Besos del alma • [Yoonkook]

17

Yoongi conducía su auto en dirección a un centro comercial, llevaba dinero en su saco, tenía algunas cosas en mente que comprar.

Se detuvo entrando a una tienda de artículos tecnológicos, se paseaba observando todas las vitrinas del lugar tratando de encontrar alguna cámara para Jungkook, después de todo el echo de estudiar era obvio que necesitaba una cámara. Estaba ído cuando alguien tocó su hombro, volvió a ver inmediatamente, era un muchacho Joven con una linda sonrisa.

-Muy buenos días ¿Está interesado en algún producto?

- Eh, sí, quisiera comprar una cámara para alguien especial, es un regalo.

-¡Oh! entiendo ¿Sabe algún gusto en especial? digo porque hay muchos estilos, pero usted escoge.

Yoongi rascó su cabeza para detenerse a pensar.

"¿Cuál sería la ideal?"

- Este...no lo sé -dijo sinceramente.

-Mire aquí está ésta, es un poco básica, pero tampoco es la más sencilla, si usted la dará como regalo se la recomiendo ya que no es muy caro ni tampoco muy barato, tiene lo necesario y listo.

-Vaya, muchas gracias, quiero esa -respondió con un pequeña sonrisa.

-¡Perfecto! ¿Desea algo más?

-No, con esto estoy bien.

-Okay, sígame por favor.

El pelinegro caminó detrás del muchacho hasta la caja, pagó para salir inmediatamente de la tienda.

Esperaba de todo corazón que la cámara fuera de total agrado para Jungkook, si no se sentiría decepcionado.

Caminó en dirección a una tienda de discos que ya muy bien conocía pero antes pasó comprando un frozen de cereza ya que era su favorito.

Un muchacho alto, Moreno y con lindos hoyuelos sacaba unos discos de una caja adentro de lugar.

-¡Suga! Vaya que sorpresa, pensé que estarías en las apuestas.

-Es muy temprano, Namjoon.

- Tienes razón-respondió viendo el reloj de su muñeca.

Namjoon terminó de ordenar los discos dedicándole toda su atención al azabache.

-Y dime ¿Qué traes en esa bolsa?

-Es una cámara.

- Oh, ahora eres fotógrafo, qué multiusos me saliste.

Ambos se echaron a reír.

-Yo puedo hacer de todo, tú lo sabes.

-Lose, ahora dime, ¿que te trae por aquí?, se que no vienes por mi bonita cara.

-Estas en lo cierto-se acercó un poco mas para hablar por lo bajo-de echo quiero que me hagas un favor.

-Te escucho.

El pelinegro volvió a ver a todos lados notando que no había nadie, se acercó a un más al más alto pegándose en su oreja, diciendo cosas que solo ellos podían oír.

Namjoon dedicó una mirada picaresca a su amigo para después llamar a una de sus empleadas, le ordenó algo, minutos después esta llegó con una pequeña bolsa en sus manos, se la entregó al pálido quien la tomó con una sonrisa cómplice.

-¿Cuánto es?

- ¡Oh!  No te preocupes hermano, sabes que te quiero. Mejor después me cuentas como te fué.

-Gracias -dijo para darse la vuelta despidiéndose con la mano.

-Suerte -respondió el Moreno.

Yoongi pensó pasar a comprar hamburguesas para el almuerzo, iría a traer a Jungkook dentro de una hora y esa misma hora sería hora de comer, quería matar dos pájaros de un sólo tiro.

♡

Eran la una y treinta de la tarde cuando el pelinegro esperaba a Jungkook afuera del portón del colegio. Veía como los demás alumnos salían de manera distinta por esa misma puerta, unos alocados, otros calmados, unos cantando, otro fotografiando hasta sus pasos.

Bastaron nada más que quince minutos más para que el castaño hiciera presencia, el cual sonrió cuando vió a su Hyung esperando por el, se despidió de su amigo para dirigirse al auto.

Dio un abrazo al pelinegro para ambos entrar seguidamente al auto.

-Hyung ¿Tarde mucho?

-No, sólo tardaste lo suficiente, mejor dime como te fue -dijo el mayor cambiando velocidad mientras se adentraban en la carretera aún más.

-Pues...bien.

Yoongi cambió su rostro a uno serio.

-¿Bien? apues eso no me suena convincente.

-Bien, primero me perdí, el profesor es muy amable, mis compañeros pues... hice un amigo nada más, pero la mayoría son amables.

- Mh entiendo, eso de perderte es normal, no esperaba que lo hicieras a la primera sabes, respecto a tu amigo...¿Era ese chico de cabello naranja?

Yoongi podía disimular bastante, no podía negar que se sintió demaciado celoso al ver a su bebé con un chico y más si se daban un Abrazo de despedida, afortunadamente se controló, respiró y lo dejó pasar, después de todo tampoco no quería parecer un lunático, además que el mismo le había sugerido ir al colegio.

- Sí, él mismo. Se llama Jimin y es muy lindo.

Yoongi mordió su mejilla suavemente respirando profundo.

-Deberias fijarte bien con quien hablas y quienes son tus amigos, no puedes ir confiando en las personas solo porque dicen ser tus amigos.

Jungkook puso una mirada triste, desde su infancia pasar de dueño en dueño, nunca había tenido un amigo de verdad y sentía que aquellas voces le volvían a invadir nuevamente.

-Jungkook, Jungkook -el pelinegro chascó los dedos frente al rostro del castaño al notar que no prestaba atención a su llamado,parecía estar en un trance.

Segundos después el castaño regresó su mirada a su hyung, quien ya tenía el rostro preocupado.

-Bebé, perdóname-dijo pisando el acelerador-olvida lo que te dije ¿Sí?

El castaño asintió tratando de hacerlo, gracias a Dios las sombras y aquellos monstruos se fueron al momento en que su hyung apareció frente a el con ese rostro pálido que según Kook era tallado por los mismo angeles.

- Necesito que me contestes -lanzó el pelinegro.

- Sí, hyung, está bien. No sé qué me pasó.

-Si sigues así te llevaré donde un doctor.

El menor dibujó una cara de frustración, la palabra hospital le hacía revolver el estómago, no recordaba porque pero un sabor amargo llegaba a su boca.

-No, por favor.

-Está bien -respondió el mayor viendo que el otro ya casi estaba por llorar.

Yoongi acarició las hebras cafés y brillantes de la cabecita de su bebé, odíaba cuando todo se ponía tan tenso como hace unos segundos, el hecho que el menor actuara de esa manera no le gustaba, no tanto por la incomodidad si no porque temía que su problema fuera un poco más grande de lo que imaginaba.