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Jungkook dió un beso en los labios de su Hyung viéndolo salir con Tae por la puerta, Seokjin volvió a verlo con una sonrisa cuando ambos quedaron solos.

-¿Y bien hacemos ese pastel?

-Pero no hay materiales.

Jin alzó las cejas haciendo un gesto divertido, levantó su mano mostrando una bolsa.

-¿Y que crees que traigo aquí?

El castaño dió un saltito de emoción.

-¡Sí hyung vamos!

Ambos sacaron los materiales después de lavar sus manos.

Jin preparaba la harina mientras Jungkook batía los huevos.

-¿Hyung tu crees que Taehyung me odie?

Seokjin se detuvo un momento empezando a pensar las palabras adecuadas para responder.

-Tae es un hombre muy celoso y más si se trata de Yoongi, ellos siempre han sido amigos desde antes de conocerme amí, supongo que es normal que el actúe así pero no creo que te odie en realidad-dijo poniendo un poco más de agua en su recipiente.

-Entiendo...

Jungkook sabía que Seokjin no podría mentirle, se veía demaciado sincero, además el le había demostrado suficiente confianza.

-Solo ten un poco de paciencia mientras se conozcan mejor se llevarán mejor-el rubio mostró una sonrisa acogedora al castaño que solo lo hizo devolvérsela

Ambos terminaron metieron el pastel después de adornar lo juntos 

-Esta vez no nos vamos a dormir

-Espero que no, ven veamos algo de televisión mientras esperamos.

Minutos después el pastel ya estaba listo, Jungkook se quedó viendo con demaciado emoción, se sintió tan feliz cuando Seokjin le sirvió un trozo en un plato, metió su dedo y empezó a degustar.

- Está rico.

-Bien, me alegro que te guste, tus manitas lo hicieron y ahora que ya va ser el cumpleaños de Yoongi deberíamos hacer un pastel ¿No crees?

Jungkook se detuvo posando su mirada fijamente, había pasado tanto tiempo viviendo con el pelinegro y nunca le preguntó sobre su cumpleaños, de repente se sintió muy mal.

-Hyung...,¿Yoongi cumple años pronto?

-Claro-dijo Jin metiendo un poco de pastel a su boca-¿no lo sabías?

-N...no, lo siento -hizo un puchero.

-Ah no te sientas mal por eso, llevas viviendo cierto tiempo con el pero aún hay mucha cosas que no sabes, es normal que no sepas algo como eso.

-¿Lo crees?

- No, no lo creo, lo es -se acercó al castaños revolviendo su cabello.

-Espero que sí-dijo el menor terminando de comer su trozo de pastel. -¿Cuándo es?

-El nueve de marzo, Tae y yo estamos planeando hacerle algo si quieres te puedes unir a nosotros y le regalas algo.

-Pero...yo no tengo dinero.

- Por eso no te preocupes, si quieres puede ser nuestro secreto.

- Gracias, hyung prometo que algún día te pagaré.

- Está bien.

Seokjin levantó los platos de la mesa dispuesto a lavarlos, el castaño empezó a bostezar sintiendo sueño.

-Si te sientes cansado puedes subir a descansar.

-Lo haré.

Jungkook se dió la vuelta subiendo las escaleras, se quitó su pantalón queando solo en boxers, se puso un pans dejando su camisa ya que se sentía muy cómodo con ella.

Se recostó en la cama, pensando que podría regalarle a su hyung para su cumpleaños, tendría que ser algo sencillo puesto que Seokjin prácticamente lo compraría.

Quizá podría darle una esclava sencilla pero de la suerte, así ganaría todos sus juegos y andaría algo que yo le obsequié, ya se! Mejor ahorraré y le preguntaré a Jimin que podría regalarle, ¡sí! Seguro el sabe.

Se durmió con una sonrisa en sus labios, dispuesto a hundirse en sus más profundo sueños.




















-¿Jungkook?

-¿Sí, mamá?

-Unas personas te llevarán a un lugar donde los sueños se hacen realidad.

-Pero yo no las conozco

-Tienes que hacerlo y no digas nada, solo así podrás estar bien-lagrimas salían de sus ojos y una sonrisa falsa se dibujaba en su rostro.

-¿Mamá no puedes ir tú conmigo?

-No amor, sólo pueden ir los niños

El castaño de tan solo nueve años de edad entró a la camioneta, viendo por el parabrisas como el cuerpo de su madre se desplomaba en el suelo, después de un tiro en su frente, el silbido del impacto de la bala saliendo del arma lo dejó pasmado, fue tomado de su cabello haciéndolo ver hacia arriba mientras el auto con tres hombres dentro, uno de ellos puso un trapo en su nariz, el pequeño empezó a patalear hasta que quedó inconsciente aún escuchando los llamados de su madre en sus pensamientos caía en un precipicio sin fin.

-¡Jungkook!

-¡Jungkook!

El castaño se despertó, sentándose rápidamente en la cama, su pecho subía y bajaba de manera agitada, logró divisar la habitación del hotel sintiendo un enorme alivio al ver al pelinegro observándolo preocupadamente, las imagenes de sus sueño no se hicieron esperar, meneó su cabeza tratando de olvidar.

-Jungkook, por favor dime qué te pasa-dijo Yoongi de manera agitada.

-Hyung, creo que tuve una pesadilla.

-Pues es lo que pensé, estabas llorando dormido cuando llegué, ¿se puede saber de qué se trata?

-No..lo recuerdo-mintió.

- Está bien, bebé -Yoongi respondió abrazandolo, el menor sintió como su cuerpo dejó de sentirse tenzo y agradeció el hecho de sentirse consolado, los recuerdos de su pasado le golpeaban como un martillo en sus sentidos.

-¡Hyung, preparé pastel!-dijo con una sonrisa limpiando las lágrimas de sus mejillas con su suéter.

-¿Enserio?-preguntó el pelinegro despegando de su cuerpo y viéndolo a los ojos.

-¿Seokjin hyung?

-Oh-Una risa salió de los labios del mayor-Tae se puso demaciado borracho y pues tuvieron que irse, me dijo que lo despidiera contigo por el.

-Entiendo, ¿puedes darme un beso?

Las mejillas del mayor se sonrojaron, al ver la confianza que iba creando Jungkook con el al pedirle algo tan descaradamente.

Besó los labios del menor tiernamente sintiendo aquellos suaves belfos que tanto amaba, puso la mano en la cintura del menor haciendo el beso más profundo y duradero, mordió el labio inferior del contrario para separarse tomando un poco de aire.

-No sabes como me gustan tus besos.

-No sabes como me gustas tú...




Besos del alma •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora