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Después de un recorrido de treinta minutos ya estaba frente a la puerta de su apartamento. Introdujo la llave en la ranura de la puerta haciendo que se abriera con éxito.

Con paso ligero se adentró en su apartamento, subiendo las escaleras hasta llegar a su habitación.

Dirigió su mirada hacía la cama las sábanas estaba enrolladas alrededor de un bulto que temblaba e hipaba con resentimiento.

Ese bulto era Jungkook.

Yoongi empezó a quitar las sababas mostrando a un castañito en forma de ovillo y ojos llenos de lágrimas.

- Jungkook... ¿Qué te pasa bebé?

- ...

- Respóndeme. Ya te dije que no me gusta verte llorar, me rompes el corazón.

Yoongi no mentía al decir eso pues le daba lástima al no saber el motivo de su llanto e imaginarlo, pero sentía impotencia al no poder hacer nada, trató de tocarlo pero el castaño se lo evitó.

- No me toques. Me dejaste solo y los monstruos vinieron.

El pelinegro sentía una gran confusión pues no sabía que cosas hablaba.

- ¿Monstruos? ¿De qué hablas, Kookie? Puedo llamarte así ¿verdad?

- ...

Yoongi trató de abrazarlo por segunda vez pero el castañito se levantó de un brinco corriendo hacia el baño de la habitación aún con la sábana puesta.

-No me toques, eres malo. Te odio.

Yoongi se levantó trató de abrir la puerta pero ésta estaba con llave.

Tocó la puerta desesperadamente.

- ¡Jungkook! Ábre la puerta,  por favor. Solo dime qué te pasa. - dijo sacando las lágrimas que ya no podía aguantar más mientras se recostaba en la puerta del baño.

El castaño estaba sentado al otro lado de la puerta del baño, llorando desconsoladamente.

El mayor ya derrotado se sentó haciéndose un ovillo sin saber qué hacer.

- Había una vez, un niño que estaba en la parte izquierda un edificio abandado. Él se sentía solo pues un día su madre salió y nunca regresó. Ese niño tenía miedo al igual que tú pero él a la oscuridad, una vez salió a buscar comida... no encontrando nada; regresó con el estómago vacío, decepcionado, se posó en un hueco del mismo edificio a ver el cielo de noche cuando de repente vió una luz en el cielo muy grande que le sonreía cada vez se fué haciendo más pequeña al llegar a un tamaño normal la estrella había desaparecido. Tiempo después solo el niño pudo entender que esa estrella era su madre apoyándolo... desde el cielo.

- ...

- Si tú me permites, yo podría ser tu estrella, Jungkook solo confía en mí ¿Sí? Te lo prometo.

Ratos después la puerta del baño se abrió y Jungkook se echó a llorar en los brazos de Yoongi.

- Hyung, prométame que nunca me va a dejar solo,  por favor. Prométemelo, hyung.

- Sí, bebé, te lo prometo.

El más joven cesó las lágrimas y formó una pequeña sonrisa aún moqueando.

- ¿Aún podemos ir a comprar material para panqueques?

- Aún podemos. -respondió el mayor con una sonrisa

- Puede llamarme Kookie, Yoongi-hyung.

-Gracias Kookie. Eres un ángel. Yo te voy a cuidar ¿Sí? Solamente confía en mí.

Besos del alma •  [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora