarlo.

-Mh, no lo sé, mejor otro día.

- ¿Tienes miedo?

- No, la verdad tengo dinero suficiente.

- Sé que el dinero nunca es suficiente Suga dime, ¿cuánto quieres?

Yoongi fingió pensarlo, aunque sus pensamientos habían sido más rápidos desde hace rato.

- No quiero dinero.

-¿Entonces que quieres? dímelo de todas formas no lo ganarás.

- Quiero al chico. -dijo señalando propiedad de Eunwoo.

Eunwoo frunció el ceño y luego de esto esbozó una pequeña sonrisa entendiendo todo, el no sentía nada pues podría comprar otro sirviente pero estaba tan seguro que su haz bajo la manga no lo defraudaría.

- El chico es muy importante para mí. -mintió - pero ya que tú quieres algo, yo también. Si tú ganas el chico se va contigo completito, pero si yo pierdo me entregas todo lo que haz ganado y tendrás una deuda muy grande conmigo, ¿aceptas?

Yoongi meditó y dirigió su mirada al chico de cintura pequeña y al ver sus ojos hubo algo que le dió seguridad.

- Está bien.

-Perfecto, Óscar traigan a Tulipán por favor -dijo Eunwoo refiriéndose a su gallo que para el su pieza más importante- Y tú te vienes conmigo- dijo mostrando una mirada retadora, jaló de los cabellos al chico, este solo formó una mueca de dolor.

Yoongi se sentía mal por el pero no podía mostrarlo, lo único que rogaba es porque su gallo no le diera la espalda.





El momento había llegado. Todo mundo gritaba mientras los gallos empezaban a pelear, Yoongi sabía que llevaba las de perder pues su gallo ya estaba cansado de su batalla anterior pero no quería seguir viendo aquella escena de asco, al momento que Eunwoo besaba al chico y lo mordía sacando sangre mientras el otro solo se quejaba y formaba puños en su manos seguido de muecas de dolor y lágrimas corrían de sus mejillas, mientras el imbécil de su contrincante se echaba a reír.

Hubo un momento en el que el gallo de Yoongi calló y la risas del lado de Eunwoo resonaron al igual que los gritos.

"Vamos, amigo. No puedes dejarme"- pensó rogando Yoongi.

En ese momento como si sus pensamientos llegaron al animal se paró y mientras el gallo del contrario se distrajo dió una saltó arañando con su espuela la garganta del otro, el silencio reinó y Eunwoo botó el vaso con alcohol de su mano, comportándose como un niño berrinchudo.

El corazón de Yoongi dió un vuelco al darse cuenta que había ganado, quiso revolcarse de la risa al ver la expresión de Eunwoo, pero actuó como si nada.

Ambos se encontraron Eunwoo empujó a su sirviente hacia Yoongi y este logró alcanzarlo y tomarlo entre sus brazos.

- Tómalo, sabes que él no me importa es todo tuyo, pero esto no se acaba aquí, un día te retorcerás implorando porque de deje algo de victoria, pero por el momento solo puedo decirte que has ganado limpiamente.

- Gracias, me alegro que siempre seas responsable.

- Sabes que puedo desaparecer lo que quieras, pero siempre cumplo mi palabra. Nos vemos, Suga -dijo llamando a sus guardaespaldas para retirarse.

Yoongi lo vio retirarse, luego dirigió su mirada al chico entre sus brazos soltandolo y este se posicióno a un paso delante de él, y aunque estaba llorando Yoongi lo paso por alto.

- ¿Cómo te llamas?

- Ju...Jungkook - respondió secándose las lágrimas.

Yoongi solo asintió tomando su mano.

-Bien, Jungkook ya sabes mi nombre, vamos a casa.









Besos del alma •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora