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3 años después.

-Papá quieo tilo.

-¿Para que quieres eso, bebé?

-Jugo pum, pum.

Jungkook sonrió enternecido viendo a su bebé caminar con un papel y crayones directo al patio trasero de su casa, las ganas de quedarse a jugar con él eran enormes, pero sabía que el pequeño Daesun ya estaba acostumbrado a que su padre le trajera una paleta después del trabajo. Tenía que ir por esa paleta.

- No debería dejarlo que pase mucho tiempo en el patio tracero, es muy solo y yo paso la mayoría de tiempo aquí por la limpieza.

-Dejalos, Soshu ya tiene dos años, es normal a su edad, quizá ahí se siente más solo por eso se desenvuelve más, eso sí, si lo oyes llorar y gritar sal de inmediato.

- Sí, señor.

-No me digas señor, me haces sentir viejo, apenas tengo veintidos años.

-Disculpe, joven Jeon, aunque pronto será de  señor Oh Jungkook, suena hermoso.

- ¿Lo crees?

-Claro, además su prometido quiere mucho a Daesun, y el también.

Jungkook estaba a unos meses de casarse, no se podía decir que era el novio más feliz del mundo pues lastimosamente su corazón no lograba del todo aceptar a su futuro esposo pero su hijo cada día iba más grande y necesitaba un padre para darle. No soportaría la idea de tener que decirle a su pequeño bebé que su padre había quedado en el pasado, aparte que Sehun le daba todo lo que un novio podría deciar.

Él pagó sus estudios, le daba cariño a él y a su hijo, una hermosa casa situada en las afueras de Busan y un anillo de piedra preciosa en su dedo anular. Él no era fanático de las cosas materiales, pero desde el día que su hermano los presentó a Sehun y a él, sabía que el dinero era lo de menos.

Además que él fue el único que estuvo con él al momento de la operación para poder sacar a su bebé.

¿Nada podía faltar o sí?

- Bueno, me tengo que ir, si la pastelería llama, dile que lo quiero de tres pisos.

- Está bien se...-una mirada lasiva y una sonrisa fué lo que la hizo cortarse a la muchacha-joven Jeon-se aclaró la garganta.

-Adios, Soshu -tomó la maleta después de poner su abrigo y su boina.

Hacía frío en la ciudad para que su auto estuviera tan cubierto de agua debido al sereno.

Puso guantes en sus manos ya que estaba empezando a nevar y no quería morir de una hipotermia.

Subió a su auto para dirigirse a su trabajo cuando sonó una llamada, notó que era de su prometido y contestó.

-Hola, cariño, buenos días.

- Buenos días, bebé ¿ya saliste de  casa?

-Iba a encender el auto en éste instante.

-Quería decirte si desayunamos juntos.

-Claro-vió la hora en su reloj que reposaba en su  muñeca-creo que tengo tiempo porque los modelos llegarán pasada las nueve.

-¿Siempre en el mismo?

-Siempre en el mismo.

-Te amo.

-Yo igual.

La llamada finalizó por parte de Jungkook quien limpió inmediatamente el parabrisas delantero para adentrarse rápidamente en la carretera.

Un  mensaje sonó unos segundos después.

-Kookie, no se te olvide traer el rollo de p80 please.
-Mingyu.

Sonrió pensando que lo había metido a su maleta desde un día antes. Agradecía el hecho de que su esposo tuviera mucho dinero y el trabajaba solo por el hecho de no sentirse inservible y obtener dinero por el mismo, después de todo sus estudios no habían sido por gusto.















Un beso en sus labios seguido de un cálido abrazo fue lo que recibió de parte de su futuro esposo cuando ingresó al restaurante que ya muy bien conocían, pues ahí habían tenido su primera cita. Sehun hubiera querido que el lugar fuese otro mas caro, pero Jungkook dijo que sería en ese y el hacía lo que su esposo decía.

Un mesero tomó sus ordenes para salir de la zona de su mesa haciendo una reverencia.

Sehun besó los nudillos de su futuro esposo para dirigir su mirada esos ojos grandes y brillosos que tanto amaba.

- ¿Daesun se quedó despierto o dormido?

- Despierto, quería un hilo para hacer no sé qué, es más creo que hasta lo estaba confundiendo con algo más-sonrió divertido al lado de su futuro esposo quien también se divertió.

- Es una cosita tan linda igual a ti, no sabes como me encantaría verlo despierto cuando me vengo a la oficina, casi siempre está dormido cuando paso en su cuna, pero él sabe que lo observo y sonríe, creo que solo juega conmigo.

-O a lo mejor sólo sueña pensando que estás ahí, cuando en realidad lo estás.

Ambos rieron por lo bajo.

El mesero llegó con su pedido y ambos se dispusieron a comer, Sehun dió un gruñido por lo bajo al tener que soltar la mano de Jungkook, pero tampoco no es como si lo pudiera sostener todo el día ¿o sí? bueno, si él pudiera hacerlo lo haría.

-Vaya, hoy está muy delicioso el pudín.

- La decoración es genial.

-Me parece muy hermosa.

- Claro, pero no es tan hermosa como tú.

-No empieces -dijo el más bajo limpiando la comisura de sus labios con una servilleta.

- ¿Qué? yo solo digo la verdad.-respondió Sehun dando un trago a su café con leche.

- No entiendo porque no tomas café, todos lo que trabajamos lo hacemos.

- Es porque ustedes tienen lengua de acero y aguantan la temperatura de esa cosa, yo tengo que esperar a que se enfríe y me lleva mucho tiempo, por eso cuando tomo en el trabajo le pongo mitad de agua helada y mitad de agua caliente. El café helado es asqueroso , pero si mi bebé lo toma pues no importa.

- Cambiando de tema, pedí el pastel de tres pisos ¿Está bien? también quiero que lleve una foto de Daesun al frente.

- Está bien, el cumpleaños de mi príncipe será de lo mejor, deberías invitar a Jimin y a su hijo pequeño.

- No es su hijo, es adoptado, tienes que llamarlo por su nombre.

- Él lo quiere como a un hijo y no recuerdo su nombre.

- Namjoon estaría furioso si te escuchara decir eso, el niño juega con Daesun casi todo los fines de semana y tú aún no te sabes sus nombre.

- Trataré de tenerlo en cuenta -dijo tomando nuevamente la mano de Jungkook para seguir repartiendo pequeños besos en los nudillos del castaño, quien lanzaba risitas por lo bajo debido a las cosquillas.




Besos del alma •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora