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Jungkook apretaba el botón de encendido de la lavadora pero no funcionaba, su rostro cambió a uno de duda, volviéndolo a apretar una y otra vez pero no hacía efecto, pensó bajar a decirle a su hyung pero no quería quedar como un inútil después de toda la sección de aprendizaje que tuvo el hecho que no pudiera si quiera hacerlo una vez; era muy malo.

Un foquito se prendió en su cabeza, caminó hacia la parte de atrás para verificar lo que pensaba y era exactamente que la lavadora no estaba conectada, dió una pequeña palmada en su frente riendo por lo estupido que se sentía, la conectó e inmediatamente empezó a moverse lavando la ropa pues el botón de encendido había quedado desde antes.

El castaño veía moverse la ropa en forma de circulos, se sentó a pensar mientras estaba la ropa limpia.

Su corazón se agitó solo de pensar que su hyung le había correspondido sus sentimientos solo hace unas horas, aún le parecía increíble como todo había pasado y en realidad haya ocurrido; le encantaba.

Tocaba sus labios con las yemas de sus dedos, aún podía sentir los labios del mayor tocar los suyos para seguir bajando y besar sus clavícula suavemente, el toque del mayor era tan delicado que aún sentía erizarse con el recuerdo de aquellas manos recorriendo su rostro para seguirlo besando.

El sonido de la lavadora llegando a sus oídos lo hizo despertar de su ensoñación para empezar a sacar la ropa y tenderla.

Tendía la ropa en el cobertizo mientras sentía el viento chocar con su piel.

El grito de Yoongi llamando su nombre lo hizo encaminarse escaleras abajo después de terminar de tender, cuando bajó encontró un plato con panqueques y miel, sus ojos brillaron el solo pensar comerlos,el pelinegro sonrió al ver la expresión del menor, se sentaron ambos al mismo tiempo dispuestos a comer.

- Este día saldré.

El castaño tragó rápidamente al asombrarse.

- ¿En serio? ¿Se puede saber a qué?

- Iré con Taehyung a las apuestas, pero no te preocupes, él me dijo que Seokjin se ofreció venir hacerte compañía, todo depende si tú quieres.

Jungkook hace unas horas tenía intenciones de demostrarle a su hyung que él no era un estorbo con cual lidiar, este día estaría dispuesto a acompañarlo a sus apuestas pero después de todo SeokJin no había sido nada malo con él y si se ofrecía a cuidarlo estaba muy bien.

- Está bien. - dijo metiendo un poco de panqueque a su boca.

- ¿Estás seguro? Porqué si quieres podemos ir, por mí no hay problema.

- Será la próxima, estoy seguro.

Yoongi solo asintió para seguir comiendo.

- Cuando regrese iremos a matricularse a la escuela de fotografía ¿Está bien? - preguntó el pelinegro tomando un poco de café.

- Perfecto. - respondió el menor esbozando una hermosa sonrisa, hasta cierto punto sabía que al mayor le gustaba, lo podía notar con la mirada que él dedicaba después de hacer eso.








Yoongi ponía un poco de perfume en su camiseta para salir de cuarto y bajar al primer piso, se encontró con el menor viendo la tele, una serie de zombies se estaba transmitiendo, se acercó a Jungkook para acostarse en la parte derecha del sofá quedando con la cabeza en el regazo del menor.

Ambos se sonrieron al momento que se vieron, Jungkook juntó los labios del pelinegro con los suyos en un casto beso.

- Mh, hueles rico, hyung.

- Gracias. - respondió Yoongi quitando una palomita del tazón del castaño para meterla a su boca.

- Te vas a despeinar. - dijo Jungkook acomodando el cabello del pálido aún en su regazo.

- No importa, si tengo la comodidad de estar en tus piernas.

El sonido del timbre hizo levantarse a Yoongi con un gruñido saliendo de su garganta, el castaño solo sonrió de manera divertida.

Al abrir la puerta efectivamente era Taehyung con Seokjin.

- Yoongi. - dijo Jin abrazando al más bajo.

- Hola, Seokjin, gracias por ofrecerte para esto. Es mucho para mí.

- Oh, no te preocupes, es un placer para mí, además; Jungkook y yo nos llevamos muy bien ¿Verdad? - preguntó al mayor levantando la vista por el brazo de Yoongi sostenido en la puerta y así ver al menor quien solo asintió con una pequeña sonrisa en sus labios.

Taehyung se acercó al más bajo para dar un abrazo, este correspondió.

- ¿Listo?

Yoongi dedicó una última mirada a Jungkook para darle un sonrisa fingida, después de todo odiaba tener que separarse del menor, definitivamente no quería ir pero tenía que hacerlo así que se despidió de igual manera de Jin para caminar al auto de su amigo y subir.

La carretera avanzaba mediante los segundos corrían, soltó un suspiro al aire mientras veía por la ventana.

- Oye hyung,  es primera vez que te veo tan entusiasmado.  - dijo el pelirrojo sarcásticamente.

- ¿Quieres la verdad?

- Por su puesto que sí.

- En realidad, no quería dejar a Jungkook.

Taehyung frunció su ceño.

- Pero si él no es un niño. ¿Cuando los vas a entender?

- ¿Quién dijo que lo era?

- Tal vez no lo digas, pero lo demuestras con tus actos, sólo piénsalo... Todavía dejamos a Jin cuidándolo y tú aún estás preocupado por él.

- Lo sé, pero es que él es tan...

- ¿Tan? - levantó una ceja.

- ¡Maldita sea! Es tan lindo y tierno.

-  Ah ¿Ahora me vas a decir que te enamoraste? -u na cara de desagrado se formó en él.

- Sí ¿Por qué? ¿Dime en qué te afecta? - escupió el pelinegro, ya molesto.- Yo nunca te he dicho nada por Seokjin, aparte que nunca le dije lo de tu infidelidad ¿Ahora me vienes a decir algo solo porque me he enamorado?

Taehyung soltó un golpe al volante.

- Sabes que te quiero, hyung, pero ese niño no me da buena espina.

- ¡Ah! Ahora resulta que es un niño ¿No qué no lo era? Aparte, sólo es dos años menor que tú

- Olvidemos esto ¿Sí? Perdóname. - Dijo dándose cuenta hasta donde habían llegado las cosas. - Cuando regresemos prométeme que saldremos los cuatro juntos.

- Está bien, yo igual te quiero aunque me saques de mis casillas, tonto. -dijo sobando el hombro de Taehyung con una sonrisa.

El pelirrojo le devolvió la sonrisa para frenar cuando ya estaban afuera del lugar.







Besos del alma •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora