Besos del alma • [Yoonkook]

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Yoongi dedicó una pequeña sonrisa al menor como aliento de fuerza, su mirada se volvió nostálgica al tener que dejar al menor, sabía que había hecho una promesa y por segunda vez la estaba rompiendo, se sentía muy mal por ello.

Jungkook devolvió la sonrisa a su hyung como queriendo decir "Está bien, yo puedo", aunque en sus adentros aún sentía mucho temor pero al menos no tendría que entrar a ese lugar.

Taehyung jaló al pelinegro del brazo para adentrarse al lugar, antes de ingresar el pelinegro dedicó una mirada al castaño hasta desaparecer.

Jin entró al auto acomodándose en el asiento del conductor, miró al menor dedicándole una sonrisa.

- Jungkook, ¿Te gustan los panqueques?

Jungkook se sorprendió y su estómago rugió de solo pensar en panqueques con miel y esbozó una sonrisa hermosa al recordar a su hyung lleno de mezcla.

- Voy a tomarlo como un sí. -dijo el ribio,encendiendo en auto. - Conozco un lugar donde hacen muy ricos panqueques.

- ¿Los hacen con miel? - preguntó el castaño.

A Seokjin le encantó que al menos el menor dijera una palabra por un momento pensó que eso iba a llevar un buen rato, pero ver que estaba colaborando le agradó demasiado.

- ¡Claro! mucha miel.

SeokJin condujo al lugar del que hablaba.

Al llegar abrió la puerta de Jungkook para que éste saliera.

El castaño mostró una expresión nerviosa.

- Tranquilo,  yo estoy aquí. Prometo que nada malo va a pasarte.

Jungkook lo pensó bien, Seokjin le pareció alguien muy amable y recordó prometer esforzarse así que tomó la mano del rubio para salir del auto.

Ambos caminaron al pequeño restaurante, no era muy lujoso pero tampoco era muy pobre, solo un poco rústico y parecía acogedor.

Sentándose en una mesa de dos, Seokjin miraba con total atención al menor, de cierta manera le intrigaba saber del menor, puesto que desde el primer momento que lo vió le pareció un chiquillo muy interesante, su estrategia de estar un rato a solas con él no era del todo beneficiosa para el pelirrojo y su amigo, sino también para él.

Una mesera joven y linda se acercó a ellos con una sonrisa.

- Buenos días, ¿Puedo tomar su orden?

- Claro, a ver...mh... Yo quiero el menú de panqueques y mi amigo también. - dijo el rubio.

- Con mucho gusto, ¿Qué desean tomar?

- Yo quiero un chocolate con leche ¿Y tú Jungkook?

- Lo mismo. - respondió el castaño.

- En un instante traigo su orden. - dijo la mesera dándose la vuelta

- Y bien Jungkook, sé que talvez Taehyung te parezca una persona mala pero te digo que es solo un fanático de las apuestas y le molesta que le quiten a Yoongi pues ambos se llevan muy bien en estas cosas, él es bueno solo necesitas conocerlo un poco más, te lo prometo.

- No me cae mal, pero mi hyung va a estar conmigo siempre y espero que no llore.

A SeokJin le pareció muy tierno lo que el menor le estaba diciendo.

La orden había llegado, se dispusieron a comer.

- ¿Cuantos años tienes?

- Diecinueve.

- Eres una adulto ya, ¿No crees que deberías ir a la escuela? - dijo el rubio antes de meterse un bocado a la boca.

- ¿Escuela? no creo, estoy muy mayor para eso. Los demás se van a burlar de mí. - respondió el castaño

-No me refería a esa clase de escuela ,puedes tomar una taller, debe haber algo que te guste hacer algun pasatiempo ,algo en lo que seas bueno

-Me gusta la fotografía

-Ves, a eso me refiero podrías ir a clases de fotografía.

-No creo que a hyung le guste ir a eso.

Seokjin casi se atraganta con el chocolate de sólo pensar ver a Yoongi metido en un taller de fotografía

- Dejame decirte algo, no sé porque cosas hayas pasado, pero Yoongi en estos momentos está dando su mayor esfuerzo para mantenerte, tal vez una apuesta se escuche algo vicioso o se vea mal visto pero para personas que ya saben de esto,es más; un trabajo, pues tienes que esforzar tu cerebro y manos. Tener que lidiar con los dolores de cabeza de tanto pensar ,cuando pierdes no es tan fácil, y tú no puedes hacer que Yoongi pase todo el tiempo ésta situación que le has hecho pasar hoy en el auto.

Jungkook en ese momento pensó y pensó y se preguntaba cómo pudo ser tan egoísta. Se sintió como la peor persona del mundo. Sus ojos se aguaron.

- ...

- Perdóname si tal vez me meto en lo que no me importa, sé que es un poco atrevido de mi parte pues no sé que tratos se traen entre ustedes, pero debes pensar mejor las cosas y tratar de esforzarte por tu hyung y así él pueda recompensarte.

Jungkook sintió un vuelco en el corazón de solo pensar que si se portaba bien y ponía de su esfuerzo talvez si su hyung le iba demasiado amor que explotaría.

Soltó una pequeña sonrisa al recordar la escena de la niña come chicle de la película Willy Wonka y la fábrica de chocolate convertida en una mora gigante, él se imaginaba así de gordo lleno de amor de parte de su hyung y explotaría pero no le importaba.

Jungkook era una persona necesitada de amor, después de que lo vendieron nunca sintió afecto de parte de alguien, solo sucias manos tocando su cuerpo, ultrajos con sucias obscenidades y ofensas de gente dueña de él.

- No lo sé, trataré. - dijo para meter un bocado a su boca derramando algunas lágrimas.

A Seokjin le pareció un gran avance y pensó que talvez había metido la pata pero lo hecho, hecho estaba más vuelta hacía atrás no había.

Rato después terminaron de comer y salieron del local después de pagar la cuenta.

Seokjin miraba su reloj asegurándose que ya era la hora para regresar, abriendo la puerta para que el menor entrara y así se dirigieron a la carretera.

Cuando llegaron al lugar Yoongi y Taehyung ya estaban afuera del lugar esperando.

Al estacionar el auto Yoongi sale casi corriendo a subirse a la parte trasera del auto, dando un gran abrazo al castaño.

Taehyung ingresó por igual al auto en la parte delantera dedicando una sonrisa cuadrada y dando un beso corto en los labios del rubio.

- Y bien ¿Qué tal les fué?-preguntó Yoongi a Seokjin, éste se dió media vuelta para responder.

- Todo bien ¿Verdad, Jungkook?

El menor asintió con una pequeña sonrisa.

- Comimos panqueques con miel.

Yoongi sonrió y sintió un gran alivio en su pecho.

- ¿En serio? Qué envidia.

- Sí, tengo hambre-dijo Taehyung

- Pasaremos comprando algo. - dijo el rubio para encender el auto y ponerse en camino.